Voces y visiones extrañas.

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--Ese idiota de Victoria.-dijo Harry traduciendo perfectamente el silencio de Hermione, mientras la castaña veía asustada en su habitación como empezaban a temblar todas las cosas.

-Es sorpresa, puede que no sea el.-Dijo Hermione nerviosa intentando calmar a Harry de algún modo, pero parecía misión imposible.

-Te conozco a la perfección Hermione y no sabes mentirme.-.dijo Harry tratando de no sonar molesto, ni enojado, hubiera aceptado que Hermione le dijera cualquier otro chico, hasta incluso Malfoy que el idiota de Krum, por su mente pasaban cientos de cosas que podía hacerle, mientras en la habitación empezaban a verse objetos que empezaban a volar y chocar entre ellos.-¿Porque?

-Me invitaste algo tarde...-dijo Hermione asustada, evitando que algún objeto le pegara, mientras Harry empezaba a reírse sarcásticamente de forma estruendosa.

-¿qué tanto es Tarde señorita Granger?-dijo Harry imitando el tono de regaño que usaba la profesora Mcgonnagall.-Nos acaban de avisar de ese baile hace doce horas.

-De hecho si fueras un poco deductivo sabrías que habría un baile por la túnica que nos pidieron y te habia comentado algo...-dijo Hermione nerviosa intentado evitar la mirada fulminante, de odio que traía Harry en estos momentos.-deberías calmarte

-¿cuándo?-dijo Harry en un tono autoritario, queria saber cuándo el idiota de Krum habia invitado a Hermione al baile, para después hacerlo pagar de la forma más dolorosa posible por invitar a Hermione.

-No creo que eso...

-¿Cuando?.-Dijo Harry subiendo más la voz y que los objetos empezaran a estrellarse con más fuerza entre ellos.

-1 De septiembre.-Dijo Hermione nerviosa y Harry empezó a jugar con su varita, al parecer con la magia explosiva habia logrado estabilizar el vuelo del hipogrifo para que este ya no fuera incomodo por el movimiento de sus alas, Harry volteo a ver a Hermione como insistiéndole que le dijera la fecha exacta en que acepto.-18 de septiembre.

-¿todavía iras conmigo a Londres?-dijo Harry viendo a Hermione seriamente, mientras pensaba que hechizos le serian útiles para enfrentar a Krum y dejarlo en ridículo, suplicándole por su vida, si su dragón fuera más grande se lo daría de comer, en lugar de las vacas que estaban debajo de su habitación. Todo empezaba a cobrar sentido cuando le costó trabajo de convencer a Hermione de ir a Londres para navidad y que parecía que le importaba demasiado el baile de navidad y a él se le hacia la peor tortura que pudieran pasar.

-No podemos...-dijo Hermione mordiéndose el labio, mientras Harry volvía a reírse de nueva cuenta de forma sarcástica, para después volviendo a ver a Hermione.

-Mcgonnagall dice que si podemos.-Dijo Harry de forma retadora a Hermione, pero vio que la castaña se negaba a contestar su respuesta.-¿Hermione?

-No.-Dijo Hermione mientras Harry trataba esta vez de controlarse para no volar toda la habitación de Hermione en pedazos.-Harry en realidad los...

-No lo digas-dijo Harry haciendo que por medio de su magia explosiva no hablara la castaña, por más que moviera la boca, le dio una parada en el costado al hipogrifo para que surcara los aires rumbo al estadio de Quidditch.- Nos vemos después.

Sabía perfectamente que Hermione le estaria gritando en estos momentos que no le hiciera daño a Krum, por eso agradecía a su magia explosiva accidental que la hubiera silenciado no queria escuchar a la castaña. Cuando llego al estadio de Quidditch toda la decoración que habían construido para la prueba con dragones voló en pedazos, incluso siendo roca sólida, Harry bajo del hipogrifo y fue directamente a los vestidores de Gryffindor donde encontró una gabardina, con una enorme capucha que podía ocultar su cara, sin fijarse de donde la tomo, se la puso encima y empezó a caminar por los pasillos del estadio de Quidditch haciendo que se prendieran las luces a su paso, mientras sostenía su varita lo más fuerte que podía, dispuesto a lanzar cualquier hechizo que sea necesario para lograr su cometido. Lo haría suplicar, ni el frio que hacia esta noche lograba sentirlo, el día estaba extremadamente nublado, como si amenazara de lluvia en cualquier momento. Se podían ver los relámpagos aparecer en el cielo, para después producir ese sonido estruendoso que erizaba la piel. Harry siguió caminando decidido al bardo de Drumstrag, a pesar de que habia empezado a llover fuertemente y en eso vio un rayo azulado pasar cerca de él.

Ganare el torneo por ti HermioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora