Samantha despertó en su habitación como si sólo se hubiese recostado para tomar una siesta. Dejó caer su cabeza hacia al lado y ajustando la vista se encontró con el espacio vacío, Diego no estaba ahí.Se bajó de la cama preocupada, escuchaba un alboroto en los pasillos de Bostroff pero justo antes de disponerse a salir y averiguar qué ocurría, su mesita de noche la distrajo. La argolla que se había quitado antes de partir estaba en su lugar, así también la nota que había dejado para Diego, sin leer. Su corazón se aceleró ¿Dónde había pasado la noche su esposo?
Salió de la habitación vestida con uno de los grandes sweater marengo de cuello alto, uniforme Bostroff, y buscó angustiada entre la gente. Todos los estudiantes estaban dispersados por los pasillos, había militares de distintas nacionalidades tratando de controlar la situación. El personal de Bostroff, en su mayoría, había sido detenido y se escuchaban helicópteros en el cielo. El centro estaba seriamente deteriorado como si lo hubiesen bombardeado.
Samantha detuvo a una chica que corría hacia el comedor.
—¿Qué está pasando? —Pregunto la colorina asustada.
—¿No has oído? ¡Están cerrando el centro!
—¿Cerrando? ¡Qué son esos ruidos! —Dijo Samantha gritando.
—¡Vienen por nosotros! las embajadas están vueltas locas, envían equipos de rescate y fuerza policial. Igor se echó a la fuga, sólo Hanna está detenida y dice que no tenía idea respecto al Sector B.
Un hombre que usaba terno debajo de la clásica ropa de nieve tomó del brazo a la chica con la que Sam hablaba y la sacó del lugar. Samantha no alcanzó a preguntarle por Diego pues el caos en Bostroff era total, el centro estaba destrozado, como alcanzado por una explosión tanto literal como metafórica. "¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?" Se preguntó Samantha en silencio mientras intentaba avanzar en medio de la gente, entonces reconoció una cara conocida.
—¡KARIM! —Gritó Sam, haciendo que la morena se volteara a mirarla. Ella estaba hablando con una reportera, había varios periodistas en el lugar. Karim la abrazó en cuanto estuvo a su alcance, lo que sólo hizo que Sam confirmara la gravedad de la situación.
—Lo siento tanto, de veras. —Dijo Karim con voz compungida.
—¿Por qué? —Dijo Samantha mientras se despegaba del apretón. —Era tiempo de hacer desaparecer a Bostroff, no sé cómo lo hicieron estallar pero chido.
—¿Qué? No, me refería a Diego. Sinceramente creí que lo de ustedes era real ¿pero morir así? Enredado con Bourgeois el día de tu boda, muy triste en verdad. —Samantha no entendía de qué hablaba Karim y de pronto todo a su alrededor era demasiado confuso.
—¿Dónde está Diego? —Dijo con desesperación.
—Dijeron que estabas descompuesta... — Karim se tapó la boca en un gesto melodramático cuando se dio cuenta de la verdad. —¿Eras una de las prisioneras? ¿Estabas en el Sector B?
Samantha sentía que toda su sangre había ido a parar a su cabeza, le parecía que eran sus cienes las que bombeaban sangre y no su corazón. Si Karim decía la verdad, no quería ni siquiera pensar lo que eso significaría.
La reportera que había estado hablando con Karim escuchó la conversación a medias, por lo que quedándose con las últimas preguntas, comenzó a hostigar a Samantha acercándole el micrófono y cegándola con la luz de la cámara mientras todos esperaban por sus declaraciones como prisionera del Sector B. La colorina les apartó y corrió del lugar, enfrentándose nuevamente a la muchedumbre que salía de todos lados.
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Drogas & Demonios
Tajemnica / ThrillerCatalina D'aggostino, odiosa adolescente de la elite Chilena, clasista y obsesionada con su peso, huye de su realidad acomodada y vida de excesos luego de enterarse de un asqueroso secreto en su familia. En un viaje al fin del mundo Catalina de...