una mala sorpresa

11.9K 786 13
                                    




Pensar en él era el único motivo que me mantenía feliz. Las travesuras que hago por tan solo verlo no tiene precio.

Él me ha dicho que hoy no trabaja el día completo, solo hasta el medio día.

Mi sorpresa se ha precipitado. Mi novio ha  llamado diciendo que ya está aquí y que llega en unos minutos.

Pasaron los minutos y me sentí nerviosa. Realmente no siento amarlo, realmente estoy confundida.

Y llegó más que feliz de verme. Se acerca y me besa, pero sus besos no producen nada en mí.

—Te extraño, amor. Necesito que regreses a casa —susurra mostrando un cariño que quizás  antes no quiso mostrar.

—Amor, debemos esperar la de alta de mi sobrina, mi hermana no tiene ayuda y por eso estoy aquí. No podria irme así —respondo.

—Lo sé, pero no puedo estar sin ti, amor. Realmente necesito tanto tus besos —acaricia  mi cabello y no me queda de otra que mirar hacía abajo.

Asi pasaron minutos en la cual hablamos y desayunamos juntos. De vez en cuando mi mente se traslada a cada momento vivido con Louis.

—Amor,  iré al baño —dijo caminando hacía la puerta. Dejo caer mi cabeza en la cama pese a que estoy sentada.

—Te jodiste tía —susurra mi sobrina y permanezco así.

—No digas nada o no te presto mi teléfono.

—Hola —escucho aquella voz que me pone más nerviosa de la cuenta. Abro los ojos y me despego de la cama volteando a verlo.

Oh no, mal momento para llegar.

—Hola —dije nerviosa. Realmente no sé que hacer.  Mi novio está en el baño y el doctor que me gusta está aquí. ¿Cómo actuaré con los dos?

—¿Cómo te sientes?

Sonríe de una manera hermosa sin dejar de mirar mis ojos.

—Eh..., yo..., bueno,  es que... —trago saliva sin saber que decir.

—¿Qué pasa? —preguntó nuevamente.

—Es que.... ya sabes, mi novio está ahí,  en el baño —respondo jugando con mis dedos por los nervios.

—¿Qué? Oh , entiendo. No sabía que él vendría —su voz se torna triste. Qué incómodo.

—Si, pensé que te lo dije.  Es incómodo —mencionó.

—Bien, entiendo. Yo..., bueno, me iré entonces —rasca su cabeza y hace una extraña mueca decepcionante. —Yo... me voy, hablamos más tarde.

Baja la cabeza y respira profundo como si le afectara bastante todo esto. Sus ojos no muestran ningún brillo, solo decepción.

—Está bien. Hablamos.

No supe que hacer, ni qué decir, solo me sentí peor. Debí decírselo y así le evitaría esto.

—Adiós —dijo mirándome desde la puerta. Mi corazón late más rápido de lo normal y no sé que hacer. Me duele esto, que incomodidad. Siento que a él le dolió. 

—Amor, debo  irme temprano para el pueblo, porque debo trabajar.

Asentí con el mismo nudo en la garganta. 

***

Tony se ha marchado y decidí escribirle a Louis para avisarle que ya no está aquí.

Yo:
Disculpa por no haberte dicho que él vendría.  Pensé que te lo dije. Me sentí incómoda.

Pasaron varios minutos y el se conectó.

Dr Díaz:
Realmente si me sentí incómodo. Yo no me esperaba que él vendría,  de haberlo sabido no voy. Es que por poco te encuentro con él y sería muy incómodo.  Pero no te preocupes, hermosa.

Yo:
Lo sé. Yo también me sentí mal y se te veía en los ojos que tu también lo estabas.  Pero bueno,  espero que otra vez no se repita una sorpresa como esta.

Asi charlamos unos minutos más hasta que siguió su labor.

No pude verlo más después de ese momento y mi sobrina ya estaba mucho mejor.

....

Otro día mas que amanece nublado.  A mi querida amiga Jessica le han avisado que le darían de alta y eso me entristeció bastante, porque no sé cuando la veré.

—Joven, en los ultimos análisis  la pequeña ha salido bien, creo que te daremos la de alta mañana.

No podía ser cierto. No me quiero ir. No ahora.

Bueno, si quiero que mi sobrina esté súper bien y en casa, pero ya no estaré más aquí y será el momento de regresar a mi pueblo.

Labios ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora