Preguntas y Respuestas

170 10 1
                                    

- ¿¡Papa!? - dije sorprendida y entrando en un ataque de Shock. No me lo podía creer, después de tantos años y aparece aquí sin más... - ¿Qué haces aquí? - dije sería y cerrando la puerta detrás de mi.

- Eh venido a verte. - dijo sin mirarme. Su figura era firme pero ¿no se atrevía mirar a su hija?

- ¿Como te atreves a venir sin avisar? o mejor dicho. ¿como te atreves a venir aquí a verme, haciendo como si nada hubiera pasado? - dije aguantando las ganas de llorar.

- Miriam, vengo a pedirte perdón. - dijo con las lágrimas saltadas y mirándome por primera vez desde que había venido.

- ¿A pedirme perdón? Eso no se puede perdonar de un día a otro y hacer como sin nada hubiera pasado. ¿Y te decides a aparecer después de nueve años? Así sin más. - dije llorando. No podía aguantar más las ganas de llorar. Esto era tan difícil para mí que, no podía con esto yo sola. ¡Quiero que mi madre esté aquí conmigo!

- Miriam, no te pongas así. Quiero decirte. . . - no lo dejé terminar.

- Quiero que te vayas. - dije sin mirarlo. - Vete, no quiero volver a verte. ¡No quiero saber nada de ti! - dije entrando en casa y subiendo corriendo las escaleras para entrar en mi habitación y encerrarme. Me tiré en la cama y lloré desconsoladamente. No podía creer que haya venido así sin más después de todo lo que nos hizo a mi y a mi madre.

Dylan y Marcos empezaron a aporrear la puerta pero no les abrí. Quería estar sola durante un rato, tranquilizarme y no preocuparlos. Estuve oda la tarde llorando sin parar hasta que mi abuela llamó a la puerta.

- Miriam, abre la puerta por favor. - dijo ella llamando a la puerta.

- ¿Estas sola? - dije levantándome de la cama y dirigiéndome hacia la puerta.

Escuché como mi abuela hablaba con alguien y protestaban. En una las riñas, supe reconocer a Dylan y a Marcos por la manera de resoplar y, cuando escuché pasos hacia el salón o para la habitación de mi hermano, abrí la puerta para que entrara mi abuela y nada más entrar, la abracé y me eché a llorar. Mi abuela no entendía nada, solo se limitaba a abrazarme y a decirme que no iba a pasar nada malo mientras ella estuviera conmigo.

- Abuela. . . - dije costosamente mientras reprimía las lágrimas. Pero no pude hablar, me volví a echar a llorar y ella mientras me acariciaba el pelo. - Abuela, ha vuelto. Ha vuelto mi padre. - cuando dije eso, mi abuela me soltó del abrazo y me miró fijamente.

- ¿Cómo que ha vuelto? Si tu padre estaba. . . -dijo ella confundida y la interrumpí.

- No abuela. Eso creíamos mi madre y yo, pero después de nueve años, volvió a casa pidiendo perdón pero mi madre lo echó de casa y a estado intentado comunicarse conmigo desde hace años y hoy ha venido. . .

- ¿Cómo que ha venido? ¿Ha estado aquí, en mi casa? - dijo levantándose de mi cama.

- No abuela, estuvimos hablando afuera. No lo dejé entrar. - dije levantándome de la cama. - No se lo que busca pero, si soy yo a, no me va a tener. - dije seria.

- Miriam, después de todo lo que os a hecho a tu madre y a ti, no me gustaría que estuvieses con el. Es tu padre y tu decides de dejar entrarle en tu vida o no. - dijo mi abuela preocupada por mi decisión.

- Abuela no quiero estar con ese hombre. Nos hizo mucho daño a mi a mi madre y no quiero que vuelva ha hacerlo. - dije abrazándola. - No tienes de que preocuparte.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

- ¿Vas a contarme lo que te ha pasado? ¿O prefieres no hablar del tema? - dijo Marcos mientras entraba en mi habitación. Se sentó a mi lado y se metió conmigo en la cama.

- No quiero que se lo digas a nadie, por favor. Ni a Dylan. - dije mirándole mientras apoyaba mi cabeza en su abdomen.

- Prometido hermanita. - dijo sonriéndome mientras me daba un beso en la frente.

- Cuando yo cumplí los cinco años, mi padre siempre venía a mi casa borracho y le pegaba a mi madre y a mi me encerraba en el ático y me dejaba allí toda la noche. Eso se estuvo repitiendo durante meses hasta que un año decidió irse. Para mi madre y para mi fue una alegría pero, cuando cumplí los nueve años apareció otra vez. Quiso meterse en casa otra vez con nosotras pero mi madre lo echó e incluso puso una denuncia y una orden de alejamiento. Estuvo intentando comunicarse conmigo de todas las maneras posibles pero yo no quise nada con el. Hasta hace unos meses, me llamó y con solo escuchar su voz colgué. Estuvo enviando mensajes de texto, Whatsapp, llamadas. . . De todo, pero no le contesté a nada. Y esta tarde se ha aparecido aquí sin más a decirme perdón, que siente lo que me hizo. - dije llorando. - No puede presentarse así sin más Marco, no puede. - dije agarrándome a el con fuerza y abrazándolo.

- No llores pequeña. - dijo con las lágrimas saltadas y dándome uno de esos abrazos que tanto me gustaban. - Recuerda lo que creíste que estábamos haciendo Sonia, Jace y yo, ¿enserio? ¿creíste que lo estábamos haciendo? - dijo riéndose.

- Oye, escuché ruido extraños y al asomarme estabas encima de Sonia y no se, pensé que vosotros dos lo estabais haciendo pero cuando vi a Jace salir con vosotros. . .

- Jajajaja. La que estabas haciendo ruidos extraños sois vosotros. Parecía que estabais haciendo. . . - Me miró riendo pero yo no pude negarlo. Lo había echo con Dylan y no podía mentirle a mi hermano porque el me conocía cuando mentía. - ¿Lo has. . .? ¡Mi hermana no es virgen! - empezó a decir por toda la habitación loco de contento y yo detrás intentado taparle la boca pero como no paraba de gritar, le cogí de donde los chicos más les duele y lo empotré contra la pared.

- Callate que se va a enterar mi abuela. - dije agarrando fuerte. - Y para tu información, yo no soy virgen desde hace dos años guapo.

- ¡Ah dios mio! - dijo dramatizando. - ¡Que me lan desvirgado! - dijo como llorando. - Hermanita.

- Dime. - intentado no reír.

- ¿Puedes soltarme de ahí? - dijo señalando lo que tenía agarrado.

- Perdón. - dije soltándolo y dirigiéndome hacia mi cama.

En ese momento, mi teléfono empezó a vibrar y miré el mensaje-

Mi feo: (Oscar)

- Tu fea. Mañana te quiero despierta a ti y a tu hermano a las 10 de la mañana porque pasaré a recogeros a los dos.

- ¿Me puedes decir el motivo de levantarme temprano? - dije por una nota de audio.

- Mañana amiga mía, todos iremos a Isla Mágica.

¿POR QUÉ EL? #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora