La luz en mi vida [Grant Gustin]

23. Asuntos sin terminar

Bajé del avión lo más rápido que pude, impaciente por llegar a mi nuevo apartamento. No esperaba ver a Grant hasta la noche, ya que si podía venir a recogerme por el aeropuerto, iba a hacérmelo saber, y no lo hizo. Esperé por mis valijas impaciente, mi pie constantemente rebotando contra el piso. Luego de unos minutos, ya me encontraba caminando hacia el exterior de la sala.

Al llegar a la parte de arribos, vi como todas las personas que habían estado allí esperando se reencontraban con sus seres queridos. Todos parecían estar en su propio mundo, así que era mi momento para poder marcharme pasando desapercibida. Pero parecía que eso no iba a ser posible, ya que al levantar la mirada, vi un cartel que decía: «Bienvenida a casa, Liz», de la mano de alguien a quien conocía, alguien a quien había extrañado horrores. Tuve que reprimir mis ganas de dejar mis pertenencias allí tiradas y empezar a correr hacia su lugar. Caminé lo más rápido que pude, chocándome con algunas personas en el camino y pidiendo disculpas; Grant se reía divertido desde su lugar. Cuando estuve a solo pasos de él, bajó el cartel y abrió sus brazos, listo para recibirme en su abrazo. Enterré mi cara en su cuello, sintiendo ese perfume que tanto había añorado en estas dos semanas. Respiré profundo, mi sonrisa rozando su piel.

-Oh, Dios, te extrañé tanto -me dijo Grant, hablando sobre mi cabello.

Apreté mi agarre alrededor de su cintura.

-Yo también -le contesté-. Pensé que, como no me dijiste nada acerca de venir a recogerme, hoy tenías grabaciones.

-Las tengo, pero pedí que me dieran un tiempo para venir aquí. -Ahora nos hablábamos mirándonos a los ojos, aún abrazados-, quería darte una sorpresa.

-No tenías por qué, pero gracias -le dije mientras me corría un mechón de pelo que tenía sobre los ojos.

-Lo que sea por ti. -Me dio un beso en la frente-. Agh, no te das una idea de las ganas que tengo de besarte.

-Si... yo también, pero será mejor a que esperemos a salir de aquí.

-Andando entonces -dijo mientras agarraba uno de mis bolsos y se lo cargaba al hombro.

No nos habíamos dado cuenta de la presencia de algunos fotógrafos hasta ese momento, por eso cuando Grant estiró su mano para tomar la mía, la bajó instantáneamente, un poco molesto. Tratábamos de no hacer demostraciones públicas de afecto, por lo menos por ahora, ya que queríamos evitar que la prensa dijera cosas sobre nosotros (más de lo que ya se decía).

Llegamos a su auto luego de habernos sacado fotos con algunos fans que se encontraban allí; cerré mis ojos y apoyé la cabeza sobre el respaldo mientras Grant guardaba mis valijas. Lo escuché abriendo la puerta a mi lado y sentándose en al asiento del conductor.

-¿Lista para ir a casa? -me preguntó.

Abrí los ojos y lo miré.

-Lista -contesté con una sonrisa.

Grant tuvo su mano sobre la mía (que descansaba sobre mi pierna) todo el viaje.

-Entonces... ¿te gustó el apartamento? -le pregunté.

-Me encantó -me dijo asintiendo-, más aún porque está cerca del mío -agregó con una sonrisa pícara.

-Sabía que dirías algo así -le dije riendo.

Continuamos todo el camino hablando de lo que habíamos hecho en esas dos semanas sin vernos. Cómo yo no tardé mucho en contarle, ya que no había hecho nada más que empacar, aproveché para preguntarle cómo le había ido en Venice. Lo escuchaba hablar muy atenta, como tratando de grabar el sonido de su voz en mi mente.

Grant tenía las llaves del lugar, de manera que fue él el que abrió la puerta al llegar. Cuando entré, no podía dejar de sonreír como una tonta. La primera vez que había visto el apartamento estaba totalmente vacío, a diferencia de ese momento, que se encontraba amueblado casi por completo. Me di vuelta para ver a ese chico que lograba hacerme feliz en pocos segundos, el cual se había tomado el trabajo de armar y acomodar todos los muebles y los electrodomésticos. Estaba sin palabras, Grant había utilizado su tiempo para ahorrarme el trabajo a mí.

Me acerqué hacia él y le di un beso, colgándome de su cuello. Podía sentir su sonrisa contra mis labios. Nos besamos por lo que pareció una eternidad, hasta que nos quedamos sin aire.

-Creo que no voy a volver al set... -me dijo mientras recorría mi espalda con su mano.

-No quiero que pierdas tu trabajo por mi culpa, así que sí, lo harás -dije acariciando el cabello de su nuca.

Pero ninguno de los dos se separó del otro. Nos quedamos allí, acariciándonos y viéndonos a los ojos, en silencio. Sus manos bajaban cada vez más por mi espalda, llegando a mi cintura, siguiendo su camino hacia mis muslos. Grant comenzó a darme pequeños besos en el cuello, dejándome completamente sin aliento; mis manos ahora tiraban de su cabello. El calor empezó a invadirnos.

Evité pensar en que podía pasar si nos dejábamos llevar por el momento y detuve sus caricias y sus besos. Lo miré, como diciéndole que sabía a donde quería llegar con eso.

-Será mejor que te vayas -le dije, tratando de regularizar mi respiración. Podía notar que el también estaba sin aliento.

La verdad es que no quería detenerlo, no quería que se fuera, me moría de ganas por dejarlo acariciarme, me moría de ganas por descubrir en donde podría llegar a terminar aquello.

-Pasaré por aquí cuando termine de grabar, ¿sí? Hoy terminamos temprano -me dio un suave beso en los labios.

Le sonreí y asentí.

-Gracias -le dije.

-¿Por qué? -preguntó frunciendo el ceño.

-Por esto -contesté haciendo un gesto con mis manos, abarcando la habitación.

Grant negó con la cabeza.

-Oh, no es nada... no iba a dejar todas las cosas sin ordenar. No tienes por qué dejarlas así -me dijo-, puedes acomodarlas como quieras.

-Me gustan así -le dije con una sonrisa.

Me dio otro beso y, separándose de mí, tomó las llaves de su auto.

-Nos vemos más tarde -me dijo mientras abría la puerta y me guiñaba un ojo.

-Más tarde -le respondí, con la esperanza de poder continuar lo que sea que dejamos sin terminar.

***

no son lindos juntos??????? ♥♥♥