Cuando volví a despertar, más tarde esa madrugada, me encontré acurrucada a Katherine Walker en el auto. Al mismo tiempo, Ricardo, estaba sentado en el asiento del conductor con la vista perdida.
—¿Qué hora es? —Pregunté.
—Cinco y media. —Dijo él.
—¿Qué pasó? ¿Dónde estamos? —Rick me miró por el retrovisor.
—Tratad de dormir algo más, en una hora estaremos lidiando con la destrucción total del Sector B.
—¿La destrucción? No entiendo... —Dije limpiándome la boca con la mano mientras terminaba de despertar.
—Esperamos por la embajada española, mi tío se está haciendo cargo de los detalles.
—¿Dónde están Matías y Ángel?—Le pregunté a Rick, esperando que mi memoria proyectara recuerdos de las últimas horas pero eso no ocurrió.
—No hay nada más que podamos hacer ahora Catalina.
—¿De qué hablas? —Contesté comenzando a sentirme muy nerviosa con su tono de voz derrotado.
—Hablo del Sector B. —Dijo finalmente.
—¡Entonces tenemos que sacarlos de ahí! y aprovechamos de llevarnos a Samantha. Esto es lo que íbamos a hacer hoy de todas formas ¿No? —Le respondí segura. No podíamos irnos de la Antártida sin ellos.
Kate que había salido de la somnolencia por nuestras voces se unió a mi súplica.
—Sé que estás asustado, pero creo que Catalina tiene razón. No podemos dejar sus vidas al azar, Rick. Cada minuto cuenta. —Él no se veía como siempre que Kate hablaba, parecía irritado con su voz, lo que llamó mi atención. —Contamos con tu tío y toda la cobertura internacional que pueda lograr pero todavía hay algo que podemos hacer. —Dijo, sumándose a mi equipo.
Aunque Ricardo no tenía cara de querer escucharnos y continuaba encerrado en sí mismo, de una manera dificil de explicar, terminó por ceder ante nuestra insistencia. El último esfuerzo que emplearíamos en la Antártida estaría determinado por el conocimiento que Kate había reunido respecto al Sector B y los inventos de Moro que Ricardo había logrado salvar de la cabaña.
—Llevarán armas pero quiero que las usen como utilería ¡Sólo si es absolutamente necesario! —Le dijo a Kate aún con ese tono severo que tendía a usar sólo conmigo.
—Catalina, tú llevaras el ranger.
—¿Ell ranger? —Preguntamos Katherine y yo al mismo tiempo.
—No recuerdo por qué Moro lo llamaba así pero es a simple vista una pistola. Su talento especial es que cuando la disparas funciona más bien como un explosivo en serie. Si por ejemplo dispararas al auto sólo veríamos un agujero en la puerta, luego un montón de átomos comenzarían a... — Ricardo se detuvo cuando miró mi cara —...en palabras simples, el auto mostraría un agujero y luego dentro de él muchas pequeñas partículas comenzarían a destruirlo todo en explosiones consecutivas.
—¿Por qué voy a llevar algo tan peligroso? —Pregunté asustada tomando la pistola igualmente.
—Porque si quedamos atrapados en el Sector B, necesitaremos crear alguna salida.
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Drogas & Demonios
Mister / ThrillerCatalina D'aggostino, odiosa adolescente de la elite Chilena, clasista y obsesionada con su peso, huye de su realidad acomodada y vida de excesos luego de enterarse de un asqueroso secreto en su familia. En un viaje al fin del mundo Catalina de...