Maratón (1/4)
Me coloque el vestido y me quedo perfecto, pero surgió otro problema; no alcanzaba el cierre del vestido,que se posiciona en mi espalda y Ana ya se había ido... Que suerte la mía, ya vería como lo cerraba. Me coloque los zapatos, accesorios, peine mi cabello y me maquille. Estuve lista a eso de las 7:50pm; el problema era que seguía con el cierre del vestido abierto, por mas que mis manos intentaran alcanzarlo, no lo lograban. La frustración que tenia es ese momento era enorme... La puerta se abrió y allí estaba Justin, yo lo observaba por medio del espejo mientras se dirigía lentamente hacia mi, llego a estar menos de 10 cm de mi cuerpo, observo por un momento mi espalda y entendió mi problema, su mirada volvió a mi ojos y subió lentamente el cierre del vestido rozando sus dedos contra mi espalda, haciendo que se erizara mi piel, nos miramos fijamente a través del espejo y sentí un fuego abrazador en mis entrañas.
-Estas hermosa - dijo y no creía lo que acababa de escuchar-
-Gracias - dije sonrojada, era inevitable-
EL soltó una pequeña sonrisa y se alejo de mi, caminando hacia la puerta.
- Vamos - dijo mirándome de reojo, para después salir de la habitación-
Acomode mi vestido, me voltee y procedí a bajar las escaleras, cuando baje Justin me esperaba en la puerta, observándome detenidamente, baje los escalones uno por uno, esperando que nunca se terminaran para llegar a su lado, pero no fue así... Salimos de a gran casa y caminamos a su Lamborghini color negro, me abrió la puerta, me introduje en el auto y la cerro,para el rodear el auto e introducirse en este. Encendió dicho auto y lo puso en marcha a... ¿Donde? No lo se. En el camino nadie decía nada nada, ahora estaba mas nerviosa... No se por que me ponía nerviosa, es mi marido, pero parecía que estuviera saliendo con alguien en una primera cita y que tuviera miedo de que solo quisiera un buen polvo, así me sentía.
Miraba la ciudad a través de la ventana, unos 20 minutos después estábamos llegando a un lujoso restaurante, Justin estacionó el auto y se bajó, rodeó el auto y me abrió la puerta para después extender su mano hacía mí, dudé un poco, pero la tomé y me bajé del auto. Justin cerró la puerta y comenzamos a caminar a la entrada del restaurante llamado 'Je t'aime'. "Lindo nombre", pensé sarcásticamente. Justin posicionó su mano en mi espalda baja, algo incómodo para mí. Entramos al restaurante y él retiró su mano de mi espalda; para tomar mi mano, algo que era más incómodo aún, no se lo negué porqué sabía que no me dejaría hacerlo ¿Ó era que yo no quería retirar la mano? Cómo sea no la retiré y ya. Justin y yo fuimos a la recepción, donde se encontraba un señor con traje elegante.
—Buenas noches —dijo el señor— ¿Les busco una mesa ó tienen reserva?
—Reserva —respondió Justin cortante—
—¿A nombre de? —preguntó el señor—
—Sr. y Sra. Bieber —respondió Justin más cortante aún, al instante lo miré impresionada. ¿Acaso todo el mundo me dirá Sra. Bieber?—
—Síganme —dijo el señor, mirando un gran cuaderno dorado, que tenía en letras negras el nombre del restaurante—Seguimos a ese señor, y pasamos por muchas mesas, yo trataba de no mirar a las personas, ya que murmuraban cosas cuando nos veían a Justin y a mí.
Dirán "Qué raro que ella siga con él, ¿La amará?". Oh, cierto, éso lo pienso yo.
Al fin llegamos a nuestra mesa, supongo que en una parte privada, ya qué tardamos un poco en llegar. Justin, al fin, soltó mi mano, para poder abrirme una silla, yo me senté y me acomodé en dicha silla. Él se sentó al frente de mí, eso me incomodaba... Bueno éso no, cuando me miraba, su mirada es hermosa pero es muy penetrante y fría a la vez y... provocativa. Aquel señor de la recepción nos entregó un menú a cada uno.—¿Pedimos una pizza? —preguntó Justin—
—Está bien —respondí mirándolo fijamente—
Okey, éste habrá sido el día más impactante de mi vida. Hacía mucho tiempo que Justin no tomaba en cuenta mi opinión, además que hacía mucho tiempo que no comía pizza y con él menos.
—Ok; entonces una pizza de jamón y queso, un refresco y un.. —dijo Justin al señor, quién anotaba nuestro pedido—
—Un agua mineral —dije completando la oración—
—Está bien, en un rato les traigo su pedido —dijo el señor—
El señor con traje elegante se retiró y quedamos solos, yo miraba a todos lados, menos a la cara de Justin, quién tenía sus manos apoyadas en la mesa y me miraba fijamente.
—¿Estás nerviosa? —preguntó con una pequeña risa, mi mirada se conectó con la de él inmediatamente—
—No —respondí confundida—
—Pues pareciera —dijo con el ceño fruncido—
—¿Por qué? —pregunté—
—Siempre evitas mi mirada —respondió serio—
—Sabes que tu mirada causa algo en mí —respondí en un susurro, mirándolo incomodada—
—'Algo' ¿Cómo qué? —preguntó directamente—
—No lo sé, me incómoda, es muy.. obvia, profunda, intimidante, no sé —dije sin saber qué decir, mientras me encogía de hombros—
—¡Ja! Has estado a mi lado casi 5 años y mi mirada te incomoda —soltó con desprecio—
Yo no respondí nada. No, su mirada no me incómodo desde el primer día en que lo conocí, me incomodó cuando se volvió la fría y posesiva persona que es, quisiera gritárselo para que se diera cuenta... Quisiera que su dulce mirada volviera, que todo volviera a ser como lo fue hace mucho tiempo; pero no puedo cambiar nada de lo qué pasó, y tampoco puedo cambiar mi destino.
El ambiente se volvió tenso, ninguno de los dos decía nada. Por Dios ¿De qué iba a hablar con Justin? Él nunca me hablaba ó miraba. Nunca me prestaba atención, no entiendo porqué me quiere a su lado.
—Eh —balbuceó él. ¿Justin estaba nervioso?— Y... Ohm, ¿Qué hiciste hoy? —dijo mirando a todos lados, eso hacía cuando estaba nervioso—
—Ahm... leer un libro, darme un baño y alistarme para la cena —dije con una pequeña risa nerviosa—
—¿Qué libro leíste? —preguntó Justin, ¡Ja! Yo hablando con Justin acerca de libros, ¿qué clase de día era este?—
—A orillas del río piedra me senté y lloré —respondí a su pregunta—
—Buen libro —dijo mirándome—
—Sí —hice una pausa— ¿Cómo te fué hoy en el trabajo? —pregunté—
—Bien; tendré que hacer un viaje por un mes —respondió—
—¿A dónde? —dije con el ceño fruncido—
—Estados Unidos —respondió—
Viaje a Estados Unidos por un mes entero, lo extrañaré mucho...
—¿Cuándo te irás? —pregunté tomando un sorbo de agua—
—Mañana en la mañana —dijo y casi me ahogo con el agua— ¿Estás bien? —preguntó sonriendo pícaramente, amo su sonrisa—
—Sí —respondí mientras lo veía sonreír, hacía tiempo que no veía esos perfectos dientes asomarse—
—Ya hablé con Ana, y todos los días hará el almuerzo, te dejará todo limpio, la cena lista y se irá a las seis —dijo Justin—
—Está bien —respondí tímida y volví a sentir su penetrante mirada en mí—
Justin iba a decir algo, pero en ese momento llegó un mesero, también con traje elegante; trayendo nuestra orden. Justin soltó un suspiro frustrado y tensó su mandíbula. Maldije en mi mente, quisiera saber qué me iba a decir.
—Permiso —dijo el joven colocando la pizza en la mesa junto con los platos— Ya les traigo las bebidas —dijo mirándome—
Esa pizza se veía deliciosa, pero estaba caliente, así que separé los pedazos que se encontraban en el platón con cuidado para no quemarme, al poco tiempo el joven mesero volvió a nuestra mesa con el refresco y el agua, colocando en la bandeja de metal lo dos vasos de agua, ya caliente, que se encontraban en la mesa.
—Buen provecho —dijo el joven dedicándome una gran sonrisa—
—Gracias —dije mirándolo amablemente, podía sentir los celos de Justin mientras miraba mal al mesero, hasta que carraspeó con la garganta y el joven se retiró educadamente—
Serví en el plato de Justin dos pedazos de pizza y en el mío igual, sobrando un pedazo en el brillante platón, no era una pizza enorme, era suficiente para dos personas. Cenábamos en silencio, él me miraba y yo a él, cuando terminamos de comer los dos pedazos de pizza, él y yo tomamos, al mismo tiempo, el pedazo de pizza restante, a lo que yo reí.
—Tómalo —dijo Justin soltándolo—
—No, sé que lo quieres, tómalo tú —dije colocándolo en su plato—
Él sólo me miró antes de empezar a comer, tomé un poco de agua, esperé un rato y me levanté de la mesa.
—¿A dónde vas? —preguntó—
—Al baño, ya regreso —respondí—
Caminé entre algunas mesas y llegué al pasillo donde se encontraban los baños, giré a la derecha y entré al baño de mujeres; en éste se encontraban varias mujeres maquillándose y cuando notaron mi presencia no dejaban de mirarme, 'disimuladamente', con desprecio; envidiosas. Lavé mis manos y luego las sequé, para después retocar mi maquillaje, acomodé mi cabello y salí de ese lugar, lleno de brujas plásticas y narizonas, reí ante mi conclusión. Llegué a la mesa y Justin me observaba detenidamentebueno aquí esa el capitulo, espero que les guste, adios!!
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ME PERDISTE -L
RomanceMe Perdiste. Mi vida es un completo desastre, no le encuentro sentido. Mi estúpido corazón y yo no hemos podido superar a un solo hombre, no creo que voy a tener la libertad que quiero por un buen tiempo...pero yo misma he decidido ser la "esclava"...