Mariposas

Capítulo 23

Los dos chicos idénticos salen del hospital para tomar el aire. Sam ya se encuentra mejor, pero deberá estar unos días más ingresada. La tensión entre ellos dos es notable, no saben cómo avanzar. ¿Cuál es la mejor manera de dar el siguiente paso? Deben encontrar a Axia y volver a La Niebla. Sin embargo, ¿y Sam? ¿Qué harán con ella? No quieren dejarla sola, no quieren que se quede a su suerte, pero tampoco se la pueden llevar a La Niebla.

– ¿Qué hacemos Daniel? –pregunta una vez se han sentado en la mesa de un bar–. Decídete, ¿Sam o Axia?

– Ax, está claro –responde aunque lo ha dudado unos segundos–. He venido aquí por ella, pero no quiero dejar a Sam tirada en el hospital y marcharme como si nada. Sin ella no hubiera llegado nunca hasta aquí.

– Axia donde está, está bien. Ella misma se quiso quedar. Sam saldrá en un par de días. Le decimos que yo te llevaba la noticia de que tenemos una hermana enferma, cogemos un coche o lo que sea y nos volvemos donde quiera que esté la puerta de La Niebla.

En aquellos momentos el sonido de una guitarra empieza a sonar por los altavoces del bar. Poco después la voz de una chica comienza a cantar. Blai escucha atento aquella melodía, tiene la sensación de que la ha oído en algún otro lugar. Mientras, Dylan cierra los ojos y disfruta de aquella voz suave que parece estar susurrándole al oído.

– ¡Es ella! –exclama de repente abriendo los ojos como platos–. ¿Lo estás oyendo?

– ¿Ves lo que te decía Daniel? Ella aquí es feliz.

La canción termina y la voz de un hombre resuena por toda la sala.

«Y hasta aquí esta preciosa canción. Estad atentos porque mañana por la tarde entrevistaremos, aquí, en Radio99 a Aixa, esta cantante misteriosa que nos ha robado el corazón con su primer single. No os perdais...»

– Tenemos que ir –dice Dylan convencido–. Tenemos que ir a la radio esta e intentar encontrar a Axia, hablar con ella y preguntarle qué es lo que quiere hacer, si se queda aquí o vendrá con nosotros a La Niebla.

El taxi les deja en una zona llena de chicos y chicas de todas las edades. Están parados tras una reja gritando enloquecidos el nombre de su amiga. Un coche negro se detiene ante la puerta de la radio y sale una chica pelirroja. Los chillidos aumentan, los guardias de seguridad hacen fuerza para que no se abalancen, los flashes de las cámaras lo deslumbran todo.

Entonces la pelirroja se gira y los ve. Los vuelve a ver y sus ojos verdes brillan de una manera especial. Un chico joven con gafas la hace entrar con delicadeza dentro del edificio. Ella todavía los mira. La puerta se cierra. La conexión entre las miradas se rompe y de repente todo se vuelve oscuro para los tres. Saben que será muy difícil poder reunirse de nuevo.

Holaa! Puede que me querrais matar porque acabo de darme cuenta que este capítulo es súper corto jeje lo sientooo! Subiría otro pero quedan pocos ya y es posible que suba el epílogo junto al último porque también es muy corto. Pero bueno el martes más :) A ver que pasa con estos tres...

Besooos :*