Capitulo 29

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La castaña abrió los ojos y pestañeo un par de veces, todo estaba oscuro, fue cuando cayo en cuenta de que se había quedado dormida, se levanto y toco su estomago; realmente estaba hambrienta, demasiado, pero temía que si salia se encontraría con el rubio, y no, no quería molestarse otra vez, pero estaba claro que no se iba a poder ocultar de el siempre. Se arriesgo y salio de la habitación; todas las lucen estaban apagadas, todo estaba oscuro y sin pensarlo soltó un montón de aire, ya mas tranquila bajo hasta ala cocina y encendió la luz para poder buscarse algo para comer.

-No puedo creer que enserio haya el haya pensado eso de mi- balbuceo para ella misma mientras hundía la cabeza en el refrigerador buscando una soda- ¿Por que los hombre son tan imbéciles?- pregunto aun sabiendo que se encontraba sola.

-A veces suelo hacerme la misma pregunta- pronuncio el rubio desde la entrada de la cocina a lo que la castaña soltó un bufido. La castaña cerro la puerta del refrigerador y miro al rubio, abrió la lata de soda que tenia en la mano sin dejar de mirar al rubio, bebió un largo trago y la dejo sobre la mesa.

No podía dejar de sentirse rara por como se habían puesto las cosas y quería que todo estuviera bien, pero aun estaba esa ofensa que tanto le disgustaba.

-¿Que se supone que debo decir?- la mirada de la castaña no expresaba emoción alguna, pero aun asi el no pudo dejar de sentirse mal al ver los ojos de su chica hinchados, era un maldito y el lo sabia.

EL rubio se adentro mas en la cocina pero no se acerco mucho a la castaña.

-Que vas a escucharme.

-Escuche todo lo que tenias que decir en la tarde y no tengo ganas de ser insultada de nuevo- la castaña rodeo la mesa y antes de irse se giro para mirar al rubio- No veo la hora de volver a Londres- decidida la castaña frunció el entrecejo cunado le dio la espalda al rubio y corrió de vuelta a la habitación en donde volvió a encerrarse, el hambre se le había pasado y maldijo al recordar donde había dejado su teléfono y su mochila; el auto. Quería llamar a cualquier persona que pudiera liberarla de esta un segundo mas ahí, era mas que consciente de que no podría ignorar al rubio por mas que lo quisiera, y era algo que ya no deseara mucho, quería tenerlo cerca, volver a besarlo como si todo hubiera sido una pesadilla y ellos estuvieran bien.

Habia dormido todo el día y no tenia sueño, no dormiría en un largo rato. Encendió la luz y nuevamente maldijo.

-Tiene que ser una broma- farfullo la castaña al notar que se encontraba en la habitación del rubio.

La castaña camino hacia uno de los estantes y agarro un marco, tenia una foto de ambos en su etapa mas inocente; sonrió al recordar las veces que se quedo a dormir ahí con el rubio siendo solo unos niños, y como se divertían en esa tiempos, pero ese día, suspiro, había sido todo lo contrario, un desastre para ser exactos.

-También me gusta esa foto- susurraron en la espalda de la castaña y sabia exactamente quien era, porque que otra persona seria si eran los únicos en la casa.

-¿Como entraste, tenia puesto el seguro?- pregunta la castaña sin girarse a mirar al rubio.

-Es mi habitación, tengo la llave- el rubio se acerco despacio a la castaña, de una manera que ella no lo notara.

-¿Que quieres?- nuevamente el tono frio en la voz de la castaña se hacia presente.

Cuando el rubio estuvo lo suficientemente cerca de la castaña la sujeto por la cintura a lo que ella dio un saltito.

-Que me perdones es todo lo que pido.

La castaña suspiro internamente, le gustaba sentir al rubio cerca suyo, pero debía continuar molesta, enseñarle al rubio que las cosas no se solucionarían tan fácil.  

-Suéltame, quiero que te alejes- dijo la castaña y se removió, pero el rubio la sujeto mas fuerte y rápidamente la giro hasta que quedaron de frente, pero la castaña no lo miro y el rubio lo aceptaba por el momento.

-NO voy a soltarte, se que fui un idiota esta tarde, pero estaba algo pasado de tragos y celoso, se que eso no es una buena excusa pero es un algo.

-No merecía escuchar lo que dijiste- dijo la castaña frustrada pero intentando relajarse.

-Eso es cierto, no te merecías nada de lo que dije, porque fui un estúpido, un imbécil, un cabrón, como quieras llamarme, pero es que estaba demasiado celoso de Riker solo porque el ya me traiciono antes.

-Y yo me moleste por eso, porque me importas y ella era tu novia y la querías, se supone que si a ti te dolía a mi también- la castaña suspira- llevaba varias semanas sin hablar con Riker, lo extrañaba- la castaña le tomo la mano al rubio para alejarse- Solo quiero volver a casa Ross.

-Es demasiado tarde para conducir, podríamos tener un accidente.

-Entonces sal de aquí, quiero descansar y no lo haré sin tengo que estar contigo, mirándome de esa manera.

-Enserio, ¿hasta cuando vas a comportarte asi, como si me odiaras?

-¿Hasta cuando?- pregunta la castaña con ironía- Te molestaste conmigo por una idiotez , ¡Maldición no soy de piedra!, entiende que todavía me duele. Odie que sin pensarlo me lastimaras y me trataras como a una cualquiera, algo que claramente no soy, soy tu maldita mejor amiga, ha sido asi por años y te quiero- te amo hubiera sido la palabra indicada pero aun se sentía demasiado dolida-, pero no voy a soportar que te comportes como un maldito conmigo cada vez que tengas celos, no tengo que hacerlo- reafirmo la castaña y el rubio asintió. 

El empezó a acercarse a la castaña y mientras lo hacia hablaba.

-Entiendo, estas molesta, ofendida, frustrada y eso con toda razón- el rubio estaba cada vez mas cerca de la castaña, ella procuraba alejarse, hasta que su espalda choco contra la pared y el rubio la arrinconaba- Pero eres la única que puede entender a este desastre que soy.

-Ross yo..- el rubio corto antes de que la castaña pudiera continuar hablando.

-Te amo- dijo el rubio- los ojos de la castaña se pusieron en blanco y en ese momento lo único que quiso fue tener sus labios y los del rubio cerca para poder besarlo... y lo hizo, levanto la mirada encontrándose con la del rubio fija en ella. Le recorrió con las manos el abdomen al rubio , luego el pecho hasta que se quedaron quietas sobre su cuello, lo atrajo hacia ella y rozo sus labios suavemente con los del rubio antes de soltar un suspiro, la castaña miro nuevamente en los ojos del rubio e inconscientemente se mordió el labio, entonces el rubio la beso, ella sabia que lo haría y no iba a negarse, porque ella igual lo quería, se olvido de todo lo anterior y profundizo mas el beso, entreabriendo la boca dándole paso a la inquieta lengua del rubio que suplicaba por su entrada; un gemido involuntario escapo por los labios de la castaña en el momento en que sintió las manos del rubio masajeandole el trasero y apretándola hacia el.

-No te de.. detengas- jadeo la castaña cuando el rubio empezó a besarle el cuello.

-No lo haré, eso tenlo por seguro- afirmo el rubio con convicción.

All Over Again |RAURA||Fanfic||SIN EDITAR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora