Do we have a deal? || Stydia

31.

Era el día. Por fin, tras dos largos días de clase en los que apenas pude centrarme en nada -ni siquiera en mis amigos-, había llegado el momento en que Aiden y yo habíamos quedado para nuestra cita. Bueno, no era una cita como tal, sino más bien un encuentro de dos amigos para pasar la tarde. Pero, claro, para mí era una cita en toda regla. ¡Era mi sueño desde que tenía memoria!

Ni siquiera sabía las veces que había imaginado este momento a lo largo de mi vida. Todos los escenarios posibles e imaginables, y ahora por fin alguno de ellos se iba a cumplir (alguno tenía que ser, pues los había imaginado todos). Aiden no me había dicho cuál era el plan, pero estaba segura de que sería perfecto ya solo porque él iba a estar ahí. Conmigo. Los dos juntos, y solos.

Me había arreglado con una falda azul con flores pequeñitas, y de parte de arriba me había puesto una blusa blanca y lisa. En cuanto a maquillaje, me había aplicado más de lo que hacía de normal, aunque no demasiado. Creo que era perfecto para mi cita -no cita- con Aiden.

—¿Adónde vas? —La voz de mi prima me sacó de mis pensamientos desde delante del espejo.

No me giré para mirarla, sino que lo hice por encima de mi hombro, viendo su reflejo a través de la superficie del espejo. Scarlett me observaba de arriba a abajo, y no supe si su expresión era neutral o si escondía algo.

—He quedado —dije solamente. Esperaba que la conversación se quedara ahí.

—¿Con Stiles? —Mierda.

Me acerqué un poco al espejo y fingí que me arreglaba el pelo, que me había dejado suelto a excepción de unos mechones que me había sujetado con unos ganchos en la parte de atrás de la cabeza.

—No, con Aiden —admití.

Scarlett dio unos pasos hacia mí y se colocó a mi lado.

—Pensaba que, al ir tan arreglada, tendrías una cita con tu novio. —Dicho así, me sentí un poco mal, aunque no supe del todo bien por qué. Yo sabía que Stiles no era mi novio realmente, no tenía por qué afectarme su comentario.

—Puedo arreglarme para quedar con un amigo, ¿no?

Scarlett se encogió de hombros y levantó las manos en señal de paz.

—Por supuesto —dijo—, solo me ha llamado la atención que te hayas arreglado tanto cuando con Stiles siempre vas tan normal.

No quería seguir hablando con mi prima, ya que tenía la sensación de que de alguna manera u otra iba a acabar descubriendo la verdad. Además de que cada vez me sentía peor por lo que estaba a punto de hacer.

—No voy tan arreglada —mentí—. Voy como siempre. Ahora, si me disculpas, voy a ir bajando. Aiden llegará en cualquier momento.

—Claro. —Escuché a Scarlett detrás de mí mientras salía por la puerta de mi habitación—. Pásalo bien.

Tras la conversación con mi prima, empecé a sentir un extraño agobio en el pecho, como si me estuviera arrepintiendo por haber quedado con Aiden cuando, técnicamente, mi novio era Stiles ante los ojos de todos. Sin embargo, Stiles sabía lo mucho que me gustaba Aiden, seguro que entendería que hubiera quedado con él, incluso me apoyaría. Entonces, ¿por qué no se lo había contando a nadie? Ni a Stiles ni a mis amigas.

Me obligué a apartar todo pensamiento de mi mente, ya que no quería dejar que nada estropeara mi emoción por la cita de esta tarde. Por si fuera poco, enseguida sonó el timbre de mi casa, señal de que Aiden ya estaba aquí para recogerme. El corazón se me aceleró sin poder evitarlo y una estúpida sonrisa se abrió paso por mi rostro mientras me alisaba la falda y me dirigía hacia la puerta. Estaba a punto de empezar la mejor tarde mi vida hasta ahora.