ME PERDISTE -L

Capitulo 31

-Creo que ir a cenar estaría bien -le sonreí- Pero no algo tan formal -hice una mueca y rió-
-¿Por qué? -dijo extrañado-
-Por una vez en tu vida ve a una cena usando jeans -le dije riendo y frunció el ceño-
-Lo haré -dijo sonriendo- pero no hoy.
-Bien -refunfuñé y besó mi frente mientras reía-
-¿quieres irte? -preguntó mirándome-
-Todavía no -respondí- ¿tú te quieres ir?

Negó con la cabeza. Volví a recostar mi cabeza en su pecho y oí los rítmicos latidos de su corazón. Suspiré y cerré los ojos. Me acercó totalmente a su cuerpo y enredó sus brazos alrededor de mi cintura, me dio sueño.

-Te dormirás -dijo riendo, sonreí-
-¿Y qué? -le dije abriendo los ojos y mirándolo- dijiste que podría dormir aquí.
-¿en verdad tienes sueño amor? -preguntó mirándome divertido-
-Un poco -le sonreí jugueteando con su cabello- Pero tú debes de estar más cansado, madrugaste.
-En la noche descanso -dijo encogiéndose de hombros-

Rodé los ojos divertida y me levanté de la manta.

-¿qué haces? -preguntó extrañando-
-Levántate, quiero caminar un rato -le dije extendiéndole mi mano-

Se levantó igualmente de la manta y tomó mi mano. Quería caminar un poco entre los hermosos campos de flores, había una brisa bastante deliciosa. Me encantaba ése lugar, pero más que todo, me encantaba lo detallista que era él.

Bajamos la colina y me adentré entre los girasoles, miré a Justin y sonreí, me sonrió de vuelta.

-¿Te gusta? -dijo amarrando sus brazos a mí cintura-
-Me encanta -dije mirando sus labios-

Se acercó a mi boca y me dio un beso, coloqué mis manos en su espalda y me acercó más a su cuerpo. Incorporó su lengua en mi boca y ví el cielo, solté un jadeó.

-No sabes las ganas que tengo de hacerte el amor -dijo adentrando sus manos por debajo de la franela y besando mi cuello-
-Te amo mucho -dije mientras reía, negó divertidamente con la cabeza-
-Yo más -dijo acariciando mi ondulado cabello- Pero me estás matando -dijo haciendo un puchero y abrazándome, reí-
-Lo siento pero no confesaré nada por el momento -le dije divertida e hizo otro puchero- No Justin -dije volviendo a reír-
-Diablos, haré que hables como sea -dijo decidido-
-A ver qué tienes bajo la manga -dije guiñándole el ojo y siguiendo la caminata-

Sentí sus pasos detrás de mí y luego lo ví a mi lado, mirándome con los ojos entrecerrados, reí. Me tomó la mano y besó cada uno de mis dedos. Me sonrojé y seguí caminando. Se detuvo poco minutos después y arrancó un girasol.

-¿qué haces? -pregunté extrañada-
-Llevaremos algunos a la casa -dijo mirándome con media sonrisa-
-Bien, te ayudo -dije cortando otro girasol-

Creo que llevábamos más de unas dos docenas entre brazos hacia el auto. Justin las dejó allí y seguimos caminando y hablando por un rato más. Luego, unas dos horas después, retomamos el 'almuerzo' y seguimos tomando vino. Estaba un poco mareada, efecto del mencionado vino. Volví a recostarme en el pecho de Justin y me acarició el rostro, pestañeé varias veces.

-¿no estás mareado? -hablaba lentamente-
-No. ¿tú sí? -me respondió él-
-Sí, un poco -le dije- Creo que tomé mucho vino.
-Sí, tomaste más que yo -ví que sonrió de medio lado, estaba viendo medio borroso-
-¿Estás tratando de emborracharme? -reí tontamente-
-No -también rió- Nunca haría eso.
-Más te vale -dije dando unas palmadas a su pecho-
-¿Quieres irte? -preguntó mirándome a los ojos-
-Sí, me está doliendo la cabeza -dije haciendo un puchero-
-Bien, déjame recoger todo -dijo besando mis labios y levantándose de la manta-

Lo ví moverse ágilmente mientras guardaba unas cosas en la cesta y la llevaba al auto. Se colocó sus zapatos y tomó los míos para luego sentarse a mi lado y colocarme los míos. Luego me tendió la mano y me levanté, uhg, estaba más mareada y me tambaleé un poco.