Capítulo 37.

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El viento sopla fuerte, la noche se torna fría, los truenos y relámpagos dan ese toque hermoso antes de que caiga la lluvia, los árboles bailan al ritmo de la brisa, el tráfico está muy ligero, las calles cerca de este bar están un poco solitarias.

Comienzo a pensar que ella no va a llegar, ya me he tomado 3 cervezas mientras disfruto de la música sentado en esta mesa para dos.

—No se puede creer en mujeres, ellas son el ser más adorable y hermoso que tiene la tierra, pero también el más peligroso. —dijo un completo desconocido que está sentado muy cerca de mí mesa.

Giré los ojos hacia el sujeto. era un tipo no muy alto, de piel bronceada, pelo castaño, ojos marrón, llevaba un abrigo negro con capucha y parecía que ya llevaba unos cuantos shot de tequila consumidos.

—¿Eso fue un comentario al viento o me hablas a mí? —le pregunté al sujeto.

—¿Crees que ella vendrá? —dijo el sujeto girando su cara hacia donde mí.

—¿Quién vendrá? —le pregunté.

—Pues obviamente la mujer que esperas, ¿Quien más? ¿O me dirás qué no esperas a nadie?

—Bueno te explico, lo que pasa es que eso a usted no le importa caballero. —le dije mostrando una sonrisa tan falsa como las nalgas de la chica que justo pasaba por mi mesa, la cual se rió al escuchar mi comentario, al parecer estaba cerca escuchando la pequeña conversación.

—¿Que les pasa a las personas de este bar? Opinan en cosas que no le importan incluso sin conocerte, escuchan conversaciones ajenas... —pienso con cara sería aunque en realidad me lo pienso de manera graciosa.

—Tambien me plantaron, esperaba a una chica aquí, y nunca llegó. —dijo el sujeto.

—¡Ah!  Entiendo, pero no recuerdo haberte preguntado eso ¿O sí? —le dije con cara de que no me importa un comino.

—Eres muy gracioso, me llamo Juan de Dios, suelo venir mucho a este bar, no te había visto por aquí. —me dijo el sujeto.

—¿Gracioso? A ver... Creí que estaba claro que no me importa lo que sea que estés diciendo. —le dije con una mirada de desagrado.

El sujeto se paró de su asiento y se sentó en mi mesa, no sé porqué tenía la idea de que podíamos establecer una conversación en plan amigos que los plantaron el mismo día. Al paso que vamos este sujeto acabará muerto con una bomba que accidentalmente caiga sobre el.

—¡Escucha! Ví como te miró la chica de allá, probablemente le gustes, ¿que tal si le invitas un trago? —me dijo con cara de emocionado.

—Pero será loco este tipo... —me digo a mi mismo en voz baja mientras peino mis cejas con los dedos y cubro mi cara—. A ver Juan, no nos conocemos, no somos amigos, esa chica de allá no me gusta, si estoy esperando a alguien así que te agradecería que te muevas de ese asiento.

—¿Que eres gay? —dijo con cara de idiota.

En ese momento me dió curiosidad de mirar en su mente a ver si solo era un estúpido o si era enviado por alguien con el fin de tener alguna información sobre mí.

Luego de ver en su mente me di cuenta de que era como yo pensaba, el tipo solo era un idiota, pero parte de su memoria no estaba, es como si alguien le hubiera lavando el cerebro, o hubiera borrado de su mente algún tipo de información clave. Eso me causó un poco de curiosidad pero no creo que el mismo sepa decirme que rayos pasó.

Nisiquiera le respondí giré la vista hacia otro lado mientras me daba un trago, al volverlo a mirar ví que el miraba a alguien detrás de mí, ese alguien estaba muy cerca de mí, su olor era delicioso; me encantan esos perfumes que no son tan fuertes y transmiten una sensación de dulzura.

Cheater (origen Del Mal) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora