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Joshua.



– ¡ESTA ES LA MEJOR PUTA FIESTA DE TODAS! ¡PUTA MADRE! – grito Alondra y todos gritaron.

Un hombre más alto que ella y fornido la cargaba, ella sosteniendo una botella de Champagne en su mano y le dio un trago, el hombre que la cargaba la tomo de la barbilla para después darse un beso, otro chico llegó de la nada y la tomo de la barbilla para que lo viera, llegó otro beso.

– ¡SE PRENDIÓ ESTA MIERDA! – grité para después reír.

– ¡Y se puso bastante buena! – oí que gritaron y volteo a ver quién dijo eso, cuando noto que hay un rostro desconocido muy cerca de mí, este hombre me iba a besar pero...

- ¡HIJO DE PERRA, LA PRINCESA ROBIN ES MÍA!

Siento los labios de mi Batman, me besa con pasión y con mucho deseó, abrazándome con posesión, sus brazos en mi cintura y acariciándome, sintiendo como me inclina hacia atrás, como si fuera un beso de películas ochenteras.

No sé cómo paso todo esto.


************


Tres horas antes.



Veía como Alondra no se decidía en que ver en la televisión, era miércoles y en vez de estar haciendo la tarea o algo de provecho, veíamos como matar el tiempo.

Me cansé de verla y me puse a ver memes, momos o memazos o como les digan.

Me reía y la compartía, lo normal de todos los días.

– Maldita sea, no hay nada bueno con un demonio – dijo para después caer en la cama con dramatismo.

– Deberías trabajar de actriz, dramática - dije sin verla.

– Lo dices porque estas frustrado sexualmente – sonreí, que mentirosa ¿Yo? ¿Frustrado? ¡JÁ!

– ¡Pues si! Ya no es lo mismo meterme un maldito consolador, cuando me canso con la mano de meterlo y sacarlo, me detengo pero maldita sea. ¡Yo no quiero que se detenga! – dije tranquilamente sin hacer el drama de caer en la cama para después caer en el suelo para caer con mas dramatismo, nótese mi sarcasmo.

– Ahí está – sonrió, ella no me ayuda, en nada.

– Gracias, eres una excelente amiga – dije sonriendo con sarcasmo, ella sonrió.

– Lo sé, deberían entregarme el premio Nobel por ser tan buena persona – nos quedamos callados hasta que empezamos a reír muy fuerte, ella suspiró después de un rato quitándose las lágrimas de los ojos. – En fin ¿No te ha contactado?

– Lo deje en visto.

– Maldito idiota, eso es una puñalada – me quito el celular y lo vio. – Oh shit.

– ¿Qué? – me levanté para ver que era, mi Elliot estaba conectado y estaba escribiéndome.

Elliot: Hola
Joshua: Hey, que pex?

Le quite el celular a Alondra mientras está se reía muy fuerte por escribir eso, tuve que escribir algo.

Joshua: Perdón, se cambió, el autocorrector.
Elliot: Ntp. ¿cómo estás?
Joshua: Bien, perdiendo el tiempo y tú?
Elliot: Estudiando, hay cosas que no entiendo y mi Mí no está en casa.
Joshua: Es algo difícil?
Elliot: Más o menos, tuve que faltar a esa clase por las prácticas de fut.

– Ohh... Que mal – no sé porque pero presentía algo, como cuando te duele el estómago y sabes que esa comida te hizo daño, era leve pero ahí estaba. – Deberíamos ir a ayudarle, recuerda que nos ha pagado la comida, cine, parque de atracciones y muchas cosas más.

He cierto, se ha comportado diferente desde ese viaje, es muy dulce, caballeroso, tierno... sexy, bueno siempre ha sido sexy, maldita sea.

– Bien... ¡Pero sólo porque nos ha pagado varias cosas! – advertí antes de que dijera algo pero ahí está esa sonrisa y mirada pícara.

– Claro... como digas – se levantó de la cama y me tendió una mano para levantarme, la tome.

Tomamos nuestras mochilas pero antes de salir ella me vio, para ver si estaba bien, un pantalón negro pegado a mis piernas haciendo que mi gordo trasero resaltara más, una camisa de tirantes blanca y unas zapatillas blancas, asintió y nos fuimos a casa de Elliot.

Ni le avisamos ni nada, sólo nos subimos a la cuatrimoto de Alondra regalo de Navidad de su padre, me puse el casco y ella también, su madre se lo regalo días después, su madre le dijo que si no la usaba encadenaría la moto a la casa, estuvieron discutiendo hasta que Alondra metió a su padre en la discusión y todo terminó en "Creo que está vez tu madre tiene razón".

Claro que ese día se enojó pero al menos tengo chofer.

Jaime, ya estamos cerca de la casa de Elliot – dije con burla.

– Maldito frustrado, por eso no te cogen.

El ruido que hacía la moto era fuerte pero con el casco disminuía, llegamos y la estaciono, en vez de estar tres autos, ahora la cochera estaba cerrada.

– Creo que he cierto que sus padres no están – comenté, ella alzó los hombros en señal que le valía un reverendo pepino.

Nos acercamos a la puerta y tocamos el timbre, nos recargamos en la pared a esperar, tocamos de nuevo pero nada, Alondra es la mujer más paciente del mundo, puso su dedo en el timbre y toco repetidas veces hasta que se escucharon ruidos del otro lado pero ella no paro hasta que un Elliot sin camisa abrió la puerta, podía apreciar su perfecto torso trabajado, con un pans que le quedaba a la cintura viendo una V y el comienzo de sus bellos, descalzo, su cabello alborotado pero súper, súper sexy ¡Maldita sea, llévame dios! ¿Sabes qué? ¡Mejor no, no podré ver ese perfecto cuerpo!... o tocarlo.

Sólo faltaba que pasará mi lengua por todo su cuerpo, estaba a unos segundos de hacerlo.

­– Hey, hombrezuelo – dijo Alondra adentrándose a la casa y Elliot se hizo a un lado.

– Hola Elliot – me sonrió de lado y me dejo pasar, me mordí la lengua para no gritar, escuche cuando cerró la puerta.

– ¿Qué hacen aquí? Digo... No es que me moleste que hayan venido pero me sorprendieron – comentó.

– Pues estábamos, en mi casa y le pregunté a Joshua "¿Qué estará haciendo Elliot?" Así que venimos a verte – sonrió.

You and Me. (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora