Él rió sonoramente y la alegría me invadió. Me miró cautelosamente y me tomó de las manos por encima de la mesa.
-Eres la única para mí -me susurró mirándome con media sonrisa-
Las piernas me temblaron y de a no ser que estaba sentada hubiera caído de rodillas ante él.
-¿Me encargué de eso? -le pregunté divertida y volvió a reír-
-Sí, tu cuerpo lo hizo -dijo seductoramente y reí mientras me sonrojaba-Me besó las manos y le sonreí. En ése momento llegó un chico joven vestido con el uniforme de los camareros. Tenía unos ojos verdes muy lindos, me sonrió de medio lado mientras que Justin lo miraba con recelo. Me soltó las manos y vió el menú.
-Buenas noches -dijo el chico sonriendo mientras que sostenía una libreta y un bolígrafo entre sus manos- ¿Qué desean ordenar?
-Marianne, ¿qué quieres comer? -me preguntó Justin-
-No lo sé, pide tu primero -le dije sonrojándome de la pena mientras ocultaba mi rostro detrás del menú-Oí la risa del chico, genial, se burlaba de mí. Revisé el menú y lo dejé sobre la mesa. Me senté derecha mientras miraba a Justin, quien lucía impaciente.
Fruncí el ceño.
-¿Por qué no has pedido? -le pregunté-
-Te estoy esperando -respondió con semblante serio- ¿Qué comerás?
-El pollo con salsa bechamel y el contorno de puré de papa y un jugo de naranja -le dije rápidamente al chico, quien anotaba lo que yo decía-
Me serví un vaso de agua mientras miraba a Justin con una mueca.
-Quiero una sopa de mariscos y una coca-cola. Agrégale una ensalada César a la señorita, debe de estar hambrienta por el sexo que tuvimos en el auto -le dijo Justin al chico y me ahogué con el agua-Comencé a toser y me puse muy roja. Miré al chico quien no podía aguantar la risa y luego miré a Justin quien me sonreía divertidamente.
-Yo no quiero ninguna ensalada -dije mirando al chico mientras fruncía el ceño-
-Oh no, tráele ésa ensalada -me corrigió Justin- Debe de estar hambrienta ¿verdad? -le dijo al chico-
-Claro -dijo el chico riendo sonoramente- Un día mi ex se comió una caja entera de pizza después del sexo. Qué risa -dijo el chico volviendo a reír y sentí como el color me volvía a subir a las mejillas-Me hundí en mi asiento mientras miraba a Justin con enfado, él sonreía tranquilamente y me fastidiaba.
-Fue un gusto hablar contigo Bieber, me llamo Klein -dijo el chico tendiéndole la mano a Justin, él lo miró por unos segundos con asombro debido a su falta de formalidad-
-Eh, sí, un gusto Klein -dijo estrechándole la mano mientras yo los miraba con el ceño fruncido-
- Un gusto Marianne -dijo el chico con un poco de risa y luego me tomó la mano y la besó, me puse roja de la pena-
-Sí, un gusto -dije rápidamente- Voy al baño -dije levantándome del asiento y tomando mi bolso- Lindos ojos Klein -le dije con una sonrisa frustrada y casi salí corriendo al baño-Llegué al baño de mujeres y me adentré en él maldiciendo. Habían dos mujeres hablando acaloradamente acerca de un jugador de fútbol o algo así, se callaron en lo que notaron mi presencia y comenzaron a maquillarse. Me miré en el espejo y resoplé. Me peiné el cabello con los dedos y me retoqué el maquillaje.
-Eres Marianne Bieber ¿cierto? -me preguntó una de las mujeres con una sonrisa-
-Sí -le respondí con una mueca-
-¡Oh Dios! ¡Eres magnífica! -dijo dándome un abrazo repentinamente y la miré con confusión-
-Discúlpala, es una retrasada -me dijo la otra mujer con fastidio, reí-
-¡Retrasada tú, cara de pato! -le ladró la otra- Soy Anabelle y ella es Chloe, mi mejor amiga. Dios, ¡amo tu ropa! Y Justin es tan perfecto, dime cómo hiciste para enamorarlo -la chica hablaba muy rápido y con energía mientras me miraba con sus grandes ojos azules-
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ME PERDISTE -L
RomansaMe Perdiste. Mi vida es un completo desastre, no le encuentro sentido. Mi estúpido corazón y yo no hemos podido superar a un solo hombre, no creo que voy a tener la libertad que quiero por un buen tiempo...pero yo misma he decidido ser la "esclava"...