The Academy

Capítulo XXVI

—Prométeme que vas a volver —Pide Adolfo, mi hermano menor. Está preocupado, tiene mi chaqueta empuñada y claramente no quiere soltarme.

—Voy a volver, estaré aquí para ayudarte a salir de este mundo de mierda. —El asiente satisfecho y luego de abrazarme con fuerza, me suelta.

Me despido de un par de personas más y subo al avión privado que han traído para nosotros. Somos diez en total, diez personas que trataran de capturar y hacerle pagar a la que una vez se hizo pasar por mi amiga. Ella asesino a Ariadna, o al menos dio la orden para que lo hicieran, Ariadna había descubierto su plan e iba a desenmascararla delante de todos.

Voy hacer esto por ella, por todas esas personas inocentes que murieron en esa fiesta; voy hacerle pagar cada muerte. Si Daniela Freyed cree que se salió con la suya esta muy equivocada. Tomo asiento y abrocho mi cinturón de seguridad. A un lado de mi Rafael, Mateo y James me observan atentos. El primero un poco pensativo, supongo que aun no puede superar que su novia es la autora de todo las muertes e infiltrada que tanto buscábamos. Ambos fuimos engañados por la mejor actriz del planeta, esa chica debió ser entrenada desde niña.

El avión empieza a moverse y no puedo evitar la descarga de adrenalina que recorre mi cuerpo, el saber que en unas horas podre volver a ver a esa maldita mentirosa hace que una descarga de rabia recorra mi cuerpo y anhelo el encuentro. Voy a destrozarla.

Nadie dice nada en todo el camino, ¿La verdad? Ninguno sabe a dónde vamos, ninguno sabe si saldremos del país o será dentro de este.

—Acérquense —Pide Natalia, ella y mi hermano han venido con nosotros; pero solo a guiarnos y a supervisar la misión. Tiene un mapa encima de una mesita —. Sigue aquí en Inglaterra. —Nos señala un lugar en el mapa —. Nuestras fuentes nos han confirmado que es ella. Esta con su padre y un grupo de hombres, al parecer, este último alguna vez fue parte de nuestra organización pero lo sacaron de esta al descubrirle unos negocios sucios. Ambos venían planeando esto desde hace mucho tiempo. —Aclara Natalia.

Nos explica que ambos residen en un edificio muy lujoso al sur del país. Empuño mis manos al pensar que ellos están tranquilos llevando una vida lujosa cuando han matado cientos de personas inocentes. Nos explican como procederemos, me indican que James, Mateo y yo entraremos por la puerta trasera con otro agente mas, subiríamos hasta el pent-house donde se encontraban y allí los embocaríamos.

Volvimos a nuestros asientos por el resto del viaje, una de mis piernas sube y baja con rapidez en un gesto de impaciencia, necesito llegar, aunado a eso estaba el hecho de que James no apartaba su mirada de mí. No necesito que él me proteja, no necesito que se preocupe por mí.

Aterrizamos en una pista privada un par de horas más tarde. Las camionetas negras nos llevan a nuestro destino, una hora de viaje más por tierra. James va a mi lado, voy en el medio, entre él y Rafael que también viene con nosotros. Mi cuerpo da un repino imperceptible para los que van a mi lado cuando siento una mano sobre la mía; James toma mi mano con fuerza y nuestras miradas se encuentran de inmediato. Vi miedo en su mirada, por primera vez en casi cinco años que lo conozco vi ese miedo en su mirada, no soltó mi mano aunque trate de apartarla.

—Tengo un mal presentimiento —Susurra —. No me perdonaría que te pasara algo. —Niego, entornando los ojos hacia él. Quería calmarlo, no me gusta verlo así. Pero mi hermano va en el asiento delantero y debo mantener la calma y compostura con él.

—Todo va a estar bien, James. —Susurro para él, pero no logro calmarlo, por el contrario, me suelta y desvía la mirada susurrando un "Lo siento"

Eso me deja intranquila, verlo así, que me mirase de esa manera... es como si, no lo sé. No puedo confundirme con una persona que no ha querido tener un noviazgo ante el mundo conmigo. No puedo.