Capitulo 12

19 0 0
                                    

mini maratón {2/2}.


Abrí los ojos rápidamente; estaba bañada en sudor y con lágrimas en las mejillas. Mi respiración era exageradamente rápida, había sido sólo una pesadilla. Me senté en la cama y me limpié las lágrimas y el sudor de la cara. Todo estaba en silencio. Hasta que repentinamente comencé a llorar, ocultando la cara en mis -ahora- temblorosas manos. Me sentía muy mal, tenía fiebre y mucho dolor de cabeza. Además de estar asustada por ése horrible sueño.

"No pasará nada malo" -me dije respirando profundo-

Me levanté de la cama y estaba algo mareada, caminé con cuidado hasta mi peinadora, me senté en el pequeño banco amueblado que estaba frente al espejo y comencé a cepillar mi cabello, para luego recogerlo en una cola de caballo. Mi cara se veía demacrada, y estaba roja. Me limpié las lágrimas de las mejillas y fui al baño, me lavé bien la cara y volví a sentarme en la cama. Eran las 7 de la noche. Revisé mi teléfono y habían dos mensajes y una llamada perdida de Justin. Uno de los mensajes decía:

"Hola amor, ya descansé lo suficiente. ¿Qué tienes? Te amo."

Y, el otro, más reciente:

"Hola, he ido a una junta esta tarde y en este momento estoy en una cena con todos los socios. Las cosas van bien, respecto a lo de la amenaza, no te preocupes ángel. Cuídate mucho. Te amo."

Ése mensaje había sido enviado hace unos diez minutos. Decidí llamarlo. Al segundo tono contestó.

-Hola hermosa -dijo, se oía una música de fondo y voces- ¿Cómo estás?
-Mal -respondí con un hilo de voz, me temblaba el labio-
-¿Qué tienes? -preguntó, ya preocupado-
-Tuve una pesadilla -dije- Te habían matado frente a mí -comencé a sollozar- Estoy muy asustada Justin, te quiero aquí conmigo.
-Shh, shh. No, no. No llores hermosa, no -respondió en un susurro- Nada pasará, ya te lo dije, todo está bien -repuso- Pediré que corten más el viaje, lo prometo -dijo dándome ánimos- Créeme que tengo unas inmensas ganas de abrazarte.
-¿Me prometes que cortarás el viaje? -pregunté secándome las lágrimas-
-Sí, lo prometo. Todo lo que me importa en éste momento es tu bien -dijo- ¿Te sientes bien?
-Eh; no -balbuceé- Mi dolor de cabeza ha empeorado, tengo fiebre y estaba un poco mareada -dije ruborizándome-
-¿Ya comiste? -preguntó-
-sí, antes de dormir -respondí-
-¿Y te tomaste alguna medicina? -volvió a preguntar-
-No, estaba cansada, pensé que se me aliviaría -repuse-
-Tómate algo -gruñó entre dientes- No quiero que te enfermes por nada del mundo.
-Está bien, ahorita me la tomo -dije con una pequeña sonrisa-
-¿Sabes algo? Cuando vuelva quisiera que organizáramos una cena familiar. Tu familia y la mía. ¿te parece? -preguntó y noté que se había emocionado-
-No caería mal, no los hemos visto desde hace mucho -respondí sonriendo-
-Sí, es verdad. Y se podrían quedar, hay suficiente espacio -repuso-
-Sí, sería estupendo amor -dije ya emocionada-
-¿Cómo me llamaste? -preguntó sorprendido-
-Eh, ¿amor? -Balbuceé confundida- ¿Por? -dije riendo-
-¡Tú nunca me llamas así! -dijo soltando una carcajada contagiosa- Suena bien proviniendo de tu boca -respondió pícaramente-
-Bueno, caballero -dije siguiéndole el juego- ¿Le provoca alguna molestia que lo llame así?
-Para nada señorita -susurro sensualmente y se me erizó la piel- Es placentero oírlo de usted -dijo y supe que sonreía-
-Concuerdo con usted caballero -también sonreí-
-Te amo -susurró-
-Yo también -dije ruborizándome-
-¿Estás mejor? -me preguntó-
-Sí, un poco, ya se me pasará -dije animándolo-
-Bueno... está bien -dijo quejoso-
-¿Te está yendo bien? -pregunté-
-No es que me vaya mal, la cosa es que esto es muy aburrido. Ya cenamos y no saben hablar de otra cosa que no sea acerca de los negocios, para eso está la oficina -dijo irritado- La verdad es que ellos piensan quedarse a emborracharse y buscar mujeres por ahí, yo me despediré en un rato y me iré al hotel -repuso-
-Sí quieres buscar mujeres, ve con ellos -dije bromeando-
-¿Eso quieres? -Preguntó después de soltar una carcajada-
-¡No, sabes que bromeo! -chillé-

ME PERDISTE -LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora