— ¿Me lo vas a contar ya o es que acaso se tienen que alinear los astros para que hables? —pregunté en un tono de voz cargado de fingido agotamiento.
Allison, que estaba balanceándose suavemente en el columpio de mi lado, se detuvo en seco y me miró con los ojos entrecerrados.
— ¿Cómo sabes que tengo algo que contarte?
—Estamos en un parque de niños porque, cuando te he preguntado que a dónde querías ir, te has puesto tan nerviosa que no te ha salido decir otra cosa. —Le devolví la misma mirada que ella me dirigía—. O tienes algo que contarme, o alguien te ha abducido y te ha cambiado por esta nueva versión de Allison.
Mi amiga se miró los pies, clavados en la arena bajo nosotras, y cuando volvió a clavar la vista en mí, traía una enorme sonrisa dibujada en el rostro. No hacía falta ser un genio para saber por dónde iban a ir los tiros.
—El sábado pasado quedé con Scott. —Efectivamente, había acertado—. No fue la gran cosa, pero lo pasamos muy bien, por lo menos yo. Me llevó a tomar pizza y batidos al centro comercial, y luego estuvimos mirando escaparates. Hasta me compró una flor, ¿sabes?
Sinceramente, Allison parecía realmente contenta al hablar. Sin duda, había algo en Scott que la tenía atrapada, pues no todos los días se la veía tan emocionada y alegre como en aquel momento.
—Es genial, Ally. —Fue todo lo que me salió decir. En otra ocasión habría sonado mucho más entusiasmada, pero sabiendo lo que sabía acerca de los sentimientos de Kira, no me salía lo que se dice saltar de alegría como primer impulso.
—No es que se lo haya preguntado ni que él me lo haya dicho —continuó Allison—, pero creo que yo también le gusto.
Hacía un rato que Allison había dejado de mirarme al hablar. Ahora tenía la vista perdida en algún punto delante de nosotras, lo que indicaba que estaba recordando su cita -si es que se podía llamar así- con Scott. Y, aunque no podía olvidarme de Kira, decidí que Allsion se merecía una reacción más animada por mi parte. Al fin y al cabo, para algo están las mejores amigas.
—Me alegro un montón, Ally, de verdad —repuse entonces, y lo hice con una sonrisa sincera—. Creo que Scott y tú hacéis una muy buena pareja.
—Gracias, Lyds —dijo ella tras soltar una risita, seguramente recordando algo que les había pasado el sábado—. Quiero contárselo a Kira también, pero algo me dice que no se lo va a tomar tan bien como tú.
Por supuesto que no se lo iba a tomar tan bien como yo. Aunque, obviamente, eso no lo dije en voz alta.
— ¿Te parece si me cuentas más detalladamente vuestra pequeña cita mientras me acompañas a comprar la cena? —pregunté, levantándome del columpio y alargando una mano para que ella la tomara—. Y de paso puedo ayudarte a planear cómo se lo puedes decir a Kira.
Allison me sonrió y asintió antes de unir nuestros brazos para salir del parque. Empezó a contarme todo; desde el momento en que Scott pasó con su moto a recogerla hasta que la volvió a dejar en casa. No se saltó ni un detalle, incluso de vez en cuando se emocionaba demasiado porque tenía prisa por relatarme algo que había pasado más adelante. Yo escuché todo con atención y riéndome cuando me explicaba las tonterías que había dicho o hecho Scott.
Solo estábamos a una calle del supermercado cuando pasó lo que ni en un millón de años habríamos podido prever ninguna de las dos. O quizá sí, solo que no en ese preciso momento.
De la puerta que daba a una cafetería salieron un chico y una chica con un cucurucho enorme de helado en la mano cada uno. No eran cualquier pareja, sino que se trataba nada más ni nada menos que de Scott y Kira, él riendo ante algún comentario gracioso que acababa de soltar nuestra amiga.
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Do we have a deal? || Stydia
FanficLydia Martin es una chica corriente a la que no le gusta destacar ni discutir con nadie. Excepto con una persona: su prima Scarlett. Odia su aire de superioridad cuando habla de su vida, así que decide contarle una inofensiva mentira: tiene un novio...