Capítulo XVII

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Caminamos detrás de ella. Su cabello perfecto es movido por el viento mientras camina, su paso es firme y la seguridad que despide te hace sentir pequeña e indefensa a su lado. Es la única mujer que ha logrado llegar a cuarta fase, el mando más alto de todos.

Abrió una entrada en la academia que hasta ahora no sabia que existía. El pasillo apenas y tiene iluminación, empuño mis manos a los lados y miro a Daniela, aun no termina de recuperarse, los moretones en su rostro aun son muy visibles.

Suelto un suspiro y vuelvo a fijar mi vista al frente, es abrumador no saber lo que va a pasar y para que Natalia nos ha traído aquí. Cruza hacia un nuevo pasillo y se detiene frente a una puerta, marca algo parecido a un código o clave y esta se abre; cuando entramos quedo petrificada al ver tantas pantallas, pequeñas, pero muestran cada una un lugar diferente.

Espero no tengan cámaras de mi edificio

Natalia se vuelve hacia nosotras y dice:

—Aquí hay imágenes de cada una de las misiones a las que hemos asistido, y más. —Mierda, lo sabia, ha visto ha James en mi departamento —No las he traído aquí por nada.

— ¿Entonces? —Pregunta Daniela con voz dura. Natalia nos ha sacado a las dos de la mañana de nuestros departamentos, debe estar así por falta de sueño.

—Estamos tratando de localizar a la persona que las delato en su ultima misión.

—Me alegra, porque apenas y logramos salir. ¡No puedo entender aun que dicen ser una de las organizaciones más secretas del punto mundo y tienen un jodido infiltrado! —Dice Daniela, Natalia frunce el ceño y camina frente a nosotras dándonos la espalda.

Le doy un golpecito a mi compañera en el brazo, esta me mira y se encoge de hombros enojada. Se que esta furiosa, pero esa mujer ante nosotras es una de las mas poderosas de aquí, merece respeto.

—Si hay un infiltrado aquí es uno de ustedes —Dice Natalia, yo pongo los ojos en blanco —De los últimos que ingresaron, quiero decir. Pero en fin, a lo que vinimos. —Daniela y yo nos acercamos a ella cuando nos los pide — Desafortunadamente para ustedes el edificio donde estaban en su ultima misión hay cámaras y lo han captado todo. —Oh, mierda —Esta gente que se hace pasar por empresarios han ofrecido cincuenta millones de dólares por sus cabezas. —Un jadeo brota de mis labios y no puedo evitar retroceder un paso.

—No, es decir... estábamos encubiertas. Pelucas, algunas facciones. Imagino que ustedes no lo van a permitir. —Dice Daniela.

— ¿Por qué crees que les estoy diciendo esto? —Dice Natalia — Esas cosas que llevaban ese día no será un problema para algunos, saben que estaban encubiertas. Las he desaparecido, cualquier escáner de reconocimiento facial no las podrán identificar porque ahora mismo no existen. Eso solo será por un tiempo. No pueden salir de aquí, del pueblo, a ninguna ciudad. Nada. No deben aceptar ninguna misión, si se les asigna alguna, pongan alguna escusa. Esto lo estoy haciendo yo por ustedes, nadie más. Lerman, di algo, estas muy callada.

—Yo... si, bueno, si. —Ambas me miran como si me hubiese vuelto loca — haremos lo que nos dices. —Termino.

—Hoy esta muy rara, quisiera saber a donde se fue la señorita seguridad que había en ti. —Dice Natalia.

«Ahora mismo acaba de regresar» Quise responder, estaba tan nerviosa, pensé que Natalia había visto a James en mi departamento y me había traído aquí para expulsarme o amenazarme.

—Estoy bien. —Respondo con voz más segura.

—Sigue habiendo un problema —Dice Natalia nuevamente, bendita mujer — ¿Quién es ella? ¿Quién tiene ese tatuaje? —Dice.

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