La incomodidad en el ambiente era casi palpable, por lo menos para mí. Stiles y yo estábamos uno al lado del otro en el sofá de su casa, Scarlett en un sillón aparte, y los tres teníamos una sonrisa dibujada en el rostro. La de mi prima era tensa y estirada, como si no estuviera del todo contenta por estar ahí. Seguramente ese era el caso, ya que estoy convencida de que verme con novio antes que ella no entraba en su top cinco de cosas que más le gustaban. La sonrisa de Stiles reflejaba una mínima diversión; se ve que le hacía gracia tener a dos chicas que claramente se estaban retando con la mirada en el mismísimo sofá de su casa. Y luego estaba mi sonrisa, que estoy segura de que era el vívido reflejo del pánico.
No es como si Stiles y yo hubiéramos establecido muchos detalles de nuestra supuesta relación cuando vino a aceptar el trato. Sí, claro, quedamos en cómo nos conocimos, en qué apodos utilizar cuando estuviéramos juntos y alguna que otra cosa más, pero ahora Scarlett nos estaba pidiendo mucho más que eso. Quería detalles, y no íbamos precisamente sobrados de ellos. La verdad era que no sabía en qué momento me había parecido buena idea aparecer en casa de Stiles para presentárselo a mi prima. Creo que había sido una cuestión de orgullo del momento, pero ahora solo deseaba poder estar en casa, lejos de este lío.
— ¿Y bien? —empezó Scarlett—. ¿Cómo os conocisteis?
Miré a Stiles brevemente mientras suspiraba. Bien, la primera pregunta era fácil, ya que la teníamos controlada. Él arqueó las cejas formulando una pregunta silenciosa: ¿quién iba a contestar? Yo simplemente hice un movimiento de cabeza, indicándole que lo hiciera él.
Stiles le contó lo que habíamos ensayado; que íbamos a la misma clase desde hacía tiempo pero que nunca habíamos hablado realmente hasta que, un día, él tomó la iniciativa y me confesó que le gustaba desde el tercer curso. Yo asentía internamente con cada frase, como si estuviera premiándole por haberlo dicho todo bien del tirón.
—Incluso me atreví a decirle que en un futuro ganará la Medalla Fields —terminó Stiles, dedicándome una sonrisa—. Va a ser toda una campeona.
Apreté los labios para ocultar una sonrisa que quería aparecer en mi rostro, y es que el hecho de que Stiles recordara cómo le había corregido cuando me había dicho que ganaría el Premio Nobel de Matemáticas me había sorprendido. Ni siquiera pensé que se acordaría de que se llamaba Medalla Fields. Stiles se fijó en mi reacción y me pasó un brazo alrededor de los hombros para acercar mi cuerpo al suyo y estrecharme con más fuerza de la necesaria. Con una sonrisa forzada por la incomodidad de la situación, acepté el gesto pero, en cuanto Scarlett desvió la mirada un segundo, le pegué un golpe a Stiles en la pierna para que me soltara.
—Qué monos —comentó mi prima con los ojos entornados—. ¿Entonces resulta que tengo una prima cerebrito y ni siquiera yo lo sabía?
Stiles miró a Scarlett y luego a mí, alternando la vista entre nosotras un par de veces más. Sonrió con orgullo y clavó la vista en mis ojos con expresión de advertencia antes de llevar su mano a mi rodilla. Me recordé que debía agradecerle más tarde que me hubiera avisado con la mirada antes de tocarme así, pues, de no haberlo hecho, seguramente le habría soltado un puñetazo por la impresión.
—Es la más lista del instituto, eso sin duda —empezó a explicar Stiles. Yo me quedé mirándole fijamente, muy interesada en lo que pudiera decir a continuación—. Tendrías que verla en clase; la forma en que muerde el bolígrafo cuando está concentrada, cómo tamborilea con los dedos sobre la mesa mientras sus ojos recorren a toda prisa los enunciados que tenemos que responder, y cómo se le ilumina la mirada cuando termina los ejercicios que nos mandan. Es una pasada.
Creo que, si no hubiese estado mi prima delante, habría dejado caer la mandíbula del asombro que sentí al escuchar las palabras de Stiles. Era verdad que mi cociente intelectual era más elevado que incluso el de algunos profesores, pero eso no lo sabía nadie más que mi familia más cercana y mis dos amigas. O eso había creído. Para darle más emoción y realismo a la situación, alargué el brazo y coloqué mi mano sobre la de Stiles, que seguía descansando sobre mi rodilla. Con más torpeza de la que me habría gustado, entrelacé sus dedos con los míos y le regalé una sonrisa sincera. Esta vez fue él quien se sorprendió ante mi gesto.
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Do we have a deal? || Stydia
FanfictionLydia Martin es una chica corriente a la que no le gusta destacar ni discutir con nadie. Excepto con una persona: su prima Scarlett. Odia su aire de superioridad cuando habla de su vida, así que decide contarle una inofensiva mentira: tiene un novio...