ME PERDISTE -L

Capitulo 27

-¿Ya me dirás? -preguntó divertido y solté una carcajada-
-No -dije con la cara roja-
-¡Oh, vamos! -dijo sonriendo y volví a reír-
-Después te digo -le dije tocando su marcado abdomen-
-Dime ya -dijo pícaro-
-No -sonreí-

Cruzó los brazos sobre su pecho y me miró entornando los ojos, me reí y frunció el ceño. Me levanté del acolchado e imité su pose y sus muecas, al poco tiempo me rodeó con sus brazos y solté una carcajada. Había olvidado que seguía desnuda.

-Muy graciosa -dijo en mis labios, sonreí ampliamente-
-Gracias -dije besándole el cachete-
Me miró con ojos entornados, reí.
-¿Qué? -dije divertida-
-Amo que rías tanto -dijo y sonreí- Y que sonrías y que te sonrojes -dijo mirándome a los ojos y tuve que esconder la cara en su cuello, me ruboricé y lo abracé-
-Yo amo todo de ti -dije besando su hombro-

Sentí que acariciaba mi espalda. Me besó inesperadamente y dí un respingo, invadí su boca y me apretó contra él; apoyé mis manos en su cara y al poco tiempo las fui bajando a través de su cuerpo hasta llegar a la elástica del bóxer, dejó de besarme.

-No -dijo divertido-
¿Qué? ¿Dijo que no?
-¿Por qué? ¿no quieres? -dije confusa-
-Claro que quiero -dijo con voz ronca- Pero será un rotundo no, hasta que me digas por qué sonreías allá -apuntó la puerta, bufé divertida-
-No seas malo -le dije con una mueca-
-Soy justo -dijo volviendo a besarme-
Repentinamente llegó la luz y me encandiló unos segundos, al igual que a Justin.
-Ven -tomó mi mano y me jaló-

Salimos de allí y fuimos a la habitación, apagué las velas y me coloqué mi ropa interior . Justin se metió en el baño, tomé las velas y salí de la habitación, bajé las escaleras y fui a la cocina. Dejé las velas en su lugar y rebusqué en el estante el tarro de nutella, necesitaba chocolate para la frustración, Justin a veces me dejaba muy pero muy frustrada. Encontré el tarro y busqué una cuchara, le quité la tapa al frasco y hundí la cuchara en él, comencé a disfrutar del chocolate en mi boca y subí las escaleras. Cuando entré al cuarto oí el sonido de la regadera, Justin se estaba bañando. Me acosté en la cama y prendí la televisión; seguía comiendo Nutella y cambiaba los canales, hasta que ví que pasaban la película 'One day', dejé ése canal y comencé a verla mientras seguía disfrutando del chocolate, amaba ésa película.

Cuando Justin salió del baño yo estaba hecha un mar de lágrimas con Nutella, cuando él me vió rápidamente me envolvió en sus brazos y yo seguía llorando y balbuceando palabras sin sentido.
-¿Qué pasa? -preguntó alarmado-
-Emma se murió -dije apuntando al televisor-
Sentí que la respiración de Justin se calmó, la primera que ví ésa película con él fue un desastre, no podía dejar de llorar.
-¿Es en serio? -dijo, oh, ¿se enojó?-
-Dexter está solo, míralo -seguí sollozando mientras veía la escena en donde estaba golpeado-
-Ya deja de ver eso -dijo besando mi cabello-
-Ay -dije suspirando y me limpié las lágrimas-
-Creí que era una mala noticia ó algo así -rodó los ojos y reí-
-Perdón -dije ruborizada-
-¿Quieres un pañuelo? -preguntó en mi oído-
-Sí -susurré-

Me volví a recostar en mi almohada mientras veía a Justin ir al baño. Centré mis ojos en la película y seguí llorando involuntariamente. Justin se apareció con una caja de pañuelos; me la dio y besó mi frente. Yo tomé uno y me soplé la nariz de una manera muy poco femenina, seguí comiendo Nutella, en poco tiempo había llenado la cama de pañuelos y ya Justin se había vestido, había estado observando la escena divertido. Cuando terminó la película recogí los pañuelos y los voté, sentía los párpados pesados. Eran las 9 y media de la noche. Fui al baño y lavé mi cara, cuando salí era Justin él que comía nutella, sonreí de soslayo y me acosté en la cama, en poco tiempo sentí sus brazos rodeándome.

-¿Quieres más Nutella? -preguntó, negué, me había empalagado- Ok -respondió besando mi mejilla-
Se levantó de la cama.
-¿A dónde vas? -dije mirándolo-
-A la cocina, ¿quieres algo? -preguntó-
-Agua -respondí-

Me guiñó el ojo y salió de la habitación, llevaba unos bóxers blancos. Al los pocos minutos regresó con un vaso de agua, me lo dio y me la bebí toda en poco tiempo.

-Gracias -dije recostando mi cabeza en su pecho-
-Por nada -dijo posando sus manos en mi cintura-

Me abracé más a él y cerré los ojos. Al poco tiempo estaba soñando con unos ojos color miel cautivadores.