Capitulo 15

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Cuando le iba a responder, el pequeño Howard dejó de abrazarme y miró confundido a Justin.

-¿Quién es él, Marianne? -me preguntó tímidamente-
-Él es Justin, castaño, es mi esposo -dije tartamudeando-
-Ah, es muy alto -me dijo con una risita, yo me sonrojé-

Seguí inmóvil en las escaleras mientras Justin me miraba expectante con una sonrisa pícara; mientras Ana me miraba con una cara de complicidad.

Oh Dios, que sorpresa tan bella en éste día. Terminé de bajar las escaleras y con cada escalón que pisaba Justin se hacía más alto y hermoso. Cuando estuve lo suficientemente cerca, me sonrojé aún más.

-Castaño, ¿quieres que te baje? -le pregunté a Howard y el negó con la cabeza, mientras miraba con recelo a Justin- toma Ana -dije entregándole el bolso- Es un niño estupendo el que tienes cómo nieto -dije mirando a Justin, él frunció el ceño-
-¿Él es tu nieto Ana? -preguntó Justin- Se ve encantador -dijo fijando su mirada en mí-
-Sí, muchas gracias por bañarlo Marianne -dijo Ana tímidamente-
-Por nada; cuando quieras puedes traerlo otra vez -dije mientras le sonreía-

Se hizo el silencio en la habitación, mientras Justin y yo nos mirábamos fijamente.

-Creo que ya debemos irnos Howard -dijo Ana- Ya todo está limpio.
-No quiero irme -dijo el pequeño abrazándome más fuerte, yo me sonrojé-
-Castaño, mírame -le dije al oído, él lo hizo- ¿Quieres venir mañana? -le pregunté y asintió con la cabeza- Bien, tu abuelita está cansada, ¿por qué no le colaboras un poco? Prometo que mañana podrás venir todo el tiempo que quieras, ¿está bien? -el pequeño hizo un puchero, pero al final asintió con la cabeza- Bien; fue un gusto conocerte castaño, eres toda una hermosura -dije nostálgica mientras lo abrazaba-
-Te quiero Marianne -dijo mirándome con timidez y solté un "ow"-
-Yo también, castaño -dije bajándolo mientras Justin me miraba impresionado- Mañana podemos estar un rato en la piscina, empacas un traje de baño ¿bien? -le pregunté colocándome en cuclillas, mientras acariciaba su cabello él asintió sonriente- Adiós castaño -dije y besó mi mejilla- adiós Ana, nos vemos mañana. Gracias. -dije sonriendo-
-Por nada. Hasta mañana, que pasen una buena tarde. -dijo, tomó sus cosas y a Howard, para luego cruzar la puerta principal y dejarnos solos-

Y allí empezó todo, la guerra de mariposas que había en mi estómago era increíble, sentía de todo; me sonrojé al máximo. Oh, qué vergüenza, qué vergüenza tengo. Ni encuentro las palabras adecuadas para hablar.

-¿Sorpresa? -dijo riendo mientras se acercaba a mí- Quería que te quedaras justo cómo estás, paralizada y yo, bu... -dijo y no lo dejé terminar y me lancé a sus brazos, probando al fin sus labios-
-Cállate, eres un estúpido, ¿Cómo se te ocurre apa...? -no me dejó terminar y me dio un beso-
-No me interrumpas, eres una mal educada, más b... -no lo dejé terminar y le robé un beso-
-Cállate -susurré- ¡Oh! -exclamé y enrollé mis brazos en su cuello, él colocó sus manos en mi cintura- ¡Te extrañé tanto! La soledad me iba a matar -dije riendo-
-Yo también te extrañé ángel -dijo tomando mi rostro entre sus manos y besó mi frente- te extrañé muchísimo -dijo en un susurro, cerré mis ojos- ¿Con que Castaño, eh? -dijo y abrí los ojos, tenía el ceño fruncido, a lo que yo reí-
-¿Celoso? -pregunté divertida- Es un niño encantador -dije riendo-
-Sí. -dijo alargadamente- ¿Cuántos años tiene? -dijo soltando mi rostro y sentándose en el sofá-
-Siete -dije mientras lo veía tomar zumo de mango- ¿Te gustó?
-Sí -dijo mirando el vaso- Está delicioso. ¿Tú lo hiciste? -preguntó y yo asentí con la cabeza- Te quedó excelente.
-Gracias -dije sonrojándome-
-Haz estado todo éste tiempo con la cara roja ¿lo sabes no? -preguntó pícaro y yo asentí con una risita, poniéndome más roja aún Justin rió-



ME PERDISTE -LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora