Capitulo 24

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-Tu rubor combina perfectamente con tu bañador -dijo Justin en un susurro, estando a mi lado-

Y cómo tonta, me ruboricé más. Él rió animadamente, tenía a Howard entre brazos.

-Marianne -dijo el castaño y estiró sus brazos hacia mí-

Justin me lo pasó y enroscó sus piernas a mi cuerpo, y se acostó apoyando su cabeza en mi hombro, yo lo abracé. Justin me miraba con media sonrisa en su boca.

-Tienes sueño ¿cierto? -le pregunté-
-Sí -susurró-
-Vamos con Ana, entonces -le dije- Amor, ¿me acompañas? -le pregunté a Justin-
-No, nadaré un rato. Lleva al campeón -dijo y frotó su cabello, sentí al castaño sonreír-

Antes de que avanzara hacia las escaleras, Justin tomó de mi rostro y me dio un gran beso, invadiendo mi boca, mordí su labio y luego le dí varios besos en el cachete; el fuerte cosquilleo volvió a mi cuerpo.

-Amo que me digas 'amor' -susurró audible sólo para los dos-

Besó mi mano y le sonreí; avancé hasta las escaleras y salí de la piscina, fui hasta las tumbonas y le coloqué la toalla al castaño encima. Después buscaría mis cosas... crucé el puente y entré a la cocina, Ana tomaba un vaso de agua estando recostada a la isla. Cuando nos vió, se enderezó y me tendió sus brazos en cuanto llegué a su lado.

-Castaño, nana te cambiará -le dije al oído-

Howard alzó el rostro y vió a su abuela, Ana lo tomó y avanzó hasta la sala.

-Marianne, ¿duermes conmigo? -preguntó el castaño antes de que Ana estuviera subiendo las escaleras-
-Claro castaño, yo te espero -le dije sonriendo-

Volvió a recostar su cabeza en el hombro de Ana y ella subió, yo me devolví al jardín a buscar mis cosas, crucé de nuevo el puente y llegué a las tumbonas, Justin no se veía, debía de estar nadando, y así lo comprobé al ver su silueta bajo el agua. Tomé las cotizas y la franela de Howard, mi vestido, las sandalias y el bloqueador solar.

Me volteé y ví a Justin con sus brazos apoyados en el borde de la piscina, me miraba con un aire divertido. De repente improvisó una cara triste.

-Ow, voltéate, tenía un buen paisaje de tu cuerpo -dijo con picardía y sonrió. Yo reí-
-Tonto -dije sonrojada- Allí te dejó mi toalla -dije ladeando la cabeza hacia la tumbona-
-Yo entraré en un rato -susurró pensativo, con los ojos entornados-
-¿qué? -pregunté divertida-
-Nada -dijo haciendo una mueca con su boca- Bésame.

Me acerqué a la piscina y me arrodillé frente a él, bajé mi cabeza y Justin subió la de él hasta conectar mis labios con los suyos. Apretó suavemente mis muslos y yo moví mi boca, no podía agarrarlo por las cosas que llevaba en la mano.

Su boca es el principio del paraíso, de mi paraíso.

Se despegó de mi boca, pasó su mano por mi cabello y la dejó sujetando mi rostro. Yo lo miraba atenta, nunca sabía qué iba a hacer ó decir Justin, todos sus pensamientos eran un misterio, me encantaba que fuera así. Sentía que todo era tan irreal.

Miró mis labios por un largo rato, sentía el silencio que había en ése momento y entre abrí mis labios, sentía que me faltaba el oxígeno para poder rmirarlo. Él se mostraba cauto mientras acariciaba mi rostro.

-Eres la mujer más preciosa que he visto -susurró pasando sus dedos por mi boca-
-Tú eres el mejor hombre que existe -le dije con los ojos brillosos de las lágrimas-

Él rió suavemente y calló por un momento.

-No lo soy -dijo pensativo- Te menosprecié por largos años y t... -dijo serio-
-Calla, por favor -dije y me tembló el cuerpo- Eso es cosa del pasado, me has demostrado que no quieres seguir así, ¿cierto? -dije y tuve que soltar lo que tenía en mano-

Justin se quedó por largos segundos mirando mis rodillas sin decir nada, lo cual me espantó. Al poco tiempo suspiró y asintió con la cabeza. El aire me volvió al cuerpo.

-No quiero hablar este tema así, ¿está bien? Vé a la casa y hablamos más tarde -dijo un poco cortante y la decepción volvió a mí-

Sólo pude asentir con la cabeza y bajar mi mirada. Cuando tomé las cosas que había dejado caer de mis manos e iba a levantarme del suelo, él me sujeto la mano y me obligó a mirarlo.

-Te amo con mi alma -dijo sujetando mi rostro y tuve que retener las lágrimas que querían escaparse de mis ojos, yo asentí-

Me solté de su agarre y ví la preocupación en sus ojos, ése sentimiento de esclavitud había vuelto a mí, y no podía con el dolor en mi pecho, sus palabras dolían en lo más profundo de mi pecho y ya al voltearme y dirigirme hacia el pequeño las lágrimas rodaban por mis mejillas. Me las limpié como pude y entré a la casa.

Ví a Ana con Howard en brazos. Le entregué sus cosas y el castaño me miró.

-¿ya dormirás conmigo? -preguntó-
-Sí, ven -le dije estirando los brazos-

Ana me lo dio.

-¿te encuentras bien, cariño? -preguntó ella con el ceño fruncido-
-Sí Ana, tranquila -dije y forcé una sonrisa-

Ella asintió con la cabeza y yo acaricié su cabello negro. Crucé la sala y subí las escaleras; entré a la habitación y deposité a Howard en la cama.

-Castaño, me cambiaré y regreso ¿okey? Ponte cómodo -él me miró somnoliento y susurró un 'sí'-

Dejé la crema en mi peinadora y la ropa que me había puesto en su puesto. Tomé otras prendas del clóset y me introduje en el baño. Me dí una rápida ducha y me vestí y peiné, quería estar cómoda {}, y más teniendo los ánimos por el suelo. Dí un suspiro y salí del baño. Howard se encontraba completamente extendido en el lado de Justin, el edredón lo tapaba hasta la barbilla y un suave ronquido se introducía en el silencio, sonreí un poco y ví la hora en la mesa de noche; 4:27pm. Ana se iría a eso de las 06:00pm. Me introduje por debajo del edredón y los músculos de mi espalda se relajaron, cerré los ojos y recordé las palabras que Justin me había dicho hacia unos minutos, inevitablemente comencé a llorar hasta quedarme dormida.

ME PERDISTE -LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora