The Academy

Capítulo VI

Los días siguientes se dedicaron a darnos a conocer cada uno de los espacios de la academia, era casi todo el día caminando o montada en algún bus donde nos trasladaban. A James, a pesar de vivir casi frente a mi departamento no lo vi en lo que quedo de semana, pero si logre escuchar su puerta cerrarse algunas veces, cuando salía a las excursiones me aseguraba de que no estuviese por el pasillo del edificio para así poder salir sin verlo.

Es domingo por la tarde, a Daniela no la he visto y Ariadna me escribió un mensaje diciéndome que saldría con alguien, desde que llegamos aquí, las dos personas con las que me he hecho más cercana tienen con quien salir, eso me hace sentir un poco sola, pero ya estoy acostumbrada a eso, en mi anterior hogar era casi de la misma manera, hasta peor.

El viernes por la tarde mi hermano mayor paso por nosotros para regresar a la casa donde se estaban quedando nuestros padre, cuando le comente Adolfo todo lo que estaba pasando con James no podía creerlo, pero cuando dijo que quería pasar a saludarlo casi lo golpeo, ese chico casi arruino mi vida ¿Y el quería saludarlo? Lo que quedo del fin de semana paso sin novedades, Salí con mi madre por unas cosas que me faltaban en mi departamento y luego volvimos a casa.

Regresamos de nuevo a la academia esta mañana, debemos volver los domingo antes de las doce del medio día. No me gusta estar encerrada, me considero claustrofóbica así que tomo mis converse, mi cámara y salgo al bosque que esta a un costado de la academia.

Debo caminar por un largo sendero para así llegar a la entrada del aquel gigantesco bosque. Tomo mi cámara y enfoco los arboles que se doblan pareciendo que forman una entrada, a cada cosa que encuentro interesante la voy fotografiando, me dejo tragar por la inmensidad y belleza de aquel lugar, los colores naranja, marrón y amarillo predominan y puedo ver uno que otro animalillo que no pierdo la oportunidad de fotografiarlo.

El tiempo pasó volando y cuando soy consciente ya son las seis de la tarde y está oscureciendo. Vuelvo por el mismo camino que creí había tomado, pero luego de caminar y caminar pude notar que estaba perdida, mierda, empiezo a caminar más rápido, mirando de un lado a otro, también hacia arriba en las copas de los arboles, me detuve en un lugar que logre reconocer y busque en mi cámara las fotografías que allí había tomado.

Estaba perdida y eso no estaba en duda, esto no era previsible para mí, ni siquiera me había preocupado en llevar un mapa o algo que me indicara por donde ir, y por donde regresar cuando salí de mi departamento.

Tomo mi cámara y busco las primeras fotos que tome para buscar algún punto de referencia, al encontrar una relacionada con el lugar que me encuentro sigo hacia atrás con las otras, poco a poco voy avanzando, mirando a mi alrededor y nuevamente sintiéndome vigilada, observada. Miro a todos lados, arriba a la inmensidad de los arboles, a los lados porque escucho pasos detrás de mi, pero me digo a mi misma que es mi imaginación, que estoy asustada y debo salir de aquí antes de que termine de oscurecer.

Vuelvo la vista hacia el camino que voy dejando atrás cuando siento que algo a pasado detrás de mi, entonces al ver lo que es un animal, o la parte trasera de uno, mi corazón comienza a latir a un ritmo desbocado, la cámara que llevo en mis manos cae al suelo y algo dentro de mi me grita que corra, que salga de allí y lo hago; empiezo a correr por el sendero que antes había tomado, lo sigo sin saber si es el camino correcto o no, miro hacia atrás y todo es borroso, apenas y veo la figura o sombra de un animal que me sigue, me detengo en seco cuando me encuentro con dos senderos, uno a la derecha y uno a la izquierda en forma de Y, no recuerdo haber pasado por aquí, pero decido tomar el de la derecha cuando veo unos arbustos moverse con fuerza, freno en seco resbalando y cayendo de espalda, así mismo me levanto y tomo el camino de la izquierda, resbalando al mismo tiempo que emprendía mi camino.