Labios Prohibidos

tengo algo que decirte

Tenía tres días exacto en que ya ya había cambiado, no podía comer con normalidad sintiendo un nudo en la garganta. Aparte mi pareja había dado un cambio radical, era más complaciente y me entendía con más tranquilidad.

Louis casi no tenía muchísimos tiempo para contestarme la llamada y algo me decía que no todo estaba bien.

Yo:
Necesito escucharte. Llámame cuando puedas.

Pasaron al menos veintes minutos para recibir su llamada y mi corazón se paralizó. Respiro profundo y respondo.

—Hola —me saluda.

—Hola, ¿como estás?

Escucho un silencio y un suspiro de él.

—Bien, creo que todo bien. ¿Y tú?

—Eh..., pues mal, no es lo mismo.

—Lo sé, tengo algo que decirte, pero por favor, no lo tomes a mal.

Sin saber lo que ocurre ya lo estoy tomando mal, mi corazón peligra con tantos latidos, es que algo no anda bien. ¿Y si ya no me quiere en su vida?

—Bien, dime.

—Sé que cuando estuvimos juntos llegamos platicar sobre lo que te diré ahora. Pero nada es seguro todavía, solo son sospechas.

—Entiendo, pero dime.

Trato de no estar desesperada pero es que siento lo peor.

—Mi esposa tiene un atraso en su periodo, de hecho va para dos meses que no le llega.

Toco mi pecho y caigo sentada en el sofá con mis mejillas húmedas.

Así de cruel es el destino.

—¿Qué?

Trato de respirar y no mostrarme tan adolorida.

—Ella me dijo que tenía ese atraso, pero se hará la prueba al cumplir los dos meses  y así estar segura.

—¡Oh Dios!, ¿y si lo está que pasará con nosotros?

Me siento tan jodidamente mal por pensar de esta forma y ser tan egoísta.

—No sé, realmente no sé que pasaría. Para mi nada cambiará, seguiré queriéndote. ¿Y tú?

Oculto mi boca y respiro profundo, me está doliendo mucho.

—Yo... creo que no podría seguir contigo, es que... estaría dañando una familia que ahora puede aumentar. No sé, yo quizás podría esperar a un futuro, en donde no esté soltero.

—Entiendo, pero sea lo que sea, no estemos imaginando algo mal, esperemos, por favor.

—Esperaré, pero de imaginarlo me hace sentir peor.

—Lo siento, no quiero que estés así por mi culpa, de verdad no pienses adelantado. Solo dame ese tiempo.

—Me parece bien, toma tu tiempo. Adiós.

Las cosas han cambiado y esto es un motivo muy fuerte. No sé que hacer.

Esto se está saliendo de control.