Llevamos todo el día aquí y su teléfono no ha dejado de sonar pero no ha atendido ni una sola vez.
-Deberías atender. -Le digo sentado en mi toalla con la espalda apoyado en la palmera detrás de mí.
-Sí, debería. -Se encoge de hombros acostada, sin intenciones de responder al móvil.
-¿No lo harás? -Se sienta y me mira.
-¿Me ves con intenciones de hacerlo? -Niego con la cabeza.
-Tal vez es importante, no ha dejado de sonar. -Se ríe.
-Tal vez lo sea. -Se muerde el labio. Está jugando.
-¿Es Néstor? -Asiente. Voy a hablar, pero se adelanta.
-No te preocupes por nosotros. Ya hemos hablado, no hay de qué preocuparse. -No estoy convencido y asiento con lentitud.
Ella se ríe otra vez y se vuelve a acostar en su toalla.
Ahora soy yo quien siente la necesidad de hablar con mi mejor amigo.
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Perdóname, mejor amigo.
Short StoryPerdóname, mejor amigo. Perdóname por traicionarte. Perdóname por fallarte. Perdóname por no poder controlar mis sentimientos. Perdóname por no haber sido capaz de decírtelo. Perdóname por ocultártelo pero, créeme, así es mejor. Perdóname por cuidar...