El día de hoy no se presentaba como un día conflictivo, o al menos no con la misma presión que el de ayer. La cena había ido bien, había convencido a mi madre y a Scarlett de mi relación con Stiles, por difícil que pareciese en un principio.
Fui a desayunar tranquila, sabiendo que todo lo malo había pasado ya. Pero, claro, olvidaba que ahora Scarlett vivía conmigo; lo malo no podía desaparecer así como así.
—He pensado en apuntarme a las animadoras.
Bum, la bomba había explotado. Claro que pensaría en hacerlo, no sé cómo no se me pasó por la cabeza antes. Scarlett tenía que unirse a algún equipo donde recibiera toda la atención posible.
— ¿Eres consciente de que no tenemos un equipo de fútbol? Solamente jugamos lacrosse aquí.
— ¿Lacrosse? Lo que sea, si hay un equipo de animadoras, entraré. —Yo rodé los ojos, mi prima era demasiado cabezota como para hacerle cambiar de idea.
— ¡Me parece una idea estupenda! —añadió mi madre, entusiasmada. Para variar, seguía sin sorprenderme—. Es fantástico, deberías ir hoy. Lydia, tú la acompañarás.
— ¿Qué? ¿Por qué? —Esto era el colmo ya. ¿Por qué demonios tendría que acompañarla yo? —Creo que puede ir ella sola, ¿no?
—Tampoco tienes nada mejor que hacer, ¿no es así? —Intenté tranquilizarme antes de que entre mi madre y mi prima me sacasen de quicio. No les dejes entrar, pensé. —Además, así podrás ver a tu novio, Stiles. Anoche dijo que jugaba a lacrosse.
No lo había pensado. Stiles estaba en el equipo, por lo que para hacer creíble la relación, tendría que ir a verle a los partidos e incluso a entrenar. Resignada, asentí con la cabeza. Y yo que pensaba que sería un día tranquilo.
Al llegar al instituto, antes de ir hacia mi primera clase, le hice saber a Scarlett a qué hora era el entrenamiento, que lógicamente era en la de gimnasia. Con tanta distracción, llegaría tarde a clase. Empecé a andar más deprisa, no me podía permitir causar mala impresión a los profesores, a pesar de que todos me conociesen. Iba tan rápido que no me di cuenta de que alguien venía justo enfrente contra mí, hasta el momento en que impacté con él, cayendo al suelo. Estaba a punto de contestarle y decirle cuatro cosas cuando miré a la persona en cuestión. Frente a mis ojos no se encontraba nada más y nada menos que Aiden, mi amor platónico. ¿Lo mejor? Me estaba mirando.
Había soñado tantas veces con el momento en que Aiden supiese de mi existencia que no podría haberlas contado con los dedos de una mano. Pero ese momento acababa de dejar de ser un sueño, justo para hacerse realidad. Nunca le había visto desde tan cerca, y la verdad era que era mucho más guapo que de lejos. Además, él había notado mi existencia como suele pasar en las películas; con dos personas chocándose. Mi corazón comenzó a latir más rápidamente, nerviosa por el momento y por mis propios pensamientos. No se va a enamorar de ti por chocar contigo, Lydia. Esto no es un cuento de hadas.
— ¿Estás bien? —preguntó. Aturdida por su belleza y por sus palabras hacia mí, solamente pude asentir y sonreír—. Se te ha caído esto. —Aiden me entregó uno de mis libros, que yo cogí de inmediato—. Eres Lisa, ¿verdad?
—Lydia —corregí, algo dolida. Pero, claro, era Aiden, era lógico que no supiese de mi existencia—. Gracias por devolverme esto y perdón por chocarme contigo.
—Chica curios; da las gracias y luego pide perdón. Si me disculpas, debo irme, si llego tarde a clase me quitarán el título de co-capitán del equipo de lacrosse.
—Oh, claro, ve.
Sin respuesta alguna, Aiden salió corriendo hacia su clase. Un momento... ¡Aiden estaba en el equipo de lacrosse! Eso significaba que podría verle mientras entrenaba, fingiendo que estaba yendo a ver a Stiles. En el fondo, Scarlett me había hecho un favor.
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Do we have a deal? || Stydia
FanfictionLydia Martin es una chica corriente a la que no le gusta destacar ni discutir con nadie. Excepto con una persona: su prima Scarlett. Odia su aire de superioridad cuando habla de su vida, así que decide contarle una inofensiva mentira: tiene un novio...