Capitulo 16

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-¿Con qué una reunión, eh? Y te ibas levantando. -dije pícara, mientras cruzaba los brazos-

Justin rió y dejó el vaso en la mesa de estar.

-Pues, sí hablábamos más tiempo ibas a saber que estaba en un avión, no quería arruinar nada -dijo colocando sus manos detrás de la cabeza y los pies extendidos-
-Hubiera preferido que me dijeras -dije todavía con los brazos cruzados-

Él rió aún más. Se acomodó y me jaló hacia él por la pretina del jean, caí sentada en sus piernas.

-No te enojes, por favor -susurró en mi boca, tomándome del cuello-
-No estoy enojada -respondí pausadamente-
-Qué bueno -dijo sonriendo- te amo.
-Yo más -dije y besé sus labios-

Él colocó mis piernas alrededor de su cintura y yo comencé a acariciar su cabello, la intensidad del beso se hacía notar, colocó sus manos en mi espalda y me empujaba hacia él mientras penetraba mi boca con su lengua, me encanta su sabor a zumo de mango.

De repente se levantó del sofá, llevándome en peso hacia las escaleras.

-¿A dónde vas? -pregunté riendo-
-A la habitación -respondió pícaro mientras sonreía-

Yo reí y lo abracé, él comenzó a subir los escalones y yo mordí su hombro, él lo retiró inmediatamente.

-Oye -alargó quejándose- ¿por qué me muerdes? -preguntó con el ceño fruncido-
-Porque me provoca -dije riendo tontamente- Tú provocas mucho -susurré y me acerqué lentamente a su cuello para después morderlo, su piel se erizó-
-Basta -jadeó- ¿ó quieres que te folle en las escaleras? -dijo deteniendo su paso-

Yo negué con la cabeza y me sonrojé, él rió y mordió mi labio inferior, yo jadeé. Terminó de subir las escaleras y entró en la habitación. Se detuvo un momento en la puerta y aspiró lentamente, cerrando los ojos.

-¿Qué hueles? -yo reí-
-Huele a ti -dijo dibujando una sonrisa en sus labios mientras abría los ojos-
-¿Huelo bien? -pregunté sonrojándome-
-Eres mi fragancia favorita -susurró en mi boca-

Me sonrojé aún más y le dí un pequeño beso en la nariz, él sonrió. Entró en la habitación y cerró la puerta. Yo miraba detenidamente su hermoso rostro mientras él dirigía su mirada a un lado de la habitación, frunció el ceño.

-¿Qué es eso? -preguntó riendo-
-¿Qué cosa? -pregunté todavía mirándolo-
-Eso -dijo señalando el collage de fotos en la pared-
-Ah -dije sonrojándome- Yo... ahm, yo lo hice el día en que te fuiste de viaje -respondí nerviosa y vi que sonrió-
-Quedó muy bonito allí -dijo mirándome a los ojos, me sonrojé más-
-Gracias -dije tímida- Ya me puedes bajar -dije riendo-
-Sí tú lo prefieres... -alargó y me bajó de sus brazos- Enana -dijo acariciando mi cabello, me sonrojé-
-No, tú eres muy alto -dije sonriendo, él rió-
-Tal vez -dijo pícaro- Me gustó mucho el collage -dijo dirigiéndose a dónde estaba éste-
-Bien, estaba aburrida -dije colocándome a su lado, frente al collage-

Se sentó en el suelo, admirando cada imagen. Yo notaba nerviosa su rostro; al principio era de confusión, luego reía y tocaba algunas, acariciándolas con la yema de sus dedos, con otras reía tontamente y con otras se notaba extremadamente serio. No sabía qué pensar...

Me miró y sonrió, yo no pude evitar hacer lo mismo, tomó mi mano y la jaló. Me senté en el suelo junto a él. Justin me miraba mientras yo observaba las imágenes; todo estaba en un tormentoso silencio. Tomó mi rostro con una mano y captó mi mirada, yo mostraba miedo en ése momento. Me mostró su dedo anular; tenía puesto el anillo de matrimonio, yo palidecí y lo miré acopladamente sorprendida. Me sonrojé muchísimo y bajé la mirada, él me veía confuso; solté una ligera risa y volví a mirarlo. Le enseñé mi dedo anular y allí estaba mi anillo; él me miró seriamente. Entrelacé su mano izquierda con la mía, mirándolo tiernamente.

De un momento a otro estaba en sus brazos, me acurrucaba en su pecho y hundía su nariz en mis cabellos, mientras los acariciaba suavemente. Me apretaba contra él, se sentía inseguro; cómo un niño pequeño perdido en un bosque tratando de encontrar una salida.

-Te quiero siempre a mi lado -le oí susurrar con voz temblorosa, se me cristalizaron los ojos-
-Siempre lo he estado y siempre lo estaré -respondí ya llorando-

No dijo nada y limpió mis lágrimas con sus labios. Besó mi frente y me miró a los ojos.

-¿Sabes que eres lo más hermoso que me ha pasado? -preguntó con los ojos cristalizados, mi llanto aumentó mientras lo observaba, negué con la cabeza- Pues eres éso y mucho más, ma petit.

ME PERDISTE -LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora