8 meses después...
- ¡Dylan! - grité en el asiento del copiloto mientras me agarraba la barriga.
- Voy. Dios mio porque estoy tan nervioso. - dijo montándose a mi lado y arrancando todo lo más rápido que pudo. Me había puesto de parto. Hoy, el día de mi cumpleaños. ¡Que buen regalo! Todos tiramos al hospital y nada más que llegué, los médicos me atendieron rápidamente y me llevaron a paritorio. Dylan se había desmayado ya dos veces. No se si es por la fuerza de mi mano contra la suya o porque estaba nervioso pero, no me estaba ayudando.
Me sentaron en la camilla y empezaron a colocarme guías. En el otro parto había estado con Dylan y quería que eso se volviese a repetir pero, en vez de entrar Dylan, entró Marcos.
- Dylan se ha desmayado. - dijo el poniéndose la mascarilla y todas las cosas que le dio el medico para poder entrar conmigo.
- No me lo puedo creer. - dije suspirando e intentando tranquilizarme. Estaba asustada, se que tenía a mi hermano aquí conmigo pero yo lo necesitaba a el. - Ahhh. - dije gritando de dolor.
- Miriam, entre tu y los médicos vas a tener que decirme como va esto. - dijo el mirando todo lo que nos rodeaba.
- Yo solo te pido que no te desmayes, que no me dejes aquí sola y que por el amor de dios, no me sueltes la mano. - dije intentando buscar la suya. En ese momento entraron dos médicos mas y se sentaron en frente de mi, poniéndome las piernas en alto y separándomelas.
- Su hijo viene con prisas Miriam. - dijo el riéndose.
- Pues la verdad es que se lo agradezco, porque este parto me duele más que el anterior. - dije agarrando la mano de mi hermano.
- Muy bien Miriam, todavia le queda por dilatar pero, vamos a estar aquí por si dilatas rápido. - dijo el medico mirándome. Mi cabeza me empezabas a dar vueltas, tenía mucho calor y mis fuerzas cada vez iban a menos y todavia tenía que pasar lo peor. De repente y sin venir a cuento, note un dolor muy fuerte que hizo que gritara. Los médicos y mi hermano se asustaron y por como estaban actuando, Landon ya estaba de camino. Empezaron a decir que tenía que empujar pero no tenía fuerzas. No podía.
- Venga Miriam tu puedes. Solo es hacer fuerza. - dijo mirándome.
- Pues si solo es fuerza. - dije aguantando las ganas de gritar. - ¡Cambiamé el sitio! - dije empujando o eso me pareció a mi. - No me ayudas Marcos. - dije volviendo a empujar. Creo que me estaba cabreando para que empujara.
- No no, mejor me cayo. - dijo cogiéndome la mano con las dos manos y dándome besos en ella. Quería tanto a mi hermano que no podía enfadarme con el. Seguí empujando durante un rato hasta que con otra contracción y con otro empujón, sentí que algo había salido de mi.
- Landon ya ha sacado la cabeza Miriam. - dijo el medico moviendo mucho las manos por ahí. Le dije a Marcos que si quería ir a verlo y me dijo que si, y al verlo, se le iluminó la cara.
Volvió a mi lado y seguí empujando cada vez que me decían ellos que lo hiciera. Seguí empujando y noté que ya era más fácil, ya estaba saliendo entero, cuando solo me quedaba un empujón mas, Dylan entró en la sala y al verme gritar y empujar, volvió a desmayarse.
- ¡Dylan! - grité mientras Marcos se reía. - Marcos ve ayudarlo anda. - dije mientras veía como le cortaban el cordón umbilical a mi hijo y en una manta me lo entregaban durante un rato antes de llevarlo ha hacer pruebas y a limpiarlo.
- Bienvenido a casa Landon. - dije mientras le daba un beso en su pequeña cabecita antes de que se lo llevaran. El medico me dijo que, tenía que sacar la placenta y me acordé que para ello tenía que hacer un masaje y después presionar para sacarla. Cuando ya lo hizo, vi que Marcos y Dylan habían salido de la habitación y que las matronas estaban limpiándome para llevarme a una sala nueva para estar con mi bebe y mi familia. Cuando me llevaron allí, empezaron a entrar todos y me sonreían y me daban besos en la frente.
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¿POR QUÉ EL? #2
Fiksi RemajaContinuación de ¿Por que el? Miriam entrará en su nuevo instituto, rodeada de gente nueva, mala y extraña. Allí conocerá a sus mejores amigas Sonia y Lucía. Ellas pasarán momento inolvidables juntas y..... ¡Dylan! El sueño de Miriam. Desde aquella ú...