El aire acariciaba mi cara en compas el vagón avanzaba hacía abajo, mi cuerpo rebosaba adrenalina y contenía las ganas de gritar de felicidad. Marcos me apretaba con fuerza la mano mientras sonreía un poco. No pude aguantar más las ganas de chillar y lo hice.
─¡Esto es genial!─Grité levantando la mano que no estaba sujeta por la de Marcos.
La atracción fue parando poco a poco hasta detenerse donde había comenzado.
─¿Por qué duran tan poco?─Comenté poniendo un puchero mientras los cinturones de seguridad se desabrochaban automáticamente. ¡Tenía ganas de saltar y correr por todo el parque!
─Creo que suficiente montaña rusa por hoy─dijo─Bueno por hoy y por todo el año.
─¡Que dices! Pero si ha sido genial. ¿No te gustó?
Marcos sonrió tiernamente y dijo:
─Lo que más me gustó fue tu entusiasmo. Te veías tan bien... tan enérgica digo.
Reí.
Fuimos a reunirnos con los otros que estaban en la terraza de la cafetería de al lado. Cuando nos vieron Aaron se levanto de un salto de la silla donde estaba sentado y gritó:
─¡Marcos! ¡No te has muerto!─Dicho esto vino corriendo hacía el y lo abrazo exageradamente, Vane reía a carcajadas mientras que yo miré mal a mi hermano.
─¿Hola? Yo también estoy aquí.─Aaron levantó la vista del hombro de su amigo y dijo:
─Él comparte la pizza. Tú no.
Le volví a mirar, esta vez con los ojos entrecerrados. Marcos se separó de Aaron, se acercó a mi y me pasó sus brazos por los mis hombros y comento riendo:
─Yo si quires te adopto, ya que tu hermano no te quire.
Todos reímos excepto Aaron.
─Quita tus sucias manos de mi querida hermana pequeña.
Marcos soltó una carcajada y levanto ambas manos en señal de rendición.
─Ah no, pues ahora quieres a Marcos como hermano y no a ti.─Dije sacándole la lengua y rodeando con mi brazo la cintura de Marcos, a los hombro no llegaba ya que mas alto que yo.
Vane se acercó a mi hermano y le dijo:
─Bueno, pues ahora yo me convierto en tu hermana, ya que Em no quiere.
Todos reímos.
Y así, entre bromas y risas pasamos todos una gran tarde.
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Amor entre libros (En edición)
Genç KurguEllie Taylor adora leer, disfruta de la compañía de las palabras, de su significado y de lo que trasmiten. Una calurosa mañana de verano, mientras se refugiaba entre las páginas de un libro de la biblioteca, descubrió algo inusual en el interior: un...
