Epílogo

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Se quedó parado allí, viendo aquella puerta que minutos antes se había cerrado ante sus ojos, siendo atravesada por la persona que amaba. Se quedó allí, preguntándose por qué no había ido tras ella, reprendiéndose el no haberle dicho algo, no haberle preguntado cuando volvería. Porque eso era lo que más le preocupada desde que la vio salir por esa puerta blanca; algo en el fondo de su mente, en esa parte donde solo tenían lugar los pensamientos negativos, le decía que ella no iba a volver. Y pensar eso le destruía el alma, pensar eso hacía que quisiera gritar y llorar y maldecir. Por no haberla seguido. Por no haberle dicho, quizás por última vez, que la amaba, que la amaba y que siempre iba a estar ahí para ella, sin importar lo que pasara.

Y ella se quedó parada allí, viendo a aquella persona que compartía su sangre y sus genes acostado, totalmente inmóvil, cubierto de vendas y heridas sobre una cama de sábanas blancas. Se quedó allí, preguntándose por que tuvo que pasarle eso a él, reprendiéndose el no haber tenido más contacto con él, no haberle preguntado cómo iba todo en su vida, si era feliz. Y lo que más le preocupaba era el hecho de no haberle dicho a su hermano cuanto lo quería, porque la vocecita que había logrado mantener en el fondo de su mente todo este tiempo, esa vocecita que solo sabía decir cosas negativas, ya no se encontraba más en ese rincón, oculto y bajo llave, ahora ocupaba toda su mente y ya no era más una vocecita; ahora había vuelto a ser una voz alta, agresiva, la misma que solía aterrarla día a día, antes de conocerlo a él. Esa voz le decía que su hermano se iba a ir para no volver. Y pensar eso la destruía por completo, pensar eso hacía que le faltara el aire y que el corazón se le acelerara. Y quería gritar, llorar y maldecir. Por no haberlo dejado venir con ella. Por no haberle agradecido por haber estado siempre ahí para ella, sin importar lo que pasara. Y principalmente por no haberle dicho que lo amaba, una vez más, una última vez.

La luz en mi vida [Grant Gustin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora