ME PERDISTE -L

capitulo 4

Maratón (2/4)

—Vamonos —dijo Justin para luego levantarse de su asiento—

Me posicioné a su lado, y colocó su mano en mi espalda baja, para luego tomar mi cintura, me sonrojé y creó que lo notó ya que me miraba divertido. Salimos de ese elegante lugar y procedimos a ir hacía el auto, Justin desactivó la alarma y me abrió la puerta, me introduje en el auto y él cerró la puerta para luego montarse y poner el auto en marcha a esa gran casa en donde vivíamos. En el camino, de costumbre, nadie decía nada; pasaron algo más de 20 minutos y llegamos a la gran casa, Justin se bajó y me abrió la puerta, me bajé del auto y la cerró detrás de mí, caminamos a la puerta y procedimos a entrar, subimos las escaleras y entramos a la habitación de Justin. Me senté en la suave cama y retiré mis tacones de los pies.

—Gracias por la cena, estaba deliciosa —dije agradeciéndole el gesto—

—Que bueno que te gusto —dijo mientras estaba parado junto a la cama—
—¿Me puedes bajar el cierre? —dije levantándome de la cama y volteándome mirando justo frente al espejo—
—Está bien —dijo y sentí como bajaba lentamente el cierre—

Él lo bajó completamente, yo lo miraba a través del inmenso espejo, y él también me miraba fijamente, había algo en su mirada que erizaba mi piel. Justin tomó los tirantes de mi vestido y los deslizó a lo largo de mis brazos, el vestido se desparramó en el suelo, él miraba mi cuerpo con deseo, de arriba a abajo, estaba algo confundida y tímida en ese momento.

Me seguía mirando, yo estaba estática, no me movía para nada. Él se movió y no para alejarse, sino para pegarse a mi cuerpo, pasó sus manos por mis brazos hasta dejarlas en mis hombros y luego recorrer mi espalda con ellas, retiró sus manos y se acerco a mi cuello para comenzar a besarlo, yo miraba sorprendida a través del espejo, cada movimiento que hacía en mi cuerpo era lento y suave, y algo que me mataba.

¿Acaso Justin quería hacer el a... tener un buen polvo conmigo? ¿Por qué tanto cambio tan repentinamente? Este hombre me volverá loca... Yo no me movía, no hacía nada, ¡No decía nada! Estaba en shock, simplemente, no podía creerlo.

Justin seguía besando mi cuello, luego besó mi hombro derecho, yo tenía los ojos cerrados, Justin se detuvo e hizo que me volteara, yo aproveché y me retiré el vestido de los pies. Él me miraba, luego suspiró y miró hacia el suelo, luego levantó la vista hacia mí y acaricio con mucho cuidado mi cabello.

—Siempre he tenido una bella esposa, pero hace mucho tiempo que no lo demuestro —dijo Justin y se acercó más a mí—

Colocó una de sus suaves manos sobre mí cuello y parte de mi mandíbula, sosteniendo mi rostro, yo lo miraba atenta, no sabía su me iba a besar ó se retiraría y me ¿Dejaría con las ganas? ¿Acaso yo quería?. En su rostro se reflejaba la confusión, como si ni él mismo supiera lo que estaba haciendo.
Él me miraba de una forma rara, esperaba que yo me retirara por su extraña forma de actuar, pues no lo haría. Tiene derecho a hacer... ésa cosa, conmigo, es mi esposo ¿cierto?. Yo lo miraba fijamente, analizando cada rasgo de su rostro, era hermoso, de eso si estaba segura...

Justin de repente junto nuestros labios, primero estaba sorprendida y algo tensa, luego me relajé y le dí paso a su lengua, movía sus labios con desesperación y entusiasmo. Su lengua recorría toda mi cavidad bucal, después de tanto tiempo, había probado sus labios, había probado mi más grande adicción. Coloqué mis manos en su cuello, acariciando su nuca.

Caminó mientras seguía besándome, cortando la distancia que había entre nosotros y la cama, tirándome suavemente en ella; yo lo miraba con deseo, había despertado algo en mí... Se quitó los zapatos y la chaqueta, se colocó encima de mí, reteniendo gran peso en sus fuertes brazos para no aplastarme. Siguió penetrando mi boca con su lengua, yo instantáneamente comencé a desabrochar los botones de su camisa.