8 en punto, el tiempo enserio se pasaba volando, estaba tan emocionada por salir de aquí, por fin recuperaría el tiempo perdido con niall.
-¿nos vamos? - me susurro niall por atrás, haciéndome que me asustara al momento.
-si - suspire, solo era él - ya esta, vámonos - sonreí de oreja a oreja. Tenía un buen presentimiento.
-heder -dijo Harry colocándose enfrente de nosotros, ¿de dónde había salido? - ¿quieres que te lleve a casa?
Niall tosió en ese instante a propósito, para que Harry se diera cuenta de su presencia o al menos no siguiera ignorándola, que era lo más seguro.
-¿entonces? - dirigiéndose a mi e ignorando por completo a niall. Si...sabía que lo había echo a propósito.
-no Harry, hoy no, niall me llevara no te preocupes - sonreí
-está bien - clavando los ojos en niall
-creí que saldrías con Jena.
-a si... no, creo que esta vez no - frunciendo el ceño
-bueno... ya que - encogiéndome de hombros.
-¿ya nos vamos? - volvió a preguntar niall
-claro - asentí - adiós Harry, qué tengas buena noche.
-adiós...
Fue lo último que escuche antes de salir de aquel piso. La verdad no me importaba, no me importaba haber rechazado la propuesta de Harry, estaba feliz y el no me lo arruinaría.
Niall y yo corrimos por todo el estacionamiento como niños chiquitos, era extraño, pero divertido, sentía como un cosquilleo, un placer al hacerlo, me divertía como niña con niall. Llegamos al mismo tiempo a su auto, nos recargamos en el techo del auto, para descansar un rato y recuperar nuestra respiración regular, reíamos mientras lo hacíamos, había sido muy divertido, estuvimos un par de minutos así, mirándonos uno al otro y riendo.
-no quiero ir a cenar - reí
-¿entonces? - respondió apenas pudiendo respirar.
-quiero caminar, ¿podemos?
-lo que usted pida señorita - respondió tratando de imitar el acento sofisticado de la realeza y haciendo una reverencia, solté una carcajada ante su acción.
El camino hasta mí desde el otro extremo del auto, me ofreció su brazo y lo acepte.
-¿lista señorita? - exclamo poniéndose derecho, como un caballero.
-lista - reí
Caminamos por todo el estacionamiento hasta llegar a un mirador, había unas cuantas personas, todas disfrutando del aire fresco y de la tranquilidad del lugar; sin duda un excelente lugar para pensar o charlar. Nos recargamos en los barrotes que marcaban el límite del mirador, me quede admirando por unos instantes; el cielo, las estrellas... todo, el viento chocando con mi cara, se sentía bien, nunca había aspirado tanta paz como en estos momentos, se sentía como a mi vieja vida, cuando era tan solo una niñita que apenas y se preocupaba por qué juguete pedir en navidad.
-¿ya habías venido aquí?
-no, nunca - admití
-se nota - bromeo
Le sonreí, no podía dejar de mirar al cielo. Cuando por fin me había cansado de examinar cada detalle de aquel lugar decidí iniciar la conversación.
-¿Por qué siempre dices hasta pronto o hasta mañana? - solté. Ya se era una pregunta muy tonta pero no se me había ocurrido nada más para empezar la conversación.