El domingo por la mañana recibí un mensaje de una de mis mejores amigas de Argentina.
> ¿¡POR QUE NO ME CONTASTE QUE SALIAS CON GRANT GUSTIN?! LLAMAME.
No dudé en hacerlo, su pregunta me había dejado totalmente confundida.
—ELIZABETH –me dijo, con ese tono que usaba cuando me retaba por algo.
—Bianca –le contesté, tranquila—, antes de que digas algo más, no estoy saliendo con nadie y mucho menos con Grant Gustin, así que tranquilízate.
—¿Entonces me vas a negar que saliste con el ayer?
Ahora sí que me había picado la curiosidad.
—¿Y cómo sabes eso?
—Una fanpage tuya subió unas fotos de ustedes dos con algunas fans. Dame un segundo, voy a poner el altavoz así puedo leerte lo que dice. —Después de unos segundos, volvió a hablar: —Acá: "Elizabeth fue vista ayer con Grant Gustin en Vancouver. Ella se encuentra allí grabando para la serie Surrogate People. Es la primera vez que se la ve con el actor de The Flash, pero sabemos que ella y Danielle Panabaker, compañera de Grant en esta serie, es amiga suya, así que suponemos que se conocieron mediante ella. ¿Qué les parece? ¿Les gusta la pareja que hacen? A nosotras en particular, nos encanta, pero a pesar de que nos guste, no vamos a estar haciendo especulaciones acerca de si salen o no, porque es muy pronto para andar sacando conclusiones".
Me quedé callada por unos segundos.
—Liz, ¿estás ahí?
—Sí, sí, estoy aquí. Bian... no sé qué decirte. Si, ayer salí con Grant —le confirmé.
Del otro lado de la línea se escuchó un grito de emoción.
—Cuéntamelo todo, ¿a dónde fueron?
Me reí un poco y negué con la cabeza, podía sentir su curiosidad a miles de kilómetros de distancia.
—Fuimos a comer waffles a un lugar donde él siempre va.
—Que romántico –me dijo con sarcasmo.
—No seas mala –le dije riendo—. No era una cita. Y además, la pasé muy bien. Grant me presentó a la dueña del lugar, una mujer venezolana, me dijo que me llevó ahí porque quería que la conociese. En fin, fue una tarde realmente linda.
—¿Y por qué no me contaste nada? –me preguntó ofendida.
—Lo siento, de verdad, pero no quería hacer de la salida un gran asunto. Grant es un amigo, o al menos eso creo...
—¿Qué quieres decir con eso?
—Bueno, solo nos vimos tres veces, no creo que nos conozcamos lo suficiente para llamarnos amigos... Agh, no lo sé —me quejé, suspirando.
Le conté todo. Desde el día en que lo conocí en el set de The Flash, de cómo conectamos cantando esa vez en el cumpleaños de Ben, hasta como estuvo para mi esa semana en donde nada parecía tener sentido.
—Sin dudas se preocupa por ti –me contestó al fin Bianca.
—Lo sé.
—¿Crees que le gustas? —la pregunta quedó flotando en el aire por un segundo.
—No, ¿cómo puedo gustarle? ¿Recuerdas la parte en donde te dije que solo nos vimos tres veces?
—¿Qué pasa con eso? El tiempo no tiene nada que ver. Además, ¿cómo puedes no gustarle? Eres hermosa, inteligente, buena, gracio-
—Bianca, para —la interrumpí—. No quiero hacerme la cabeza, no quiero sobrepensar las cosas con Grant.
—Lo sé, lo sé, pero tienes que saber qué es lo que pasa, Liz.
—No pasa nada. No por ahora.
—¿A ti te gusta?
—Bueno, pero ¿a quién no?— le contesté, queriendo evitar su pregunta.
—Liz...— me dijo, usando otra vez esa voz de reto.
—Es muy lindo, sí.
—No es lo que te pregunté.
—Te lo diré la próxima vez que lo vea.
—Liz, no tienes que tener miedo a que te guste alguien.
— No tengo miedo por mí, Bian, tengo miedo por ellos. Y después de lo de Kevin y Lucas... No lo sé, no sé si estoy lista para pensar en alguien de esa manera otra vez.
Hablamos durante varios minutos más, poniéndonos al día. La extrañaba muchísimo, y poder intercambiar unas palabras con ella, aunque sea por teléfono, me hizo muy bien.
Cuando terminamos de hablar, no tardé ni un segundo en revisar las redes sociales. Primero revisé la página de la que me había hablado Bian, era la página con la cual me comunicaba de vez en cuando, el primer grupo de fans. Era inevitable no leer los comentarios, casi todos decían cosas como: «me encantan», «se ven muy bien juntos», «son hermosos»; después había unos pocos más negativos: «no me gusta Grant para ella», «se veía mejor con Lucas», «no me gusta la pareja que hacen»; también estaban los confundidos: «¿pero no estaba saliendo con Reeve?», «¿Grant no estaba de novio?»; y por supuesto no faltaban los: «¿están saliendo?». Pensé en mandarles un mensaje a las administradoras pero no lo hice, no quería agregar más leña al fuego. También pensé en entrar a alguna fanpage de Grant, pero seguro que, al contrario de mi página, estaría lleno de comentarios negativos.
Después entré a twitter y vi la notificación del tuit de una de las chicas con la que nos habíamos sacado las fotos.
Leí algunas de las respuestas que tuvo: «¡eres una chica con mucha suerte!», «¿que estaban haciendo juntos?», «No sabía que se conocían, ¡qué suerte tienes de haberlos visto a los dos!».
Dejé mi celular a un lado, preguntándome si Grant estaría al tanto de todo esto, de lo que se estaban empezando a preguntar los fans. Me preparé un té y me puse a repasar el guion del capítulo que nos tocaba grabar. Cuando terminé me fui a dormir. Al otro día me desperté con la misma preocupación que el día anterior: qué estarían diciendo. No quería que empezaran a correr rumores falsos y mucho menos quería que un grupo de chicas me empezara a odiar solo porque había salido una vez con Grant.
Parecía que iba a ser un día aburrido, sin mucho que hacer. Un día más de descanso antes de empezar con la rutina. A la hora del almuerzo me llegó un mensaje, cambiando esta idea al cien por ciento.
> Siento que me vendría bien una cerveza, ¿estas libre?
ESTÁS LEYENDO
La luz en mi vida [Grant Gustin]
FanfictionPor primera vez desde que Liz llegó a Estados Unidos, sentía que era cien por ciento feliz. No más noches llorando, no más pensamientos negativos. Es increíble cómo puede cambiar tu estado de ánimo solo por conocer a una persona. #12 en Flash [27/0...