Toca suavemente mi piel. Me tiene acorralada sobre la esquina de la pared. Jugamos al gato y al ratón, pero el gato has sido audaz.Me besa, me toma ligeramente por la cintura y me gira haciéndome sentir la fría pared. Sonrío y muerdo mi labio inferior. Su mano trazan una linea desde mi cuello hasta mi trasero y separa mis piernas para entrar en mi y dejarme sin hablar.
Lo hicimos en varias posiciones y acabamos en la cama, moviéndose encima de mí, tenemos tres horas o más que tuvimos entre una guerra de pasión.
—Debes sentirte muy cansada —susurra mientras se mueve sobre mi.
—Quiero más de ti.
Solo bastó pedir eso y que me hiciera suya cuanta veces quisiera. Solo, que hay un problemita, no he llamado a mi madre para saber si el bebé esta bien, y avisarle que iré en una hora.
Pero aun falta para la hora. Así que sigo dejando que él se aproveche de mí.
Al terminar de nuestro momento, decido ducharme por la cantidad de sudor, hace mucho calor.
En cuanto me visto él hace lo mismo. Pero no me deja de mirar.
—¿Qué pasa? —pregunto riendo.
—Pasa, que me tienes loco —responde acercándose y me besa.
—Tú me tienes mas loca.
—Ana, de verdad quiero estar contigo. Es más, quiero que seas mi novia, ¿acepta?
Se arrodilla y no evito sonrojarme.
—Ay amor.
Ahora estoy emocionada. Es todo lo que anhelaba, pero hay un pequeño detalle.
—Si quiero y deseo ser tu novia. Pero no podemos publicarlo por el momento, sabes que hace días terminé mi relación y se vería muy feo mostrarte como mi novio tan rápido. Sigamos juntos pero a escondidas, solo hasta que pase unas semanas —explico y su gesto fue algo decepcionante, se acerca y acaricia mi mejilla.
—Está bien, creo que tienes la razón. Pero...,¿cómo nos veremos si te vas mañana?
—Pues visitándonos. La próxima debes ir al pueblo y salimos, luego yo vengo, así nos torneamos —menciono.
—Está bien. Además creo que pronto me mandarán a trabajar allá por algunos meses.
Sonrío más que feliz.
—Si de verdad nos amamos, debemos seguir juntos pase lo que pase. No quiero perderte un solo momento de mi vida, de verdad Louis, te amo.
Nos besamos, pero fuimos interrumpido por el timbre de la puerta.
—Que extraño, ¿quien será? —se preguntó fruciendo el ceño.
—Ni idea. Mejor abre. Iré a tomar agua —dije caminando hasta la cocina.
—Andrea —escuche que dice.
Me sirvo agua sin poner tanta atención.
—Louis, te extraño. Debemos volver, no es lo mismo sin ti.
frunzo el ceño y me giro, ahí hay una chica, Louis me mira y ella hace lo mismo.
—¿Quién es esta? —preguntó.
Joder, ¿quien es ella?
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Labios Prohibidos
Short StoryHabía una vez, un típico Doctor joven y bonito que se concentraba demasiado en su trabajo. Ella, típica paciente que se enamora de su doctor aprovechándose de su concentración. Pero había un ligero problema... Ese doctor es casado y ella tiene un...