34. Recordatorio

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Grant y yo habíamos terminado con las grabaciones de la temporada y ahora nos encontrábamos preparando las ultimas cosas para el viaje en auto que él y Tyler hacían todos los años, solo que esta vez iban a tener a un acompañante más. Tenía una semana antes de empezar a grabar Before I fall en Vancouver y Grant tenía cinco días antes de empezar a grabar para Krystal en Georgia; una vez que finalizáramos con las películas, volveríamos a Los Angeles a pasar el resto de nuestras vacaciones hasta volver a retomar con las grabaciones de las series, en Julio.

-¿Todo listo? -nos preguntó Tyler, tomando su bolso.

-Todo listo -le contestó Grant, dándole una palmadita en el hombro, con una sonrisa que denotaba felicidad y entusiasmo.

Nos subimos los tres a su descapotable, bueno, más bien los cinco (Jett y Nora en mi regazo) y emprendimos nuestro viaje. Estuvimos un día entero viajando, turnándonos para conducir cada varias horas, parando para estirar las piernas o para comer y descansar un poco.

Venice nos recibió con un día soleado y caluroso y, al cabo de media hora, cuando terminamos de bajar nuestro equipaje y nos instalamos en la casa, con nuestros cuerpos sudados y cansados, empecé a extrañar el clima de Vancouver. Pero a pesar de que prefería el frío, al pasar el tiempo, y con el sol brillando siempre un poco mas, al final del día mi cuerpo parecia anhelar el calor que los rayos del sol me brindaban.

-Es raro -le comenté a Grant.

Me miró confuso.

-¿Qué cosa?

-No me gusta el calor, lo sabes. -Grant asintió-, pero aquí... no lo sé, es diferente, supongo.

Se acercó a mi lado y pasó su brazo sobre mi hombro.

-Te entiendo -me dijo-, es como si tu cuerpo te pidiera más sol.

Giré la cabeza hacia él y lo miré sorprendida.

-¿Me puedes leer los pensamientos o qué? -le pregunté, haciéndolo reír.


A la mañana siguiente me desperté y, al tantear la cama a mí alrededor, me di cuenta de que Grant no estaba allí; en su lugar se encontraba Nora, que empezó a mover su cola cuando se dio cuenta de que estaba despierta.

-Hey, Nora -la saludé acariciando su cabeza.

Mientras la acariciaba, medio dormida, sentí un papel bajo mi mano. Me senté, un poco confundida, y me fijé que era lo que había tocado. Nora tenía pegado en su cuerpito una nota. «Ven a buscarme al balcón. Te amo, Grant». Mis labios formaron una sonrisa que se ensanchó al leer lo que decía al otro lado del papel: «Oh, y feliz cumpleaños :)». Me levanté de un salto, me cambié lo más rápido que pude, bajé a Nora de la cama y me dirigí hacia allí. Al abrir la puerta me encontré con Jett parado sobre una mesita, con un gran moño rojo sobre su lomo y una cajita rectangular atada a él. Me reí por lo bajo, al parecer Grant y yo no conocíamos otra manera de regalarnos cosas, ya que siempre nos dábamos cajas de diferentes formas o tamaños. Me acerqué a Jett, lo acaricié y tomé la cajita.

-Feliz cumpleaños. -Escuché decir detrás mio.

Me di vuelta y lo vi a él, a mi razón para sonreír.

-No tenías por qué ponerle un moño al pobre de Jett, ni pegarle una nota a Nora -le dije, un poco bromeando, un poco en serio.

Se rió mientras me rodeaba con sus brazos.

-Ellos se ofrecieron voluntarios. -Lo miré con mala cara-, ¡de verdad!

Negué con la cabeza, rendida y la apoyé sobre su pecho.

-Gracias -le dije, depositando un beso en él.

-¿Por qué? -Lo sentí preguntar sobre mi cabeza.

-Por el regalo, por ti, por esto, por todo...

-Pero aun no has visto lo que es. Y por lo demás, no tienes que agradecerme.

-Estoy segura que me gustará de todos modos.

Me besó en la frente y acarició mi mejilla; yo me apoyé más en su mano, anhelando su tacto.

-No quiero que te vayas mañana -le dije, haciendo una mueca.

-Yo tampoco quiero irme, pero debo hacerlo -me contestó, apenado.

Grant se iría al día siguiente a comenzar con las grabaciones de la película y yo me quedaría allí por dos días más, luego regresaría a Vancouver también a grabar. Lo abracé fuerte, sin querer dejarlo ir, sintiendo la calidez de su cuerpo; él me abrazo con la misma fuerza. Nos quedamos así por un momento, abrazados y tambaleándonos un poco de lado a lado, hasta que Jett empezó a ladrar.

-Ok, parece que es hora de abrir tu regalo -dijo Grant, riendo contra mis labios.

Y así lo hice. Tomé la cajita y la abrí sin esperar un segundo, la ansiedad por saber que había dentro me estaba matando. Allí, sobre un terciopelo azul, había un brazalete igual al que le había regalo yo por su cumpleaños. Levanté la mirada hacia sus ojos verdes.

-Ya sabes lo que tienes que hacer -me dijo.

La di vuelta, una palabra en español en su centro: luz.

-¿Luz?

-Luz -repitió.

Me quedé mirándolo.

-Te dije, el día que festejamos mi cumpleaños, que eras mi luz. -Asentí-. Lo eres, eres la luz en mi vida. No dejas de iluminarme cada segundo que pasa, cada hora, cada día, y sin ti... todo es oscuro para mí.

Lo besé suavemente en los labios.

-No sé qué haría sin ti -le dije, acariciando con una mano su nuca-. Sin ti, también todo es oscuro para mí.

Nos besamos nuevamente y luego Grant tomó mi mano para colocarme el brazalete. Ahora nuestras muñecas tenían el mismo destello dorado, ambas con su recordatorio de la persona que más feliz nos hacía.


**

Se que les dije que quedaban aproximadamente cuatro capítulos mas, pero no tiene sentido que haga eso, así que... el próximo capitulo es el ultimo :):):):)

[Gracias♥]

La luz en mi vida [Grant Gustin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora