Ya se está haciendo de noche y Katie sigue sentada en el escalón de mi puerta.
Se ha fumado casi el paquete de cigarros entero y su teléfono se quedó sin batería, pero ahí sigue.
No puedo aguantarlo más y me acerco a la puerta intentando que no se oigan mis pasos.
Miro por la mirilla y veo que se está levantando. Se sacude el pantalón de frente a la puerta y se cruza de brazos cambiando el peso a una sola pierna.
–Abre de una vez, Ian, solo quiero hablar contigo. –Dice al aire sabiendo que estoy aquí.
Me mantengo en silencio y alejo el ojo de la puerta.
Me tiembla todo el cuerpo de lo nervioso que me encuentro.
Suspiro con una mano en el picaporte, aguanto las ganas de llorar y abro.
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Perdóname, mejor amigo.
Short StoryPerdóname, mejor amigo. Perdóname por traicionarte. Perdóname por fallarte. Perdóname por no poder controlar mis sentimientos. Perdóname por no haber sido capaz de decírtelo. Perdóname por ocultártelo pero, créeme, así es mejor. Perdóname por cuidar...