Perdóname, mejor amigo.

57.

La miro con sorpresa y ella hace una mueca de desagrado por decírmelo así, tan directo, acabando por morderse el labio.

-¿Le has dejado? -Pregunto y niega abrazando mi cuello.

-Me ha dejado él. -Mi asombro cada vez va a más.

-Anoche no durmió en casa. -Asiente.

-Lo sé, durmió en la mía, aunque en una habitación diferente. Fue raro. Estuvimos hablando toda la noche, quizá por eso me desperté tan tarde esta mañana. -Se ríe. No entiendo porqué se ríe.

-¿He sido yo? -Se encoge de hombros.

-No quiero que pienses eso. Néstor siempre supo que yo me sentía atraída por ti a pesar de estar con él porque se lo dije. Nunca tuvimos secretos. De hecho, no los tenemos, quedamos como buenos amigos. -Dice con naturalidad.

-Y... -Comienzo a hablar pero ella sigue.

-Y cuando me besaste aquel día, me hiciste confundirme mucho. Quería que lo volvieras a hacer muchas más veces, pero mi novio era otro. No quise contárselo a nadie y con el tiempo creí que iba a enloquecer si seguía guardándome todo eso, así que hablé con Néstor. -Asiento.

-Por eso habló conmigo. -Se vuelve a encoger de hombros.

-Puede ser. El caso es que le dije lo que pasaba, él me dijo que algo sospechaba porque yo me comportaba extraña. Al comportarme así, me dijo que nos estaba alejando el uno del otro y por eso dejó de sentir ese "enamoramiento" hacia mí, por decirlo de alguna forma. En definitiva que decidimos terminar y dejarlo estar como buenos amigos para no empeorarlo. -Sonríe.

Entonces me da igual todo. Ella no tiene novio ya y la puedo besar como siempre quise hacerlo, así que no espero más y lo hago.