Capítulo XIX

3.1K 215 45
                                    

Niñas, como les dije en el capítulo anterior, ya publique la primera parte de esta novela. Ya he publicado dos capítulos y les quiero pedir que por favor le den una oportunidad. Tratare de hacerlo lo mejor posible para que pueda gustarles al igual que esta.

Oficina centrar del FBI- Berlín-Alemania:

Paso las manos por mi rostro confundido, nervioso, sentía un puto nudo en mi estomago, mis manos sudan y tiemblan levemente. Los zapatos de tacón de Anthonella resuenan por todo el lugar y yo la sigo sin pestañar. Necesito saber que pasa. Por qué me trajo aquí. Y aunque no lo quiero ni pensar porque no quiero hacerme una estúpida idea, quiero que tengan alguna información nueva sobre Alaía, sé que eso no la traerá de vuelta, pero de verdad quiero atrapar a todos los hijos de puta de esa organización, a cada uno de ellos. Sé que todavía quedan algunos libres.

—Nuestra gente te quiere para trabajar con nosotros, pero sabemos que no aceptaras de inmediato. Si quieres saber toda la información que tenemos debes firmar algunos acuerdos, —Ahora camina a mi lado —. Necesitas confiar en nosotros, en la Organización dónde estabas hay muchas fallas, fraudes y secretos que ustedes ni se imaginan.

— Quiero ver las pruebas de todo lo que me dices, entonces podre creer en ustedes, deje muchos amigos allá. —Ella me observa segura y asiente al final.

Me lleva con su jefe y después de conversar un rato con él y firmar un acuerdo de confiabilidad me lleva con su superior. Sentía que de alguna forma estaba traicionando a mi antigua Organización pero necesito saber qué es lo que saben acerca de los Lerman y los supuestos fraudes. De verdad espero que Bruno o su padre no estén metidos en todo esto, el fue mi tutor por años; y su padre... no, es imposible que sean ellos. Trabaje demasiado tiempo con ellos, además... Alaía no pudo haber muerto sin conocer algo sobre esto. No creo que ellos sean los que estén metidos en toda esta porquería.

—Nada de esto puede saberlo nadie hasta que tengamos todo listo. Si te tenemos aquí es porque ya te hemos investigado lo suficiente para saber que puedes ayudarnos y no estás metido en nada ilegal. —Me informa uno de los superiores, estoy tan nervioso que he olvidado por completo su nombre.

— ¿Puede decirme de una buena vez que es lo que pasa? —Digo ya sin paciencia alguna.

—Como sabes y te lo explicaron desde que entraste a Global Security Organizatión, ustedes son una de las competencias más fuertes que tenemos, son muy buenos en lo que hacen, o hacían... hasta su último caso. —Lo observe confundido, de verdad que no entiendo nada —. Cuando Emilio Spineda lo nombran jefe del lugar, seis meses después a Sebastián Lerman se le ocurre la idea de que sus dos hijos menores entren a La Academia. Alaía y Adolfo Lerman —Mi cuerpo se estremece y cierro los ojos por inercia al escuchar su nombre. Tienen fotos de todos en una especie de pirámide —. Bruno Lerman tuvo una relación con Natalia Spineda, hija de Emilio y cuando él la término todo se desato. Escogieron como jefe a un tipo con una cantidad de problemas y fraudes sin resolver. Con antecedentes por maltrato. ¿Cómo se les ocurre?

—Yo apenas era un aprendiz, ¿Cómo podía saber todo esto? —El exhala frunciendo los labios y sigue.

—Cuando Alaía Lerman llego le pusieron las pruebas más duras, incluso, quisieron eliminarla desde el primer momento —El nudo que se forma en mi garganta no me permite tragar con normalidad, maldita sea ¿Qué carajos está pasando? —. Natalia se quería vengar de Bruno por lo que le había hecho, y su hermana termino pagando todo. —Dice pausadamente. Yo miraba la foto de mi chica, esa que había dado su vida por mí.

— ¿Que está tratando de decirme? —Para este momento mis manos ya tiemblan sin parar, pero no es por nerviosismo sino por la corriente de odio que recorre mi cuerpo. No podía ser lo que estaba pensando.

—Desde antes que los hermanos Lerman llegaran ya todo un plan en contra de ellos estaba formado. Estas dos familias chocaron, Sebastián y Bruno Lerman y Emilio y Natalia Spineda colisionaron cuando el puesto como jefe principal estaba vacío. Los dos últimos hicieron hasta lo imposible, recibieron dinero sucio, extorsionaron a otros agentes, manipularon los votos y hasta mandaron a manipular el auto de Alaía Lerman cuando estaba en su país para que esta sufriera un accidente y muriera, así los primeros dos saldrían del lugar por un tiempo. —Mis pulmones se habían cerrado para este momento. No sabía cómo respirar. Natalia sigue allí y es un peligro para todos.

—Pero... Emilio está muerto. —Digo con la voz entrecortada. El hombre niega y una sonrisa aparece en su rostro.

—No, no... —Maldita sea —. El ahora opera libremente uno de los carteles de drogas más grandes del mundo... si, del mundo. El tipo tiene acceso a donde quiere, tiene muchos contactos. Y esta chica... ¿Daniela era que se llamaba? —Lo miro nuevamente con los ojos en blanco, consternado —. Trabajaba para ellos. Ariadna Loreto fue asesinada por Natalia y no por esta otra chica, pero a Daniela si se le encargo matar a Alaía. —Inhale todo el aire que pude cerrando los ojos y haciendo mi cabeza hacia atrás. No podía creer nada de esto. ¿Cómo fui tan imbécil? ¿Cómo no me di cuenta de esto y como Bruno y su padre aun no lo han descubierto? —. ¿Cómo sabemos todo esto? Pues tenemos varios infiltrados tanto en el cartel como en La Academia.

Coloque una de mis manos en mi rostro tapándolo, ¿Cuándo sucedió todo esto? Me estaba volviendo loco. ¿Cómo pude fallarle a Alaía de esta manera? Todo es una locura, pero tiene sentido. Cuando Alaía llego aquí tuvo varios inconvenientes en el bosque. No puedo quedarme de brazos cruzados.

— ¿Qué tienen pensado hacer? —Pregunto enojado. Voy acabar definitivamente con Natalia, muy poco va a importarme que sea mujer.

—Aquí entras tu... necesitamos que convenzas a toda la familia Lerman para que venga aquí y así podamos seguir y atrapar a los Spineda. Necesitamos que trabajes para nosotros, si todo sale bien te necesitaremos para que participes y podamos atraparlos. —Mierda, mi relación con los Lerman no es la mejor ahora mismo.

—Debo ir por paso, va a tomarme un poco de tiempo. Mi relación con los Lerman no es la mejor, pero puedo llegar al menor de ellos primero. —Aclaro.

—Estamos enterado de todo lo que paso, pero tranquilo, todo va a mejorar pronto. — ¿A qué se refería? —. Adolfo Lerman seria de ayuda, pero no como la que tendríamos con Bruno. Haz lo necesario. Tendrás nuestro apoyo. Ahora mismo necesito que firmes otros papeles y ya estarás listo. Tendrás una excelente recompensa. —Asiento, aunque lo que menos me importa es el dinero. Necesito vengar la muerte de mi... chica. Necesito cerrar esta etapa, saber que su muerte no quedara en vano.

La reunión termino cuando firmamos un par de documentos más. Estoy inquieto, frustrado, dolido... no sabía cómo llegaría de nuevo a Bruno, pero debía hacerlo. Su padre ahora mismo está en el poder en La Academia y no se imaginan el peligro que corren al tener a Natalia con ellos. De seguro no está sola, puedo asegurar que ella tiene gente de su calaña metida allí.

Anthonella me aborda al salir y camina conmigo a la salida, la verdad no preste mucha atención; tengo tantas cosas en mi cabeza que no escucho mucho lo que dice. Cuando dejo el edificio y el ruido de la ciudad me inunda vuelvo a la realidad.

— ¿Y te dijo lo más importante? —Iba a subir a mi auto, pero me vuelvo hacia ella al escucharla.

— ¿A qué te refieres? El me dijo muchas cosas importantes.

—Sobre la chica... Alaía. —La observo confundido ¿Había algo más? —. Parece que no, olvídalo. Ellos te irán diciendo las cosas a su tiempo. —Entonces, se vuelve y entra de nuevo al edificio. ¿Qué carajos está pasando?

... 

The AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora