ME PERDISTE -L

Capitulo 32

-Estás hermosa -dijo acercándose a mí-
-No me he maquillado -inquirí alzando una ceja-
-No lo necesitas -dijo alzando mi rostro con sus manos y plantándome un beso en la boca-

Abrí mis ojos mientras lo besaba y vi su toalla amenazando con caerse, le sonreí y la jalé, Jusin dio un respingo y se separó de mis labios. Enredé la toalla en mi cuerpo y mi mirada amenazaba con fijarse en su erección.

-¿Qué rayos haces? -preguntó sorprendido-
-Vístete -le ordené con una sonrisa pícara-
Negó con la cabeza mientras reía.
-Dame la toalla -dijo jalándola pero yo estaba sentada sobre ella-
-No la necesitas, vístete -dije mirando el espejo mientras aplicaba el polvo en mi rostro-

Estaba a punto de aplicarme el rubor cuando lo miré, seguía parado a mi lado con los brazos cruzados. Apreté los labios para aguantar la risa.

-¿Qué haré contigo? -preguntó negando con la cabeza-
-Ámame -le susurré colocando las manos en mis piernas-
-Más no puedo hacerlo -me contestó agachándose frente a mí-
Lo miré con una sonrisa y agaché la cabeza. Me tomó del mentón y plantó otro beso en mi boca.
-Vístete -volví a sonreír y él rió-
-Como usted ordene -dijo y me dio un pico-

Se levantó y fué al clóset, yo seguí maquillándome y poco tiempo después estaba lista. Me quedé allí sentada viendo como Justin se vestía, él me miraba de reojo. Eran más de las seis de la tarde. Me levanté del asiento y dejé la toalla en el baño. Justin estaba peinando su hermoso cabello... portaba un traje de seda gris (que me encantaba) con una camisa blanca sin corbata, tenía los dos primeros botones desabrochados y se veía un poco de su pecho. Estaba recién afeitado y lucía más hermoso de lo normal, me mordí el labio y sentí un cosquilleo en las costillas cuando me miró.

-¿Qué pasa? -se oyó su voz ronca-
-Nada -dije sacudiendo la cabeza, media sonrisa se posó en su boca-
Puse los ojos en blanco.
-Oh Justin, dejé los girasoles en el auto. Dame las llaves -dije caminando hacia él-
-Están en mi mesa de noche -dijo señalándola-

Caminé hasta allí y las tomé. Fui hasta la puerta y salí de la habitación. Bajé las escaleras y salí de la casa. Desactivé la alarma del auto y tomé las flores del asiento trasero. Volví a activar la alarma del auto y me adentré en la casa. Caminé hasta la cocina y busqué un jarrón alto de vidrio, le eché agua y metí allí las flores. Tomé la llave del auto y volví a subir a la habitación. Justin estaba sentado en la cama, me miró cuando entré.

-¿Nos vamos? -preguntó y se levantó-
-Claro -le sonreí-

Tomé mi bolso y Justin me esperaba en la puerta, me posicioné junto a él y salimos para luego bajar las escaleras. Tomó mi mano y salimos de la casa, le dí las llaves del camaro y desactivó la alarma. Rodeó el auto, todavía sujetándome de la mano, ví que se chupó el labio y me abrió la puerta, lo miré por unos segundos y me introducí en el auto, cerró la puerta, dio la vuelta y se introdujo él. Encendió el auto y salimos de la propiedad luego de cruzar el portón.

-¿A cuál restaurante iremos? -le pregunté cuando paró en un semáforo-
-A uno bueno -dijo encogiéndose de hombros-
Negué con la cabeza mientras sonreía y crucé las piernas.
-No hagas eso -dijo cuando el semáforo estuvo en verde y siguió adelante, lo miré confundida-
-¿Qué cosa? -le pregunté-
-Cruzar las piernas, me distrae -dijo y me miró por unos instantes-
Me reí y las descrucé, una sonrisa se posó en los labios de Justin.
-Me gusta mucho tu traje -dije recostándome en la ventana para poder mirarlo- Es mi favorito -subí las piernas a mi asiento-
-¿Sí? -dijo pensativo, iba en una calle poco transitada-
-Sí -afirmé en un susurro-
-Pues es mi favorito entonces -rió un poco-

Sonreí y no dije nada, sólo seguí mirándolo. Su perfil es hermoso, como él. Estaba relajado, llevaba las piernas ligeramente separadas y su mano izquierda en una pierna, con la boca entreabierta y la mirada concentrada en el camino. Tenía mucho tiempo sin detallar su perfil...

En los estúpidos cuatro años que estuve sin mantener contacto con él no salía en su auto y por supuesto que tampoco salía con él, no lo miraba ni siquiera, me daba pena y tenía la sensación de que si lo hacía me iba a reprochar o a gritarme. Me la mantuve leyendo en la habitación, a veces Justin me hablaba, queriendo establecer una conversación conmigo y yo lo ignoraba o le daba respuestas cortas sin alzar la mirada del libro o lo que estuviera en mis manos. Otras veces también me invitaba a salir o me regalaba una flor, yo lo rechazaba, estaba sumida en una maldita depresión.

Estaba sumida en el pensamiento de que él ya no me amaba, que ya no quería nada conmigo y dejaba pasar ésos pequeños detalles de las invitaciones y de que quería hablarme, no estaba lista, no tuve valor suficiente. De seguro fue por eso que cuando me invitó a cenar hacía más de una semana no me preguntó que si quería ir, sólo me dijo que me buscaría, agradezco a los cielos por haberme alistado ése día, sino hubiéramos peleado o algo así.

Siempre hubo peleas fuertes, me gritaba mucho pero nunca llegó a ponerme un dedo encima. Supongo que su infancia influenció mucho en cómo es su carácter, refiriéndome a cuando está agresivo... sus papás se separaron dos veces y volvieron cuando él tuvo 10 años, pero vivían en constante guerra verbal, su padre trabajaba en un banco y su madre limpiaba casas... ella siempre insinuaba que él tenía una amante y él lo negaba constantemente y así iniciaban una gran pelea, que Justin siempre presenciaba, él me contó que lloraba mucho y les decía que pararan ó me dijo que eso recuerda, siempre me rompe el corazón recordar éso. Luego me dijo que una vez, en ésas peleas su padre estaba borracho y tiró una botella contra una pared junto a su mamá, me dijo que su madre se asustó tanto que le pidió el divorcio y se mudó con Justin, él tenía 12 años. Me dijo que a veces no tenían comida, que eran muy pobres pero que él trabajó para ayudar a su mamá y ella luego lo envió a la escuela cuando él tenía 13 años y terminó sus estudios graduándose con honores, nunca más supo de su padre... fue a la universidad y estudió administración de empresas y fundó la suya, le compró una casa a su mamá y la mantiene, pero no sé si la visita, no sé nada más de ella. Por eso creo que Justin a veces es tan frío y cortante con las personas. Su infancia debió de afectarle mucho...
-¿Puedes dejar de mirarme así? -me dijo Justin parando el auto en no sé dónde, me sobresalté-
-¿Cómo te estoy mirando? -le dije y me miró, soltó una risa y se pasó las manos por el cabello-
-Me distraes -susurró mojándose los labios y me invadió un cosquilleo en el cuerpo-
Reí y me mojé los labios mientras me ponía nerviosa.
-Bien... -dije pensativa- no puedo cruzar las piernas ni mirarte, ¿algo más? -le dije con una sonrisa pícara-
-No te mojes los labios -dijo acercándose a mí, reí- No seas tan hermosa -dijo sobre mis labios y me tomó del cuello para empujarme a su boca-
Oh, otra vez en el paraíso de su boca.

Me tomó de la cintura y me alzó, depositándome sobre él, me colocó las piernas una a cada lado de su cadera, mi vestido automáticamente se subió más allá de mis muslos, dí un respingo cuando introdujo su lengua en mi boca.

-Justin, ¿qué haces? -dije mientras besaba mi cuello, posé las manos en su nuca-
-¿Qué crees que hago? -dijo besando la entrada a mi senos, millones de cosquilleos me recorrían el cuerpo-

No dije nada más y cerré los ojos. Tomó mis senos entre sus manos y los acarició y masajeó por encima del vestido, solté un jadeo y eché la cabeza hacia atrás. Sentí su erección muy cerca de mi feminidad y abrí los ojos. Formé una 'o' con la boca cuando sentí sus manos más allá de mis muslos.

-Justin no, nos verá alguien -dije y le dí un beso en el cuello, pegó su boca a mi mejilla-
-No me importa. Dios, te juro que se me romperá el pantalón.Te deseo. Aquí y ahora, ¿tú no me deseas? -dijo mirándome a los ojos mientras me acariciaba el cabello-
-Sí, pero... -dije y me interrumpió-
-Pero nada nena, no hay más que decir -dijo y en sus ojos se poso ése matiz oscuro que tanto me volvía loca- Pero... -susurró- que te haga el amor aquí no es significado de que no me vas a decir lo que tanto pasaba por tu cabeza -dijo ahora con un matiz de diversión en su voz, reí-
-Eres insaciable -sonreí- Prometo decírtelo en el lugar más inapropiado -sonreí de lado-
-Eres malvada -hizo un puchero, se veía tan tierno- Te amo.
-Yo también dulzura -dije y me besó-
-¿Dulzura? -dijo sonriendo-
-Sí -reí- Eres dulce -dije dejando un camino de besos en su mejilla- Y sabes tan bien... -Dije besando repetidas veces su cuello, oí como su respiración se alteraba-
-Oh Marianne, te llevaré al cielo.