¿POR QUÉ EL? #2

¡Cena de amigos!

Eran las dos de la tarde y, aun no habíamos llegado a la playa porque a Oscar, le apeteció pasar por una gasolinera y "pasar el tiempo" para, no agobiarse tanto en el coche. ¡Este hombre es muy tiquismiquis!

Mientras, cogí mi móvil y me puse a leer en la nueva aplicación que me descargué, que se llamaba Wattpad. Me puse a leer el libro de ¿Enamorados? Desde que vi la sinopsis, vi que este libro era para mi.

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- ¡Ya estamos en la playa! - gritamos locas de contenta Lucía, Sonia y yo, tirando nuestras gorras al aire y riéndonos porque, yo había terminado en el suelo tras resbalarme. De la risa que teníamos todos, nadie pudo ayudarme, hasta que vino Oscar y me cogió.

- Deberías cuidarte, si no Dylan no podrá tenerte mucho tiempo consigo. - dijo Oscar sacudiendo mi camiseta mientras yo, sacudía mi pantalón.

- Gracias, pero se cuidar de mi misma. No pasa nada si me caigo, no moriré. - dije riéndome.

Después de que todo esto pasara, fuimos cogiendo las cosas y dirigiéndonos a la playa. A mi me había tocado coger la bolsa de Marcos y mía y nuestras dos sillas. No tenía porque quejarme ya que, Dylan y Marcos llevaban la nevera que nosotras habíamos preparados y, creedme, no estaba vacía. Tuvimos que coger cuerdas para poder cerrar la nevera. Cuando llegamos a pie de playa, no había casi sitio para ponerse. Así que cogimos uno que estaba detrás de una familia joven. Ayudé a Oscar a poner la sombrilla, ya que, eran las dos de la tarde y pegaba el sol. Pusimos las neveras de tal manera, para que no le diera el sol y todos, sacamos nuestras toallas para poder sentarnos. Mientras todos se sentaban (los chicos), nosotras, nos pusimos a quitarnos la ropa y a echarnos el bronceador.

- ¿Quieres que te ayude? - dijo Dylan poniéndome sus manos en los hombros de una manera muy tierna.

- Creo que puedo hacerlo yo solita. - dije cogiéndole la cintura y juntándolo a mi. - Pero si insistes....... - dije girándome y dándole la espalda para que me lo echara por la espalda. Cuando el juntó las manos por mi espalda, un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo. Me sentía tan a gusto con el que, no quería que todo esto acabara, no quería despertarme un día y que todo esto haya sido un sueño. Mientras, me iba susurrando en el oído lo mucho que me quería, lo contento que está de haberme conocido y que le encantaba tocarme. Eso ultimo me hizo mucha gracia, ya que, cada vez que el me tocaba, el hacía un ronroneo muy gracioso sin que se diera cuenta.

Después de que me echara por la espalda, le quité el bote de bronceador de las manos y, empecé a echármelo. Nos empezamos pasar todos el bronceador, ya que a todos "accidentalmente" se les olvidó y como yo soy la única que tiene cabeza pues, me traje tres botes. Mientras los chicos se echaban el bronceador, yo me senté en mi toalla de pizza y, empecé a ver como los chicos se echaban el bronceador y se quitaban la ropa. La verdad es que eran una buenas vistas y, estamos en la playa, es lo que hay. Al final, tuve que ayudar a mi queridisimo novio a echarse el bronceador porque el no llegaba. Nos reímos ya que, yo con el bronceador le había dibujado una parte masculina que, a todos les hizo mucha gracia. Sonia cogió su móvil y le sacó una foto para subirla a Snachap y, después de ya haberla subido, se la enseñó a Dylan que, cuando la vio, se empezó a reír como un loco y a correr detrás de mi.

Mientras corría detrás de mi, vi a alguien conocido. Paré en seco lo que hizo que, Dylan chocara contra mi espalda y cayéramos al suelo.

- Pero mira quien está por aquí, ¡si son los dos tortolitos! - dijo El Ken De Plástico.

- Hola, que bueno verte. - dije levantándome del suelo, sacudiendo la arena y con un tono de sarcasmo.

- Bueno ¿que tal el día de hoy? - dijo cruzándose de brazos y, con un Ken de Plástico, marcando sus músculos. Iba a contestarle mal, pero después lo pensé mejor y, como mi madre me decía "la educación ante todo", decidí contestarle bien.