ME PERDISTE -L

Capitulo 35

No pude evitar sonrojarme y seguí comiendo mi pollo. Pocos segundos después Justin me miraba de una manera extraña.

-¿Qué pasa? -pregunté mirándolo con confusión-
-No has tocado tu ensalada -dijo tomando su refresco y dejé de masticar. Él sonrió-
-No pienso comerme ésa ensalada, cómetela tú -le dije mientras fruncía el ceño-
-La hambrienta aquí eres tú -susurró con una sonrisa-
-No, con mi pollo estoy bien -le respondí apretando los dientes-
-¿Estás segura cariño? -preguntó con diversión-
-Sí corazón -dije imitando su tono, rió-
-Está bien, yo la tomaré -dijo inclinando un poco su cabeza-

Lo miré en silencio y el tomó el pequeño tazón con la ensalada, que no se veía nada mal, pinchó las verduras y se las llevó a la boca, luego me miró con regocijo.

-Está buena la ensalada -dijo y pinchó otro puñado de verduras- prueba -dijo y extendió el tenedor hasta mi boca-

Miré el tenedor y luego lo miré a él, elevó el tenedor un poco más a mis labios, abrí la boca y deslicé lentamente la verdura en ella, mastiqué y asentí con la cabeza. Terminamos de cenar en silencio y al final Justin pidió una botella de vino, sirvió dos copas y me entregó la mía mirándome silenciosamente. Tomé un sorbo y lo miré distraídamente por unos segundos.

-No hemos concertado nada acerca de la cena familiar -habló de repente-
-Es cierto. Tengo que... llamar a mis padres, para ver cuándo pueden venir -le respondí- Deberías de visitar a tu madre, ¿hace mucho que no la ves?
-No, no. Siempre la veo. La visité hace unas dos semanas -dijo y me sorprendí-
-Creí que no mantenías contacto con ella -dije sonrosada-
-¿Por qué? -preguntó extrañado-
-No lo sé -me encogí de hombros- Sólo lo supuse
-¿Invitarás a tu hermana? -preguntó-
-Sí -dije- ¿ó no quieres? -dije haciendo una mueca-
-Claro que sí -dijo moviendo su cabeza-
-Bien, ¿Para cuándo sería ésa cena? -hice otra mueca y lo miré-
-No lo sé. Dentro de dos semanas quizás -dijo encogiéndose de hombros tranquilamente-

Asentí con la cabeza y bebí otro poco de vino.

Hubo unos segundos de silencio.

-Te ves hermosa hoy -le oí susurrar mientras me miraba provocativamente-
-Gracias cariño -le dije sonriendo y volví a tomar otro trago-
-¿Quieres algún postre? -preguntó-
-No, estoy bien -dije tomando su mano y entrelazó nuestros dedos-
-¿Y más vino? -preguntó con una sonrisa-
-¿Tratas de emborracharme? -pregunté divertida y rió-
-No, hoy no -siguió sonriendo-
-Voy a pedir la cuenta -dijo suavemente y asentí-

Movió la mano en el aire dirigiéndose a un mesero y cuando se acercó a la mesa le dijo que trajera la cuenta, a los minutos pagó. Se levantó de su asiento y me ofreció su mano, la tomé y me levanté. Crucé mi brazo alrededor del suyo y comenzamos a caminar entre las mesas, con algunas miradas sobre nosotros. Llegamos a la puerta y al cruzarla un montón de flashes estaban frente a nosotros, Justin frunció el ceño, me rodeó con sus brazos y caminamos lo más rápido posible hacia nuestro auto; al llegar Justin me abrió la puerta y me introduje en éste. Luego él se montó y salimos de allí.

-Malditos paparazzis -susurró a regañadientes-
-Son una plaga -comenté negando con la cabeza-

Justin suspiró y colocó el auto en marcha hacia la casa. En el camino reinó el silencio... al llegar, Justin abrió el portón e introdujo el auto, lo estacionó y apagó el motor. Se bajó y rodeó el auto, me abrió la puerta y me ayudó a bajarme. Activó la alarma del auto y entramos a la casa, me dio un beso en la mejilla y lo abracé. Luego lo ví dirigirse a la cocina y subí las escaleras, me quité los zapatos y el vestido. Dejé todo en su lugar y entré al baño, me lavé la cara y me cepillé los dientes. Cuando regresé a la habitación, Justin estaba sentado en la cama quitándose los zapatos, me miró y volvió a su tarea; luego se levantó y se quitó el saco, la corbata y camisa. Yo caminé al clóset y me cubrí con una sudadera gris, en ése momento Justin se bajó el pantalón y se lo retiró de los pies en silencio. Guardó su ropa y volvió a salir de la habitación.