Cheater (origen Del Mal)

Capítulo 10.

—Ustedes son cuatro, no deberían estar robando un banco, una tienda, o algo así —les dije a los sujetos mostrando una cara muy tranquila.

—¿Y éste quien coño es? —dijo uno de ellos.

—No lo sé, lo que si se es que ese se muere hoy —dijo el que aún sujetaba la chica.

—Que curioso, yo pensaba lo mismo de ustedes, no se quienes sean pero si se que hoy van morir —respondí mostrando frialdad en mis palabras.

—Escucha niño, somos cuatro y aun que estuvieras armado no podrás con nosotros —dijo el mas musculoso, mientras sacaba un cuchillo.

—No necesito tener armas —respondí.

—Por que demonios están hablando estupideces y no van y matan a ese mocoso —gritó quien parecía ser el líder de la pequeña banda.

La chica que estaba en manos de uno de ellos, solo miraba con lágrimas en los ojos y temblaba de miedo, y no la culpo, se encontraba en una situación difícil y muy peligrosa.

El sujeto musculoso corrió hacia mi con el cuchillo, me sujetó el hombro izquierdo con una mano, y con la otra introdujo el cuchillo en mi abdomen varias veces.

La chica gritó asustada, y la mano de uno de ellos opacó sus gritos.

A la tercera puñalada le sujete la mano que tenía el cuchillo, impidiendo que sacara el cuchillo de mi. Me miró a los ojos y le di una mirada tenebrosa acompañada de una sonrisa macabra.

—¡Qué demonios! —dijo asustado.

—¿Quieres morir ahora... O después de tus amigos? —le pregunte entre susurros con una voz maléfica.

—¡Maldito! —respondió mientras intentaba darme un golpe con la otra mano.

—Pues serás el primero —le dije con un tono gentil, mientras le rompía la muñeca del brazo que sujetaba el puñal.

—¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaahhhh!!! —gritó un segundo antes de que le opaque el grito cortándole la garganta con su cuchillo.

Los demás reaccionaron tarde, pues pensaban que yo decía mis últimas palabras tras esas puñaladas, y solo pasaron unos segundos cuando rompí su muñeca y corté su garganta.

—¡¿Cómo diablos?! Dijo con los ojos bien abiertos, y una cara de espanto el que parecía ser el jefe, mientras sacaba su arma y me disparaba.

Me alcanzó a dar con una bala antes de que el cuchillo se enterrara en su frente, antes de que su cuerpo sin vida cayera al suelo, saque el cuchillo de su frente atravesando el corazón del que estaba a su derecha, haciendo que los dos caigan al mismo tiempo al suelo.

Solamente quedaba el que sujetaba a la chica, y estaba paralizado, no sabía quien tenía mas miedo si la chica, o el.

La chica no paraba de llorar, y el reaccionó con palabras al ver que caminaba lentamente hacia ellos.

—¡Oye espera! ¡Espera! —gritó asustado.

—Yo solo hacia lo que ellos decían por favor no me...

su voz se corto al enterrarse el cuchillo en su frente, cayendo a los pies de la chica que estaba paralizada. Me acerque a ella, sentí que me tenía miedo y no paraba de llorar, tomé las pertenencias que le habían quitado y las coloqué en sus manos.

—Tranquila ya pasó, todo está bien —le dije mirándola a los ojos.

Hice mas que mirar su mente, pude tranquilizarla y hacer que dejara de llorar.