Me desperté en una cama que claramente no era la mia. Miré a mi alrededor, sintiéndome cada vez mas desorientada, hasta que vi una foto sobre uno de los muebles de la habitación: una foto de Grant junto a su hermano y hermana. Traté de acordarme de cómo había llegado allí, pero fue un vano, lo último que recordaba era estar recostada sobre su regazo. La imagen de Grant cargandome sobre sus brazos apareció en mi mente y una sonrisa se dibujó en mi rostro instantáneamente.
Me levanté y salí de la habitación. El living estaba vacío y se escuchaban ruidos desde la cocina. Me asomé por el pasillo y vi a Grant preparando el desayuno, junto a Nora y Jett a sus pies. En cuanto los perros sintieron mi presencia, se acercaron a saludarme.
-Buen día –me saludó Grant al verme, con una sonrisa inmensa.
-Buen día –lo saludé también.
-Estoy haciendo waffles –me dijo-. Se que no son tan buenos como los de Lupe, pero se acercan bastante. ¿Quieres?
Asentí.
-Ahora vengo –le dije, dirigiéndome hacia el baño.
Mi pelo estaba hecho un desastre y agradecí para mis adentros el tenerlo corto, ya que era mas fácil de peinar (aunque ya estaba empezando a crecer). Ahora mi pelo me pasaba los hombros y la verdad es que me gustaba ese largo. Me lavé la cara, tratando de borrar el cansancio que mostraban mis ojos.
-Grant –grité-, ¿hay alguna chance de que tengas un cepillo de dientes de más?
No podía estar sin lavarme los dientes y como la noche anterior no pude hacerlo, hoy lo haría aunque eso significase tener que usar su cepillo a escondidas.
-Primer cajón –gritó Grant en respuesta.
Lo abrí y allí estaba mi salvación. Cuando regresé, Grant estaba apoyando dos platos sobre la barra de su cocina.
-¿Por qué no me despertaste anoche? –le pregunté mientras me sentaba en uno de los taburetes.
-No quise hacerlo, parecías cansada –me contestó encogiéndose de hombros.
-No tenías que llevarme hasta tu cama, me podrías haber dejado en el sillón. ¿Dónde dormiste tu? –quise saber, pensando en la posibilidad de que Grant hubiese dormido conmigo.
-No te iba a dejar dormir allí, Liz, así que yo lo hice en su lugar.
Se sentó a mi lado, ofreciéndome café. Elogié sus habilidades en la cocina una vez más, lo cual hizo que sus mejillas tomaran color. Siempre me causaba ternura cuando se ponía incomodo o algo le daba vergüenza, su niño interior salía a la luz.
-Hoy es Halloween –me dijo cambiando el tema.
-¿Lo es? –le pregunté frunciendo el ceño. Era muy despistada con los días y las fechas.
Gran asintió.
-Me invitaron a una fiesta... -Esperé a que continuara pero no lo hizo.
-¿Vas a ir?
-No lo sé... ¿Irías conmigo?–preguntó, levantando la vista hacia mi.
Me lo quedé mirando.
-¿Quieres ir conmigo? -levanté las cejas en asombro.
-Por supuesto que quiero ir contigo.Todavía no sé si voy a ir -aclaró-, no sé si tengo la suficiente energía como para ir a una fiesta, pero sí, si voy, quiero que estés allí.
-Entonces si –le dije con una pequeña sonrisa-. Supongo que voy a tener que conseguir un disfraz.
Grant rió y me dio un beso en los labios.
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La luz en mi vida [Grant Gustin]
Fiksi PenggemarPor primera vez desde que Liz llegó a Estados Unidos, sentía que era cien por ciento feliz. No más noches llorando, no más pensamientos negativos. Es increíble cómo puede cambiar tu estado de ánimo solo por conocer a una persona. #12 en Flash [27/0...