Capítulo 25

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Durante las horas siguientes no estoy en este mundo. He dicho que estaba muy cansada y me he vuelto al apartamento. Desde entonces estoy tumbada en la cama, con el teléfono móvil al lado, esperando a que suene. Necesito recibir esa llamada, necesito... necesito a Dylan. Que todo este tiempo lo haya visto con Blai y que no lo haya reconocido... que lo haya tenido tan cerca y a la vez tan lejos...

Necesito saber cómo ha llegado hasta aquí. ¿Le han echado de La Niebla a él también? No lo entiendo, mil dudas ruedan dentro de mi cabeza.

El teléfono suena sobresaltándome, lo cojo a toda prisa y descuelgo la llamada.

– ¿Ax?

– ¿Dy?

– ¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien? Te echo de menos. ¿Dónde estás? Te vengo a buscar.

– Calma Dy, estoy bien –digo sonriendo como nunca–. Estoy en mi apartamento, pero no te dejarán venir. Pero puedo intentar que me dejen salir, espérame en una hora en el parque que hay aquí detrás, en la fuente del ángel.

Le indico la dirección aproximada para que se pueda ubicar, me dice que allí estará y, después de despedirnos con un "Hasta ahora", me visto.

Voy a buscar a Mike para pedirle que me deje salir sin que me acompañe, que no será mucho rato. Le convenzo diciendo que sólo quiero tomar el aire y estar sola para pensar, que estaré aquí al lado y que cualquier cosa le avisaré.

Finalmente acepta, en el fondo Mike me comprende, hace su trabajo, pero entiende que aunque me caiga muy bien, tenerlo todo el día detrás es abrumador.

El tiempo pasa muy, muy lento mientras espero. Me muero de ganas de ver a Dylan, de estar con él, de sentirlo a mi lado... Le he echado de menos, muchísimo.

Cuando lo veo sentado cerca de la fuente que le he indicado, mi corazón se acelera. Pero no está solo, Blai lo acompaña. Va vestido todo de verde, como siempre, por eso le distingo de Dylan que lleva unos vaqueros y una camiseta roja. Y también, porque cuando Dylan me ve, se levanta y se acerca con pasos lentos sonriendo tanto como yo.

No me puedo contener más y corro a lanzarme a sus brazos. Vuelvo a sentir su olor, los latidos de su corazón en mi mejilla. Le abrazo con fuerza, para que no se vaya, aunque sé que no se irá. Siento como deja un beso en mi frente y que me aprieta entre sus brazos. Una lágrima escapa de mis ojos.

– Te he echado mucho de menos –susurro.

– Ya estoy aquí, pequeña, no te preocupes, he vuelto a buscarte. No te volveré a perder –me da un beso en la mejilla antes de separarse de mí y me mira a los ojos–. Has cambiado mucho... –me río de su comentario. No he cambiado nada, físicamente. Y él también estalla a carcajadas.

No había olvidado aquella melodía de su risa, me sería imposible hacerlo, y me llena por dentro volver a sentirla.

Me siento tan bien con él que se me olvida que Blai esta allí hasta que estornuda.

– Blas, ¿como estás? –pregunto tras saludarle con un abrazo–. ¿Cómo conseguiste encontrarme? –la verdad es que tengo curiosidad.

Me cuenta que al escapar del orfanato y caminar y caminar se encontró por casualidad con Dylan y una chica. Que después de pasar mucho frío consiguieron llegar a la ciudad, pero que la chica tuvo que ingresar en el hospital. Lo cual me recuerda el día en que yo marchaba de allí y los vi por primera vez. Entre los dos me cuentan que la chica ya está bien, que consiguió que el seguro se hiciera cargo del coche cuando salió del hospital y que se ha vuelto a casa.

Y que ellos dos han venido a buscarme para volver a La Niebla.

Al principio no sé cómo reaccionar, no sé responder ante su pregunta sobre si quiero volver o no quiero. Aquí tengo a mucha gente que me quiere, aquí soy diferente, soy más libre, hay mil sitios preciosos para visitar y que todavía no he visto...

No me ponen presión, no Dylan como mínimo, su mirada comprensiva me reconforta. Blas es otro caso. Me dice que me lo piense, pero su expresión me indica que falta una parte de frase, que me lo piense, sí. Pero que lo haga deprisa.

Vuelvo al apartamento con la promesa de que nos veremos a los dos días, en el mismo lugar y a la misma hora.

Dos días que pasan muy lentamente por las ganas que tengo de verlos, pero demasiado rápido para tomar una decisión.

Por si fuera poco difícil, los del equipo de producción me preparan una fiesta por el éxito que he tenido. Me tratan con tanto amor y tan bien que pensar que los debería dejar me rompe el corazón.

Pero por otro lado, está la gente que debería dejar atrás. Mis padres, Dylan, Blai... recuerdo todos los pensamientos que tenía cuando me enviaron aquí a la fuerza, todo lo que quería recuperar.

Y es entonces que, haciendo un balance de una parte y la otra, tomo mi decisión.



Hoolaaa! Aquí esta el capítulo de mañana. Parece que ya tiene una decisión tomada. ¿Cual creéis que será? Lo sabremos más adelante, esto ya se acaba, quedan solo 3 o 4 capítulos. A partir de ahora van a empezar a resolverse algunas preguntas :)

Hasta el próximo!!

Beeeesos :*

MariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora