No sabía cómo, ni de donde había salido la fuerza, pero me resistí, no iba a caer, tenía que ser fuerte. Tan solo me quede casi inmóvil por unos instantes, mi cuerpo estaba tenso, temblaba del frío ¿o tal vez del miedo?
Ahora la ciudad se había callado, todo estaba tan sereno, en completo silencio, el único ruido que se escuchaba era el sonido de unas llantas arrancar y deslizarse por el cemento, el sonido era más débil cada vez, hasta que finalmente dejo de escucharse.
Mi cuerpo aun seguía tenso, el rostro se me humedecía de nuevo y los labios me temblaban. Trague saliva con dificultad, y me fui dando la vuelta poco a poco para volver a mirar hacia atrás, Y me encontré con ello, me encontré a niall tirado en el pavimento, y con sangre brotando de su espalda. En ese momento di un grito ahogado, estaba horrorizada, estaba, estaba... no lo podía explicar, pero estaba sintiendo algo horrible dentro de mí, sentía que la que iba a morir iba a ser yo.
Corrí de inmediato hacia niall sin pensarlo, me arrodille ante él y me solté a llorar, esto no podía haber pasado, no de nuevo, no a mí, no podía perder a alguien más en mi vida. Le di la vuelta de inmediato a niall para poder verlo cara a cara, tenía que estar vivo, tenía que verlo. Al instante niall tosió, esa era una buena señal ¿no? Significaba que aun estaba vivo.
-niall, niall, niall – repetí varias veces mientras lo sacudía con suavidad, quería estar segura de que aun me escuchaba.
- aquí estoy heder – me alegre al escuchar su voz, estaba tan asustada que eso era casi como una esperanza para mí.
- me estabas asustando niall – solloce – por un momento pensé que jamás me responderías. Pediré una ambulancia.
Saque rápidamente el celular del bolsillo de mi pantalón, lo tome con ambas manos y comencé a marcar (ya que las manos no paraban de temblarme, estaba angustiada).
-heder... - dijo casi en susurro.
-cállate – estaba muy nerviosa, solo quería salvarle la vida, era lo único en lo que podía pensar – estoy pidiendo una ambulancia.
El me hizo caso y cerro la boca mientras yo pedía la ambulancia. Me costó mucho pedirla ya que la voz se me quebraba a cada instante y el aire me faltaba, pero al fin y al cabo pude hacerlo.
-ya – avise mientras colgaba, y dejaba el teléfono a un lado de la banqueta. – no te preocupes niall, ellos vendrán pronto. Todo estará bien...
-heder
-ellos te salvaran
-heder
- resiste...
-heder. Escúchame – niall hizo un esfuerzo para alzar la voz y le hiciera caso. Ya lo había oído solo que... estaba muy nerviosa, y tenía miedo de que él quisiera despedirse. Esto no podía ser el final.
-está bien – acepte.
No tenia caso que lo estuviera evitando mas, sabía que sus palabras iban a doler, pero no podía quitarle ese derecho, y él lo quería hacer... está bien, que lo hiciera de una vez, que terminara de llevarse parte de mí.
-heder te amo...
-cállate – lo interrumpí, tan solo esa palabra hizo falta para que me terminara de hacer polvo – no puedo.
El tomo mis manos en ese momento, y me miro con sus ojos, con sus ojos azul obscuro y ahora faltantes de vida, que en unos momentos advertían con apagarse, por apagarse por completo.
- te amo heder - escupió, estaba perdiendo la capacidad de hablar - solo quiero que me perdones. Nunca quise hacerte daño - tosió - si hubiera sabido que me enamoraría de ti... Perdona me, nunca te hubiera hecho lo que augusto me ordeno. Perdona me por ser el culpable de que aquella noche no hayas podido escapar con harry.