La luz en mi vida [Grant Gustin]

11. Retomando el curso

          

El sol brillaba en lo alto de un cielo despejado y podía sentir el calor que emanaba en mi piel. Allí, acostada en el césped de mi patio, me sentía completamente plena. Sin ninguna preocupación ni nada en mi cabeza que me atormentara, solo pensamientos buenos, lindos, unos ojos verdes, una sonrisa perfecta... Y de repente en todo lo que podía pensar era en Grant. ¿Qué me estaba pasando? Necesitaba aclarar las cosas en mi mente. Siempre me había parecido un chico muy lindo y desde que lo vi por primera vez en Glee que lo admiraba como artista, pero eso que estaba sintiendo iba mucho más allá de la admiración que tenía hacia él. Ahora pensaba en lo hermoso y buena persona que era, en esos ojos que te hacían olvidarte de todo, en esa sonrisa que te calaba en los huesos y a la cual era imposible no sonreírle de regreso. Pensaba en su voz, en sus gestos, en su risa nerviosa, en su risa tímida, en la manera que se rascaba la parte de atrás de su cabeza cuando estaba incómodo...

En los días siguientes, Grant y yo nos veíamos casi siempre en nuestros tiempos libres. Nos habíamos vuelto muy cercanos en muy poco tiempo y habíamos creado una muy linda amistad. También pude ver a Danielle, la cual parecía muy entusiasmada con saber que Grant y yo nos estábamos viendo.

>> -Quiero saberlo todo –me dijo-. Grant no me quiere contar nada, siempre que saco el tema a colocación me ignora y se fastidia.

-No hay nada que tengas que saber, D. Somos dos personas que salen a charlar un rato y que se tienen aprecio, nada más. –Danielle me miró con cara de "no me mientas"-. De verdad, si pasara algo más entre nosotros de seguro serias la primera en saberlo.

-Pero algo tiene que estar pasando, digo, eres la primera chica con la que Grant sale por más de una semana...

-No estamos saliendo, somos amigos, nada más –le aclaré.

-Lo que sea, las anteriores no duraron tanto.

-"Las anteriores"... lo haces sonar como si fueran un montón de chicas. Y no sé qué quieres que te diga con respecto a eso. Le debo caer mejor que a "las anteriores".

-Eso... o le gustas –dijo encogiéndose de hombros.

Lancé un bufido y puse los ojos en blanco.

-¿Qué? ¿Sería muy raro? –me preguntó Danielle-. Eres linda, agradable, inteligente... ¿Por qué no habrías de gustarle? -inmediatamente me acordé de Bianca diciéndome las mismas palabras.

-No quiero pensar en si le gusto o no, D...

-¿Prometes ser sincera conmigo?

-Siempre lo soy. –Pero tenía miedo de lo que estaba a punto de preguntar.

-Y lo más importante: promete ser sincera contigo misma.

Me quedé callada.

-¿A ti te gusta?

La sonrisa de Grant apareció en mi mente. Suspiré.

-Sí...

Y Danielle sonrió de oreja a oreja. <<

Recordaba la conversación que había tenido con ella. Danielle me hizo la pregunta que yo había estado evitando hacerme. Y no pude evitar decir que si, porque esa era la verdad. No había otra explicación a lo que me pasaba, a lo que sentía y no había manera de pelear contra ello, por más que quisiera. Pero no quería que llegase más lejos. Tenía miedo.

Las grabaciones se hacían cada vez más placenteras. El mes siguiente se estrenaría la segunda temporada y, a partir de las repercusiones en mi personaje, decidirían si dejarlo o no. Mientras, Will desde Nueva York hacía los últimos arreglos para una película en la cual me habían pedido ser parte. Las cosas en Argentina parecían estar tranquilas, después de la decaída del mes pasado empecé a mantenerme más en contacto con mis amigos y mi familia porque no quería preocuparlos.

Me permití el pensar que las cosas, de a poco, iban retomando su curso, y con él, mi felicidad.