—Lucas Russo, Lara Pachetty, Francis Garcia, Nadia Leroy y, sobre todos, nuestro amigo y jefe principal Emilio Carter. —Debí contener un jadeo para no parecer un idiota frente a todos. Las personas antes nombradas están muertas. Todas.
Ayer, mientras estaba con Alaía en esa habitación, haciendo el amor; alguien detono un artefacto explosivo en la fiesta de mascaras. Aunque el mismo presento fallas al ser detonado murieron veintidós personas y unas ochenta están heridas, entre ella, Alaía, mi Alaía.
Todos están conmocionados, confundidos y heridos. Las personas nombradas solo son algunas de las que fallecieron, son solo las que pertenecían a La Academia, todas las demás iban al instituto, de igual manera; no le restamos importancia. Debemos encontrar a la persona que ha introducido el artefacto al lugar de la reunión.
Alaía está en la parte delantera del auditorio donde han reunido a los mejores agentes. Esta lastimada, pero Natalia ha insistido en que venga; presiento que no es para nada bueno. Lleva una bandita en la frente que cierra la herida causada por el golpe. Tiene el labio inferior roto y varios moretones.
—Solo tenemos un sospechoso, alguien que no está aquí ahora mismo, ¿Se preguntan por qué? —Todos miran a los lados para verificar quien coño falta —¡Por qué ha escapado y ninguno de ustedes que tienen entrenamientos por más de dos años lo sospecho! ¡Tenían el enemigo en la puta cara y nunca lo vieron! —La persona que habla es Natalia, su padre, Emilio Carter ha muerto en este accidente está dolida y enojada —¡¿Para qué mierda los entrenamos, entonces? —Observa a todas las personas en el lugar y se detiene en una. Mierda. —Alaía Lerman, ¿Podrías acercarte? —Pide, tomo una respiración profunda y la observo levantarse adolorida.
Sé que va hacer algo en su contra, ese solo pensamiento me hace empuñar las manos y ponerme tenso al instante. La observo caminar hasta donde Natalia esta parada frente al micrófono, la mira con la mandíbula tensa y casi puedo asegurar que esta temblando.
—¿Dónde estabas ayer cuando exploto el maldito artefacto? —Podía ver a Bruno en alerta, atento detrás de ambas junto a su padre y los otros altos mandos.
—Salí a tomar un poco de aire —Responde, con la voz entrecortada, se que esta adolorida hasta la mierda.
—¿Aire? ¿Crees que las personas que ahora están muertas están buscando o tomando aire? —Esta gritándole, por lo que bajo despacio hasta la primera fila, no voy a permitir que le haga nada — ¡¿Dónde está la hija de puta de tu amiga?! —Grita, me detengo en mi lugar y mis ojos se abren por inercia. Miro hacia arriba, hacia los lados, busco a Daniela por todos lados y no está. Vuelvo mi mirada hacia Rafael que me mira con los ojos en blanco y pasmado, claramente impactado por esto; puedo ver que sus ojos se llenan de lágrimas pero no las deja salir. No pudo ser Daniela. No pudo ser esa chica. —¡¿Fue tu amiga por casi dos malditos años y no te diste cuenta que era una terrorista que nos quería acabar?! ¿Qué clase de idiota eres? —Mi chica busca con la mirada a su amiga por todo el auditorio, claramente no lo puede creer, su cara de incredulidad es notable, deja salir un par de lágrimas. —¡Eres maleable, Alaía, no puedes estar en este trabajo! —No hablaba, esta temblando y puedo notar su cara de cólicos. No puede creer que esta chica la haya engañado. Quizá… quizá fue ella la que mando asesinar a Ariadna. Mierda no.
—¡Ella no tiene la culpa de nada! —Suelta Bruno, tratando de defender a su hermana.
—¡Tu cállate! No perdiste a nadie de tu familia, yo perdí a mi padre. Si tu hermana la hubiese estudiado con atención se hubiese dado cuenta con quien trataba.
—¿Por qué no la estudiaste tu, entonces? Así como estudiaste a mis hermanos y a mi familia. Estas empeñada en hacerle daño a los míos. ¿Crees que no me di cuenta que los investigaste a todos buscando algo sucio? ¿Por qué no lo hiciste con todos? ¿Cuál es tu mierda con mi familia? ¡Ellos no tienen la culpa de nada de los que paso entre tú y yo! —Natalia se queda cállate y con las manos empuñadas, su respiración es dificultosa. Está obsesionada con los Lerman. Y pensar que quería hacerle creer cosas erróneas a mi chica.
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The Academy
Ficção AdolescenteAlaía Lerman es la hija de un ex agente de la interpol, uno de los mejores en su época. Ella, una chica que cumple con todas las ordenes de su padre, con excelentes notas y destinada a estudiar en una de las mejores universidades del estado. Pero la...