- Dylan despierta, vamos a llegar tarde a el instituto. - eran las once y este niño aun seguía durmiendo. Me impactaba mucho como podía dormir así, es decir, lo envidiaba. Yo me despertaba con cualquier ruido o sonido.
- Eres pesada Eh. - dijo levantándose de la cama y sentándose en el borde de la cama para así, cogerme de la cintura y atraerme a el.
- Besame idiota. - dije acercándome a el.
- Eso es lo que iba ha hacer. - dijo depositando sus labios en los mios. Nuestros labios conectaron como si de corriente se tratase. Cada beso, cada roce, cada movimiento, todo lo que el hacia me hacia volverme loca y amarlo aun mas.
Me tiró encima suya, haciendo que nos volviéramos a tumbar en la cama. No se porque pero, cada vez que quiero algo y Dylan lo interrumpe, mi cuerpo se olvida de lo que debía de hacer.
- Será mejor que nos pongamos a vestirnos. Hay que ir a.....
- No vuelvas a repetirlo. Odio esa palabra. - dijo tapándose los oídos.
- ¿Que palabra? ¿Instituto? - dije riéndome.
- ¿Has vuelto a repetirla? Ahora veras..... - cuando dijo eso, se levantó de la cama y vino a por mi. Bajamos las escaleras rápido y casi caímos al suelo cuando, vimos a los chicos sentado en el salón y al vernos, se empezaron a reír, ya que Dylan iba en boxers y yo, con una camisa suya y mi ropa interior.
- Bonita ropa Hermanita- dijo Marcos riéndose.
- ¿Te gusta? - dije sentándome encima de el. - Sabía que te gustaría. - dije entre risas.
- Si vuelves a hacer eso, Dylan te quedaste son novia. - tonos nos empezamos a reír por el comentario y, después de eso subimos a la habitación y nos vestimos.
Dylan se puso las sudadera que le regale y cambió el colgante que de sinsajo, por el que le regalé ayer.
Se veía tan mono mirándose al espejo para ver si estaba guapo, me acerque y le susurré en el oído que, «No sigas mirando al espejo, se que va a enamorar de ti»
El se río y se siguió mirando. Yo me fui directa a el escritorio donde ayer, dejé mi ropa. Me quede toda la noche con el.
Elegí ponerme un vaquero roto y blanco con una blusa transparente en negra, un top negro (obvio) y unas airmas ( marca de botines ) que me regaló Alex.
Al bajar las escaleras, Carmen nos había preparado a los cinco, el desayuno.
Comimos como pavos, ya que, nos quedaba media hora y el instituto estaba un poco lejos.
Cuando salimos, los chicos cogieron las BMX..... ¡Espera! ¡Las bicis!
- No, No, No. Me niego. Mis vaqueros son blancos y me voy a manchar. - dije alejándome de ellos.
- Venga no seas tonta, ven ponte aquí de pie y agarrare a mi. - dijo mi hermano acercándose a mi.
- Como me manche, te corto los huevos. - dije acercándome a el y poniéndome donde el me había dicho.
- ¡Que buena eres! Que te quiero yo..... - dijo con sarcasmo.
- Lo se. - dije agarrándome a el.
Cuando empezamos a andar, grité porque, mi hermano el gracioso había querido hacer el caballito.
Tardamos 15 minutos en llegar. Cuando nos bajamos de la bici. Me quité mi gorra para peinarme un poco y sacudirme el pantalón que, se me había arrugado.
Los chicos amarraron las bicis con el candado y, después de hacer eso, nos quedamos en el patio principal.
Los chicos empezaron a saludar y a reírse con sus amigos y, como yo no conocía a nadie quise apartarme pero, Marcos me cogió de la mano y me llevó con todos ellos.
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¿POR QUÉ EL? #2
Teen FictionContinuación de ¿Por que el? Miriam entrará en su nuevo instituto, rodeada de gente nueva, mala y extraña. Allí conocerá a sus mejores amigas Sonia y Lucía. Ellas pasarán momento inolvidables juntas y..... ¡Dylan! El sueño de Miriam. Desde aquella ú...