- Dylan, ¿donde esta los manguitos? - nos había llamado Oscar esta mañana para decirnos que todos iríamos a la playa. Nosotros nos levantamos temprano para prepararnos bien y como Oscar tenía la casa en la playa pues nuestras abuelas (Dylan y mía) pues ella decidieron quedarse allí.
Mientras ayudaba a mi abuela a entrar en el coche, Dylan cogía las bolsa de la playa más dos de comida. No somos exagerados vale, ¡Vamos todos! y cuando incluyo todos domos todos. Marcos, Sonia, Kevin y su novia, Jace, Alex, Lucía, Oscar, María, Hugo, Lucas y su novia, el hermano de Alex y su nueva novia y nosotros tres. Cuando monté a mi abuela, ayudé a que la abuela de Dylan se metiera tambien. Mi abuela y la de Dylan, se querían hacer cargo de la niña y no aceptaban un no por respuesta así que, tuvimos que dejarlas. Cundo ya nos íbamos a ir de casa, todos los coches de nuestros amigos aparecieron en nuestra casa. Vernos todos allí como cuando íbamos al instituto, me hacía recordar todos los momento felices que vivimos en aquellos momentos. Todos nos pusimos en marcha hacia la playa de Matalascañas. Dejamos a nuestras abuelas en la casa y todos nos fuimos a la playa. Pusimos las sombrillas, las toallas, pusimos las neveras debajo de la sombra. . .
- Pero que grande estas Carmen. - dijo Marcos sonriendole.
- Tito. - a Carmen le encantaba estar con su tío. Se iba corriendo hacia a el cada vez que lo veía.
- Pero que guapa estas. Te pareces mucho a mama. - dijo el dándome un beso en la mejilla. - ¿Le decimos a mama el secreto que te he contado antes? - dijo Marcos guiñándole el ojo a mi hija.
- ¡Que secretito me escondéis vosotros dos? - dije riéndome y acercándome más a ellos.
- ¿Se lo puedo decir yo? - dijo mi niña en los brazos de mi hermano. Marcos le guiñó un ojos dándole paso a que me lo dijera.
- La tita Sonia va a tener un primito. - cuando dijo eso, mis ojos se abrieron como platos y me puse a gritar como loca.
- ¡No me lo puedo creer! ¡No me lo puedo creer! ¡Vas a ser padre! - dije abrazando a mi hermano loca de contenta. Sonia estaba viendo mi reacción y se reía. Todos empezamos a decirles felicidades porque iba a ser su primer hijo y ¡Yo estaba loca! ¡Mi hermano iba a ser padre! - Estoy tan contenta. - dije acercándome a Sonia. - Y dime, ¿de cuanto estas?
- Pues estoy de semanas, creo que el ginecólogo me dijo que estoy de dos semanas. - dijo ella tocándose el vientre. - No me lo puedo creer, ¡voy a ser madre Miriam! - dijo abrazándome.
- Pues estas de las mismas semanas que yo. - dije sonriendole. - Voy a tener otro hijo.
- ¿Otro? ¡Oh Dios! Voy a tener otro sobrinito. - dijo ella loca de contenta. Después de estar las mujeres hablando y contándonos los cotilleos de casa una, vinieron los obres, con los hijos a donde estábamos nosotras. Dylan, se sentó a mi lado y Carmen encima suya. Los veía tan bien a ellos juntos. Todos empezamos a sacar las cosas para comer y Dylan, sin yo decirle nada, (que eso era muy raro) se puso a darle de comer a Carmen. Me quedé sorprendida mientras que las demás me hablaban. No es que el nunca le haya dado de comer, pero lo que me ha extrañado es que no le e tenido que decir yo, vamos a darle de comer a la niña.
Mientras Carmen comía divinamente, Hugo daba problemas. Diciendole que no a todo lo que María y Oscar le daban de comer.
- Hugo, ¿tu sabes por que Sonia es tan chica? - a la hora de decir eso, Hugo me miró sorprendido al igual que todos y, tuve que guiñarle el ojo a mi cuñada para que me siguiera el rollo. - Sonia es así de bajita porque tu padre no le daba de comer bien. Que es lo que quiero decir con esto, que como no comas lo que papa y mama te están dando, te vas a quedar como David el gnomo. - cuando dije eso, el se asustó y se puso a comer lo que María le estaba dando. Por lo bajini, todos reíamos de lo ocurrido. ¡Que mala soy!
- Tita Miriam, ¿me pudo quedar a dormir hoy en tu casa? - dijo Hugo acercándose a mi.
- Te puedes venir a mi casa, siempre y cuando, te comas todo lo que te ponga tu mama y tu papa por delante y, tus padres te dejen. ¿Se lo has preguntado a mama o a papa? - dije llevándome un trozo de tortilla a la boca.
- Mama me a dicho que si. - dijo el metiéndose el bocadillo en la boca. - ¿Quieres que se lo pregunte tambien a papa? - yo asentí y el se fue corriendo a donde estaba Oscar.
- Cuanto control tienes en los niños. - dijo Marco y Dylan a la vez.
- En los niños y en los adultos. Así que tened cuidado. - dije riéndome mientras veía a mi hija comer. - Carmen despacito. - dije mirándola. Esta niña no come, devora.
Después de pasar un día de escandalo en la playa, nos fuimos a casa. Oscar y María me acompañaron hasta casa para dejarme a Hugo y se quedaron a cenar. Pasamos un día de escandalo. Cerveza para los hombres, coca-cola o fanta para las mujeres.
Hugo y Carmen jugaban en el salón en el suelo. ¡Estaban tan monos!
Después de que Oscar y María se fueran, llevamos a los niños a la habitación de invitados donde había dos camas. Por que Carmen cada vez que venía alguien a dormir, ella tenía que estar con esa persona y en una cama, porque ella decía que era una niña mayor. ¿No es mona ella? Es que a salido a su madre.
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¿POR QUÉ EL? #2
ספרות נוערContinuación de ¿Por que el? Miriam entrará en su nuevo instituto, rodeada de gente nueva, mala y extraña. Allí conocerá a sus mejores amigas Sonia y Lucía. Ellas pasarán momento inolvidables juntas y..... ¡Dylan! El sueño de Miriam. Desde aquella ú...