Una chica para Johann

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—¡Johann Alexander Lehmann! ¿Se puede saber dónde anduviste toda la noche? ¿Y por qué estás en ese estado tan

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—¡Johann Alexander Lehmann! ¿Se puede saber dónde anduviste toda la noche? ¿Y por qué estás en ese estado tan...mugriento?

Al entrar por la ventana de vuelta a su recámara, tras su aventura nocturna, se topó con una muy enojada y trasnochada Gretchen. Esta, sospechando de la rara actitud de Johann al irse a dormir, se asomó a su cuarto antes de ir a su habitación y se encontró con la cama vacía y una ventana abierta con la cortina enredada. Sabía que su hermano se había fugado para hacer de las suyas y también sospechaba quién era el autor intelectual de esa escapada.

—¿Gretchen? Yo...estaba... ¿Paseando? Sí, eso, ¡paseando con mis amigos! Sé que estuvo mal, pero, por favor, ¡no me delates con la tía Bernadette!

—¿Johann cómo se te ocurre hacer algo así? ¿Qué no sabes cómo está la situación actual de la ciudad? ¡Hay un Toque de Queda! Pudieron haberte llevado a prisión o hacerte algo peor. Pasé toda la noche en vela preocupada esperando que nada malo te pasara...y llegas con tu cara muy fresca a decir que sólo "estabas paseando con tu amigos".

—No era la idea que nadie se enterara, estaría aquí antes del amanecer, sólo fue un ratico...

—Y supongo que el "inventor" de todo esto fue Sebastian... ¿O me equivoco?

—No...realmente. Osea, es mi culpa, yo fui el que lo seguí.

—¡Johann! ¡Tienes que terminar esa amistad con Sebastian! No es para nada una buena influencia para ti. A ese chico no le importa nada, no tiene metas y sólo le gusta meterse en problemas. ¡Y tú eres un tonto que haces todo lo que él te pide!

—¡Eso no es cierto! Además Sebastian es mi mejor amigo y siempre ha estado allí para defenderme y ayudarme. No voy a terminar mi amistad con él sólo porque tú lo juzgas mal.

—¿Ah sí? ¡Entonces vamos a ver qué opina la tía Bernadette y papá al respecto!

—¡No! ¡Gretchen! ¡No lo hagas!

Johann corrió y la detuvo en la puerta de la habitación.

—Johann, ¡déjame pasar!

—Escúchame: Te prometo que no volveré a escaparme de noche ni haré ninguna otra locura. ¡Te lo juro! Pero no le digas a la tía ni a papá al respecto. Además sabes cómo es papá de drástico, terminaría despidiendo al señor Weinberg y ellos son una familia numerosa, necesitan este empleo para mantener su sustento.

—Está bien, no diré nada. Prometo guardar silencio con respecto a esto pero tienes que serme muy sincero de ahora en adelante y no hacer nada a mis espaldas...

—Está bien, así lo haré.

—¿Seguro? Contéstame entonces una pregunta: ¿Estás enamorado de Sebastian? ¿Sí o no?

Johann hizo silencio. Se enfrentaba a la mirada escrutadora y muy seria de Gretchen. Por otro lado sentía que eso le estaba consumiendo por dentro, así que, sin pensarlo mucho respondió la verdad.

"Nunca me digas Adiós"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora